Un grupo llegó con pancartas de la Manzana Uno a la Alcaldía, causó revuelo en los gendarmes y acabó la retreta

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3 de agosto de 2018, 4:00 AM
3 de agosto de 2018, 4:00 AM

“¿Por qué no hay un rapero en la retreta? ¿Por qué no se escucha rock?”, preguntaba a voz en cuello y en ritmo de rap, en plena Manzana Uno, un integrante de la cultura del hip hop. A menos de 100 metros sonaba una banda, cumpliendo con el programa artístico de la retreta municipal de cada jueves.

Activistas como Federico Morón (conocido en las redes como el Gato Negro) y Eliana Torrico, del Colectivo Árbol, pintaron cartulinas y despejaron la garganta para gritar y escribir: “¡Sosa, torta no es cultura!”, como respuesta a la frase de Angélica Sosa, presidenta del Concejo Municipal, lanzada en un foro sobre cultura organizado por EL DEBER. En esa reunión, la servidora pública dijo: “Enseñamos repostería, bordado; esos también son hechos culturales”.

Cristian Egüez, que se identifica como un activista de la disidencia sexual, critica que Sosa brinde apoyo solo a la élite y no contribuya a elaborar proyectos culturales “desde abajo y desde el margen”. Citó como ejemplo al Centro Cultural San Isidro, cuya incidencia en los barrios fue intensa, estableciendo reflexiones sobre exclusión, abandono escolar, pandillas y derechos humanos, además de haber desarrollado la metodología del fútbol social, en el que no gana el equipo que más goles meta, sino el que mejor cumple las reglas acordadas.

Varios jóvenes de la cultura del hip hop se sumaron a la protesta, que marchó hasta la Alcaldía, lo que causó una constante movilización de los gendarmes, que intentaron sin éxito cerrar el paso a los manifestantes.

“Somos todos”

“Sé que los incomodo/pero ¿es que acaso Santa Cruz no somos todos?”, rimó un rapero, mientras el público aplaudía. En 12 minutos, la retreta fue interrumpida y la protesta se convirtió en fiesta.

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