El escritor uruguayo cuenta en este libro la historia de Charlotte, una niña que se encuentra en medio de la II Guerra Mundial. Esta novela ganó el Premio Libro de Oro a la mejor publicación, otorgado por la Cámara Uruguaya del Libro en 2016

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8 de enero de 2018, 4:00 AM
8 de enero de 2018, 4:00 AM

A penas 8 años, Charlotte se encuentra en medio de un cruento escenario: la II Guerra Mundial se desplaza por Europa dejando miseria y muerte. Ella y su familia se ven obligadas a escapar de su país, Bélgica, y en ese periplo la vida de ella y de la gente que la rodea cambia totalmente. Esta es un poco la sinopsis de La niña que miraba los trenes partir, una novela escrita por el uruguayo Ruperto Long, que se encuentra en las librerías cruceñas desde diciembre. 

Fue el propio autor quien vino a presentar este libro y conversó con EL DEBER sobre el proceso de escritura del mismo. “Un día hablando con una señora en Uruguay, una mujer  que yo conocía hace muchos años, se me ocurrió preguntarle qué había sido de ella durante la II Guerra Mundial. Era una charla muy informal. Ella me da algunas pistas, me contó lo que vivió cuando tenía 8 años e invadieron su país, y todas sus esperanzas se iban derrumbando”, recordó Long. 

Esa historia le sirvió a Long para ir desarrollando lo que sería La niña que miraba los trenes partir, una obra coral, donde cada personaje tiene una voz propia para narrar las desgracias de esa guerra fatídica. 

“Me sorprendió que una persona que yo conocía hace tanto hubiera pasado por todo eso”, mencionó Long. Charlotte, la protagonista, estuvo escondiéndose durante años en un ropero de las casas donde se mudaban.  

El libro tuvo una buena respuesta del público en Uruguay, donde se publicó en 2016. Ese año ganó el Premio Libro de Oro, que entrega la Cámara Uruguaya del Libro al mejor libro, en la categoría ficción. 

Una obra universal

Ruperto Long también escribió otros libros, la mayoría de ellos ensayos sobre música y poesía, como Hablando claro, Che bandoneón y No dejaré memorias. El enigma del Conde de Lautréamont. 

El narrador uruguayo, que también ejerce como  político en su país, afirmó que si bien el tema de la II Guerra Mundial es algo de lo que se ha escrito mucho, siempre es posible buscar otros caminos para afrontarlos desde la literatura. “Yo creo que el tema de los niños escondidos es algo de lo que recién se está escribiendo y que quiso dar un mensaje de esperanza con su novela, ya que para él, después de las desgracias que les ocurren a las personas, siempre sucede algo que puede ayudar a superar esos problemas.