Botero y algo más Medellín

Caminar por el barrio El Poblado, donde originalmente se fundó Medellín, es como estar en una selva. Es impresionante ver cómo sus habitantes han cuidado los añosos árboles que ahora, aparte de proporcionar sombra fresca, adornan el paisaje como jardines, plazas, veredas y prados, haciendo de la segunda ciudad colombiana por población una mezcla de modernidad con tradición, lo cual atrae a millones de turistas hacia la capital ‘paisa’, o la ciudad de las flores, o de la eterna primavera, como también se la conoce.  

Lejanos quedaron los años en que esta ciudad, de más de 2,5 millones de habitantes y casi 4 millones en su área metropolitana, fuera conocida como una urbe violenta, con una organización delincuencial ligada al narcotráfico como lo fue el cártel de Medellín, cuando el capo de la droga, el tristemente célebre Pablo Escobar, montó su reino de terror con sicarios profesionales.

La Medellín de hoy es considerada, según el estado de las ciudades inteligentes de Indra Sistemas, como la mejor urbe para vivir en Sudamérica, a la par de Santiago de Chile. En 2013 ganó el concurso de la ciudad más innovadora del mundo, el cual organiza The Wall Street Journal y el Citigroup. Además, en 2016 recibió el galardón Lee Kuan Yew, por fomentar innovaciones en soluciones urbanas y desarrollo urbano sostenible

Atractivos

Medellín posee el único servicio de metro de transporte urbano en Colombia, cuya principal línea corre por 23 kilómetros, de norte a sur, y con otra transversal, más corta de este a oeste.

En su visita a la capital paisa no debe dejar de ver las 23 famosas esculturas que el escultor y artista plástico Fernando Botero donó en 2000 al Museo de Antioquia, las cuales están expuestas en una concurrida plaza.  

Muy cerca, sobre la calle Carabobo está la iglesia de la Veracruz, construida en el siglo XVIII, la cual fue destinada como cementerio para los extranjeros.

A pocas cuadras de la plaza de Botero, en el denominado centro histórico de la ciudad, se destaca el parque Bolívar, con una estatua ecuestre del Libertador, y la catedral basílica metropolitana, que resalta por su estructura de ladrillo visto.

En el cerro Nutibara, uno de los siete tutelares que la rodean,  se encuentra el pueblito paisa, inaugurado en 1978, el cual es una réplica de las viviendas antiguas y la forma de vida de la región antioqueña. Esta colina guarda mucha naturaleza y desde ella se aprecia una vista espectacular del Medellín de los modernos rascacielos, cuyo río, el Aburrá -también conocido como Medellín- la divide en dos de norte a sur.