La moda ha alcanzado tal nivel de popularidad, que varias operadoras y agencias ya tienen sus propios wedding planner y hasta departamentos exclusivamente nupciales

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2 de septiembre de 2018, 13:00 PM
2 de septiembre de 2018, 13:00 PM
Los que han dicho “sí, quiero” ante la majestuosidad del mar y la magia de los atardeceres saben que el aire y las palabras escasean cuando se trata de describir la experiencia.

“Espectacular, especial, inolvidable, maravilloso (y un montón de etcéteras) son algunos de los adjetivos utilizados por parejas que unieron sus vidas de una forma que dejó de ser peculiar desde hace seis años, y que va en creciente tendencia. Se trata de las bodas destino.

La moda ha alcanzado tal nivel de popularidad, que varias operadoras y agencias ya tienen sus propios wedding planner y hasta departamentos exclusivamente nupciales, con todo un equipo de trabajo que le rinde tributo al amor en cada gestión.

Por qué amar y viajar

Según Jéssica Bowles, que hace dos años fue una novia en la playa, y ahora es la wedding planner de Cuarta Dimensión, en 2015 tuvieron solo cinco bodas; en 2016, 10; en 2017, 18; y este año, 32. “Ya tenemos varias bodas agendadas para 2019. El boliviano ha optado por una cultura viajera bárbara, antes con suerte viajaba una vez cada dos o tres años y ahora es más común viajar al menos una vez al año”, cuenta.

Sergio Eguino, gerente de marketing y comunicación de Tropical Tours, dice que es tal el volumen de bodas en destinos tradicionales en Punta Cana y Cancún, que han habilitado nuevos lugares, como Aruba, Puerto Vallarta y Riviera Maya. “Y a partir del siguiente año tendremos nuevas experiencias de bodas en Europa, desde casarte en un castillo hasta elegir España, Italia, etc.”, adelanta, e invita a aprovechar el outlet de este fin de semana en Cochabamba, que tendrá su weekend con los mismos precios en Santa Cruz, “es el momento ideal para cerrar tu boda o hacer la cotización aprovechando las tarifas con descuentos significativos”.

Contrariamente a lo que podrían pensar quienes no se han acercado a la experiencia, una boda en la playa no es un capricho caro, sino una forma de abaratar notablemente los costos nupciales, incluso reuniendo matrimonio y luna de miel en un solo gasto, dependiendo de los bolsillos de los enamorados.

“Los motivos son muchos: desde elegir un entorno espectacular y natural, que sin duda servirá de escenario para los mejores recuerdos, hasta la ilusión de compartir el viaje con los seres más queridos. También juegan un papel importante en la decisión la optimización del presupuesto de los novios y el disfrute de una luna de miel incluida”, explica Magalí Columba, gerente de operaciones de la operadora Orbis. Ella asegura que, según el tipo de boda que se desee, en el extranjero puede ser mucho más económica que en Bolivia, sobre todo en las temporadas bajas (de marzo a mayo y de septiembre a noviembre), “para que el grupo goce con mayor comodidad de las instalaciones y actividades del hotel y el destino”, opina.

Deimy Barba, de Viacon, dice que es más romántico, íntimo y agradable viajar. “Los novios tienen contacto con el mar, la arena, la playa, la puesta del sol que da el toque perfecto para hacer de ese momento único y memorable, con las personas más especiales e importantes. Además de ser una celebración aprovechan para disfrutar de unas vacaciones por 8 días y 7 noches”.

Pero nada mejor que sentirlo en carne propia. Para Jéssica Bowles fue bellísimo, “tuve una muy buena experiencia, me sentí muy cómoda como novia. Me fatiga que la boda dure solo horas, pero cuando viajé fue mi semana con mis 95 personas; el costo/beneficio es bárbaro. Estas bodas son más relajadas”, cuenta sobre su experiencia en Riviera Maya. Le gustó tanto casarse en la playa que fue la organizadora del de su hermana Andrea hace tres meses, pero esta vez en Punta Cana.

