Los Ángeles Azules. La historia de éxito del grupo nació en la pobreza

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26 de agosto de 2018, 14:00 PM
26 de agosto de 2018, 14:00 PM

Le gusta que le digan doctor. Le resulta imposible disimularlo. Usa el título para referirse a sí mismo. Para el prójimo puede sonar raro al principio, quizás un poco ‘chocante’, pero se ‘tiñe’ de mérito al llegar al final de la historia.

Elías Mejía Avante, es uno de los seis hermanos que conforman Los Ángeles Azules, y autorizado para contar los detalles del inicio y evolución musical del grupo mexicano, que este 6 de septiembre, como regalo a la tierra cruceña en su mes, estará en Bolivia, en el estadio Real Santa Cruz, en el evento Juntos por la cumbia 2.0, junto a otros artistas como Grupo Cañaveral, Jenny and the Mexicats, Aleks Syntek, Jay de la Cueva, María León y Tana Planter (de Matute).

Desde su México natal, el doctor hace contacto telefónico con EXTRA, antes del arribo. Y arranca la narración familiar.

Los Ángeles Azules nacieron en un cuarto de 4x4 metros, dentro de una casa de madera, donde dormían ocho hermanos. El escenario, un barrio de Iztapalapa, una de las demarcaciones de Ciudad de México, la de condiciones económicas menos favorables.

Hijos de camionero y lavandera, luego de conocer a unos músicos que alquilaban un cuarto en el hogar se animaron a sumergirse en aguas musicales, no por gusto, sino por hambre. Aunque al principio tocaban muy mal, según reconocen, fueron persistentes y siguieron en el ruedo. Cuando pisaban terreno más firme, empeñaron la camioneta paterna para comprar sus primeros instrumentos.

Herederos. Elías y Diana Mejía, hijos del líder, continúan con la tradición musical con el grupo Eliadán

Todos con carrera

Han pasado 36 años de trayectoria musical. Ya no viven en la casa con paredes de madera, pero los integrantes del consagrado grupo familiar continúan enraizados en el mismo barrio popular, donde alguno de ellos lustraba zapatos. “Seguimos en Iztapalapa porque somos de ahí, tenemos raíz, somos del pueblo y para el pueblo”, dice Elías, el mayor de todos y único cantante con apellido Mejía Avante.

No los espantó del lugar ni el secuestro de Leticia Méndez Santillán, la esposa de Elías, en 2006, y del que con mucha fortuna salió ilesa cuando al tercer día logró escapar de sus captores, y sin pagar los más de $us 400 mil que les pedían. “Es una herida que te dejan como persona y en lo familiar. Creo que cualquiera que pase por una situación así, es difícil superarlo, pero vas lográndolo poco a poco y con el tiempo te vas incorporando a tu vida normal”, explica el doctor, que debido al suceso se mantuvo lejos del escenario por seis meses.

Y aunque ya les iba bien laboralmente mientras escalaban el empinado camino hacia la fama, los seis hermanos músicos sacaron sus títulos académicos, igual que las otras dos hermanas que se abocan a otros oficios. “La fama llegó después de la carrera académica. Luchamos día a día para hacer la carrera universitaria, queríamos ser alguien en la vida. Nunca soñamos que íbamos a tener un disco, fama, ni que íbamos a ser reconocidos mundialmente”, confiesa el vocero de la familia, que estudió Medicina en la Universidad Mayor de México (UNAM), que se especializó en cirugía y que tiene una pequeña clínica en Ciudad de México. De ahí el aferrado amor a su título de doctor.

“La gente se engancha con lo que sucede en el momento, mas no estudia la historia real de la lucha día a día. Nosotros por ejemplo, hablo por mí, llevamos los estudios a la par de la música. Es locura, no duermes, no comes, tienes que echar ganas en ambas carreras para obtener logros. Se desintegra tu vida (risas), yo me alteré mucho en cuanto a sistema nervioso, estrés constante, estudiando a cualquier hora para los exámenes y preparando los ensayos, los discos y viajes: de un lado a otro dentro de Ciudad de México, luego te vas a EEUU y regresas, a Guatemala, y entre los estados de México, con grandes distancias, hasta de 12 horas”, recuerda Elías.

