Tradición. Es una costumbre que comenzó en el siglo IV porque durante la Cuaresma los cristianos no debía comer huevos ni lácteos. Para preservarlos los pintaban con una capa de cera líquida y los regalaban el domingo de resurrección

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21 de abril de 2019, 4:00 AM
21 de abril de 2019, 4:00 AM

Si en tu familia existe la tradición de regalar huevos de Pascua a los pequeños de la casa hoy, domingo de resurrección, es bueno conocer de dónde viene esa deliciosa costumbre. Te contamos la bonita historia que se ha mantenido durante la Cuaresma a lo largo de generaciones desde hace muchísimos siglos.

Desde comienzo de la humanidad, el huevo ha sido sinónimo de fertilidad, esperanza y renacimiento. Ahora para los cristianos es un símbolo de la Pascua que simboliza la resurrección de Jesús y la esperanza de la vuelta a una nueva vida.

Adquirió importancia dentro de la mitología egipcia cuando el ave fénix se quemó en su nido y volvió a renacer más tarde a partir del huevo que lo había creado en un principio. También los hindúes sostenían que el mundo había nacido de un huevo.

La tradición de los huevos, muy arraigada en Estados Unidos, el centro de Europa e Inglaterra, comenzó en el siglo IV porque los cristianos católicos durante la Cuaresma, no debían comer, entre otras cosas, carnes, huevos ni productos lácteos. Con el tiempo, la Iglesia católica fue cambiando esas tradiciones y hoy solamente recomienda abstenerse de la carne los viernes de la Semana Santa.

Para mantener los huevos frescos y protegidos, durante la Cuaresma y luego regalarlos el domingo de Pascua, los bañaban con una fina capa de cera líquida, luego comenzaron a decorarlos con colores y motivos festivos, como una forma de celebrar que Jesucristo había renacido.

A pesar que ya no se prohíbe comer huevos, se mantiene la tradición de regalarlos, ya sean de gallina y de pavo para el domingo de Pascua. De hecho, continúa en muchos países del mundo. Antes se los pintaban y decoraban para entregarlos en pequeñas cestas. Incluso muchas personas como parte de sus celebraciones por la festividad pascual los decoraba con imágenes de Jesús y María, con el fin de representar la vida y el renacimiento.

 

Huevos de chocolate

Poco a poco, el concepto fue evolucionando, pero manteniendo la misma idea de regalo en el domingo de Resurrección. Ya desde principios del siglo XIX en Alemania, Italia y Francia, los pasteleros comenzaron a hacer suyas las figuras y aparecieron los primeros huevos hechos con chocolate con pequeños regalos adentro, que, hoy por hoy, son los preferidos de los niños.

Las diversas culturas fueron decorando de manera diferente los huevos. En sus comienzos, eran pintados a mano con colores estridentes que representaban la luz del sol.

¿Y el conejo?

El conejo de Pascua hizo su primera aparición en la obra de Georg Franck von Franckenau, en 1682. Ahí se hacía referencia a una liebre que traía los huevos en la región de Alsacia. Este conejo portaba una canasta con huevos decorados y dulces, que iba entregando a los niños la noche antes del domingo de Pascua.

¿Por qué un conejo? Los antiguos teutones creían, según cuentan las leyendas, que en Pascua los conejos incubaban los huevos. Ahora los niños creen que es el encargado de traerlos y esconderlos en la casa, especialmente en el jardín, para que ellos los encuentren, a modo de juego, para luego compartir el ‘tesoro’ en familia.

El huevo es símbolo de fertilidad y el conejo empieza a tener las camadas en primavera, después del invierno. Poco a poco se fueron relacionando ambos conceptos y de ahí quedo la tradición del conejo con sus huevos.