Valeria Mustafá y Eduardo Lazcano tuvieron su ‘ironwedding’, luego de asistir a un Ironman. Cartagena de Indias. A diferencia de muchas esposas, ella contactó a una wedding planner colombiana con la que coordinó todo por WhatsApp y todo salió como soñó. Se casó en un muelle, eligió cada detalle por su cuenta (no con los hoteles) y se unió por la religión católica en suelo extranjero. “Me encantó, si pudiera lo volvería a hacer (risas). Lo bueno de casarse afuera es que el matrimonio no se resume en una noche, es un viaje de varios días, te levantás y sigue la fiesta. Se gasta menos, adapté la boda a mi presupuesto, a veces no van todas las personas importantes, pero si el grupo es lindo la pasás increíble”, cuenta.

Para Carolina Velarde, a pesar de que algunos de sus invitados fallaron y le ocasionaron penalidades, valió la pena. “Cerramos con un grupo de 44 personas con la idea de que nos salga gratis la boda, pero solo fueron 14 y tuvimos que pagar una multa de $us 100 por persona que no fue, además de la boda, qe costaba $us 1.500, y los pasajes, de $us 1.586 por novio. A pesar de eso es muy recomendable porque hacer una boda acá sigue siendo muy caro, nosotros tuvimos boda simbólica en la playa y una ceremonia sencilla acá, la más sencilla sale $us 5.000, sin contar gastos extras que alcanzan los $us 2.000”, comparte. Según Carolina, la facilidad de pago que dan las operadoras es 100 puntos, “nos hicieron un plan a novios e invitados”, dijo, y recomendó planificar las vacaciones para que puedan estar todos, pero además averiguar el tipo de público asiduo a las instalaciones hoteleras, ya que a ellos les tocaron ‘peladitos’, lo que puede generar algunas incomodidades por las distintas maneras de llevar una fiesta.

El tema legal

Una boda viajera puede ser simbólica o religiosa, pero no civil, ya que esa debe realizarse en el país de residencia de los novios.

Los paquetes más básicos, los que no pasan los $us 2.000, suelen incluir ese servicio sin pagos extras, y ya si los novios desean consagrar su amor de acuerdo a su fe, el presupuesto y los trámites se modifican. Lo importante es que la ceremonia religiosa es válida ya sea que se realice en uno u otro sitio. “Me casé por lo civil en Bolivia porque sí o sí tiene que hacerse acá, pero hice mis papeles con la parroquia a la que asisto y la boda religiosa, luego de papeleos, fue en Cartagena”, cuenta Valeria Mustafá.

Jéssica Bowles dice que de todas las bodas que ha manejado Cuarta Dimensión este año, el 70% sigue haciendo sus bodas simbólicas en destino, mientras que la religiosa se hace en Bolivia. “La gente tiene miedo y está mal informada de que la boda religiosa afuera no tiene valor, es falso, yo me casé por la iglesia en Cancún y tengo exactamente el mismo certificado que una boda que se realiza aquí. Se requiere una carta de traslado que debe estar sellada por ciertas entidades de la Iglesia, esto se logra tramitando con tiempo, mínimo dos meses de anticipación”, explica la experta en organizar bodas.

Bowles ha planificado bodas desde $us 2.000 hasta $us 30.000, las más caras suelen incluir pedidos especiales de los novios, como proveedores y decoración desde Bolivia, numerosos grupos de invitados, lugares especiales, etc. En el caso de Tropical Tours, incluso les ha tocado alquilar un teatro para una fiesta con un famoso artista del vallenato, además del alquiler de carrozas en Cartagena de Indias.

Los paquetes pequeños son de aproximadamente 20 invitados, y pueden superar el centenar. Los planes de pago suelen extenderse por seis a ocho meses, previa reserva de entre $us 100 y $us 500, dependiendo del hotel, y tienen que ser cancelados en su totalidad máximo tres semanas antes del gran día.

Campestre es opción

Los futuros esposos que quieren una boda en escenario natural, no necesariamente tienen que salir del país, hay lugares a distancias no tan largas, que también pueden ser opción. Una de ellas es Colpa Caranda, un eco resort por la zona norte, a 30 km de Santa Cruz de la Sierra. “Se puede elegir una boda en la piscina o el salón de eventos. Tenemos capilla, barco para 70 personas, muelle y paquetes desde $us 28 por persona. Toda la boda para 100 personas, con comida, arreglos y música llega a costar $us 4.800”, oferta Marco Antelo, propietario.

En el pa - raíso. México es un destino cotizado
Romance en su máxima expresión Los novios eligen si casarse en la playa o en un salón de eventos de los hoteles. Los precios varían de acuerdo a las solicitudes de las parejas, que se supeditan a los presupuestos.
Colombia. Boda en un muelle