Colaboración. Aleks Syntek interpretó el tema 20 Rosas, de Los Ángeles Azules, y grabó el videoclip junto a ellos

Ninguna taza de leche

A diferencia de los cuentos de hadas, con el salto a la fama no llegaron príncipes y princesas y final feliz. En todo su historial y hasta la fecha, Los Ángeles Azules han lidiado con un secuestro, deserción por inestabilidad de sus cantantes, demandas, imitadores que no pagan regalías, y el surgimiento de nuevos géneros arrolladores, como el reguetón, aunque según Elías, hay espacio para todos, incluida la cumbia ‘cortavenas’.

“Nosotros por ejemplo, en EEUU ahorita somos los número uno. Cuando alguien va a una fiesta no baila puro reguetón, si fuera el caso, a la hora ya me salí. Todo tiene su espacio. No se trata de un tiempo, es una entrega muy especial del público al escuchar un tema de Los Ángeles Azules; el reguetón tiene también su entrada, pero no es el 100%, toda la gente tiene derecho a escuchar y bailar diferentes géneros”, opina.

Sobre el tipo de público que disfruta la especialidad de la familia Mejía Avante, Elías asegura que no es solamente popular. “Es música romántica, no popular, no tiene que ver con edad ni clase social, es para todos”, dice, y a la pregunta de si la cumbia se ‘usa’ para rematar en fiestas, delega la respuesta a su representante en Bolivia: “Jaime Villanueva es quien puede contestar eso, pero desde nuestra experiencia sé que cuando nos llega el momento de actuar, es una locura. Cuando interactúo con el público creo que es la hora pico, cortavenas, la hora angelical, de angelomanía, que se convierte en el éxtasis de la cumbia y todo salen contentos”.

En los 36 años de carrera, tuvieron una fuerte crisis del 91 al 93 por la apabullante llegada de los géneros quebradita y salsa, pero se salvaron de la extinción al caer en manos de la discográfica Disa, con quien alcanzaron la primera gran fama, con un millón de copias vendidas de su disco Entrega de amor. Los Ángeles Azules han tenido 33 cantantes, y con varios de ellos llegaron a demandas judiciales e incluso se convirtieron en competencia directa al conformar sus propios grupos, siguiendo el mismo estilo. Raymundo Espinoza, que salió de Los Ángeles Azules en 1996, creó Rayito colombiano, mientras que Carlos ‘Charly’ Becies, Jonathan Martínez y Memo Palafox formaron su propio proyecto, Los Ángeles de Charly.

“Los Ángeles Azules nada más tienen un cantante de los hermanos, que soy yo, y tengo que soportar todo el tiempo, los años, inclemencias de la música, como los cantantes que van y vienen, y que luego quieren aprovechar el tiempo que llevamos, 36 años, con eso de ‘soy el cantante original’… y no, el original soy yo, el doctor, los otros son oportunistas que van y vienen, así son y así seguirán porque no tienen cerebro, ni el atrevimiento suficiente para hacer música. Es lo difícil de la música y de la gente hoy, tienes que sacar un estilo propio”, lamenta Elías.

Sobre los imitadores, el grupo ya se resignó a no recibir regalías. “Primero trabaja 36 años y luego haz tus propios logros, esa gente no tiene valor propio ni escrúpulos, son oportunistas. Y lo peor es la gente que lo acepta, cómo van a pagar un show que no es”, dice.

Grupo familiar. Seis de los ocho hermanos Mejía Avante conforman Los Ángeles Azules desde hace 36 años. El líder es Elías (arriba), y ‘Pepe’ es uno de los integrantes

De necesidad a herencia

Elías Mejía tiene una dicha, sus hijos Elías y Diana siguen el camino musical, ya no por necesidad, sino por ejemplo. Conformaron su propio grupo, Elidian, que ya va tejiendo su propio destino artístico. “Ellos están trabajando para tener un espacio en la cumbia y están luchando por un estilo, es lo que deben hacer todas las agrupaciones, pelear su lugar con música propia. Ahorita los Elidian hacen melodía tropical, cumbia rápida, movida, y también hacen lenta”, dice orgulloso el ‘doc’.

Y a pesar de que Los Ángeles Azules son de otra generación, se atrevieron a unirse a uno de los festivales más importantes del mundo, con su nada tradicional cumbia de origen colombiano. En Indio, cerca de Palm Springs, en California, se subieron a los escenarios de Coachella e hicieron bailar en abril de este año a Justin Bieber, además de enloquecer a la masa amante del look hippie. Como parte de un proceso de revitalización, tan necesario en el competitivo mundo de la música, Los Ángeles Azules han trabajado con colaboraciones de Miguel Bose, Rodrigo & Gabriela, Natalia Lafourcade, Ha*Ash, Gloria Trevi, Aleks Syntek, Jay de la Cueva y Pepe Aguilar, entre otros.

Secuestrada. La esposa del líder de los músicos fue raptada en 2006

En Bolivia

El público boliviano tendrá la oportunidad de pararse frente a este grupo de accidentada pero inquebrantable carrera el jueves 6 de septiembre, en el estadio Real Santa Cruz, junto a otros artistas, en el evento Juntos por la cumbia 2.0.

En ese escenario, los hermanos Elías (voz y bajo eléctrico), Jorge (acordeón, teclado y compositor), Alfredo (teclado y acordeón), José Hilario ‘Pepe’ (timbales), Cristina (guacharaca) y Guadalupe (piano y guache) Mejía Avante mostrarán de qué madera están hechos, tras 36 años de carrera cumbiera.

Junto a los otros 16 integrantes del grupo, incluidos dos sobrinos, al ‘doc’ le tocará quitarse el mandil blanco, del que tanto orgullo siente, y cambiar los instrumentos médicos por los melódicos. Se toma en serio sus dos causas, la de galeno, que salva vidas, y la de músico, que alborota corazones y pies.

“Es algo muy bonito para nosotros porque sabemos que la gente boliviana nos quiere mucho, acepta mucho la música de Los Ángeles Azules en todo el país. Nos sentimos muy orgullosos de que nos quieran mucho, de que tengan esa calidez, de regresar. Esto es cumbia hecha en Iztapalapa para Bolivia. Yo creo que los bolivianos están igual que los de México, muy enamorados, porque les encanta la música de nosotros”, dice.

Cuando miran hacia atrás, los parientes son capaces de reconocer la magnitud de su caminar, y a través de Elías, mandan decir a su público que jamás se les subieron los humos. “La música es como una rueda de la fortuna, es difícil saber dónde estás puesto. Lo único que hay que hacer es luchar para que te mantengas en la posición que tengas, porque puedes estar abajo, en medio, o arriba, y no sabes qué destino sigue. Más bien tienes que hacerlo bien para que en ese momento tengas lo mejor. ¿Qué busca alguien desde que nace? A través del tiempo uno anda luchando y trabajando para lograr sueños; es la meta de cualquier persona y de Los Ángeles Azules, solo buscamos que nuestra música romántica sea aceptada a nivel mundial” argumenta Elías.

Y aunque no fue el llamado musical sino del estómago el que empujó a la arena artística a la familia Mejía Avante, el doctor asegura que el amor por las notas llegó a calar profundo en tantos años. “Tú me dirás, yo creo que nos gustó tanto que hicimos 29 discos. Ahí está la prueba”, sostiene.

Sus padres, el camionero y la lavandera, ya no viven en casa de madera. Tienen vida suficiente para ver que valió la pena empeñar la camioneta.