Desde hace más de dos décadas, el Distrito 8 desarrolla una identidad propia acompañada de la formación cultural. Quienes llevan la batuta de este trabajo ad honorem esperan que pueda ser replicada en todo el país

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17 de marzo de 2019, 13:00 PM
17 de marzo de 2019, 13:00 PM

Romper con los estigmas sociales, a través de procesos culturales formadores de ciudadanos, son algunos de los objetivos que, desde hace más de dos décadas, diversas instituciones privadas sin fines de lucro vienen encarando en el Plan Tres Mil.

Representantes de la Fundación Hombres Nuevos, Centro San Isidro y Fundarbol respondieron al llamado de esta casa periodística, para sentarse a dialogar en una mesa redonda acerca de lo que se cocina en materia de cultura en este distrito cruceño, que mañana celebra sus 36 años de fundación. En ese tiempo ha logrado cambiar sustancialmente la imagen que proyecta el ciudadano de la zona.

La frase más repetida durante las casi dos horas de diálogo fue la de formadores de personas, pues aseguran que a través del arte han encaminado la vida de millares de jóvenes que se codeaban a diario con la delincuencia, las drogas y el alcohol.

El padre Nicolás Castellanos, que llegó a la ciudadela Andrés Ibáñez en 1992, guarda el recuerdo de las dos ‘diversiones’ que tenían los habitantes del distrito: sexo y alcohol, por lo que decidió buscar alternativas educativas al ocio y al tiempo libre para encaminar la labor formadora, que años después, y de manera vinculada, realizaron Centro San Isidro y Fundarbol.

Uno de los mayores problemas con los que se han encontrado en este trabajo ad honorem es la paupérrima distribución de la riqueza para la ciudadela, lo que ha generado un desequilibrio educativo y cultural.

Las cuestionantes

La importancia y el protagonismo que ha tenido el Plan Tres Mil desde el aspecto cultural en Santa Cruz y Bolivia, el trabajo incesante para quitar los estigmas sociales en sus habitantes, las necesidades y el escaso financiamiento público a los centros culturales y fundaciones que trabajan en la zona, fueron algunos de los temas que se plantearon a los invitados: Nicolás Castellanos, Juan Pablo Sejas, Édgar Salazar, Jorge Luis Molina y Mauricio Pacheco, que aseguran que seguirán perseverando para darles a los ciudadanos del distrito su propia identidad.

La voz de los invitados

  • Nicolás Castellanos, director Fundación Hombres Nuevos: "Nada para los pobres, todo con los pobres"

“Tenemos que reconocer que no tenemos ningún apoyo institucional (Gobernación, Gobierno central y Alcaldía) y los que estamos aquí sentados hemos logrado todo por iniciativa privada. En el Plan Tres Mil, hablando desde Hombres Nuevos, tenemos cosas que no hay en todo Bolivia, como la Escuela Nacional de Teatro. Defendemos la idea de que un país que no invierte en cultura y educación es un país que no invierte en desarrollo social Cuando vine a vivir aquí se publicaba en todos los medios que el 60% era pobre y el 40% vivía en la miseria. Podría estar contando anécdotas todo el día de la pobreza y miseria que se vivía allá. Con todos estos programas que llevamos a cabo estamos haciendo prevención. En ese sentido estamos dando pasos importantes. Hombres Nuevos, en estos 27 años de labor, ha formado 5.000 profesionales. Seguiremos anunciando y denunciando que la cultura tiene que tener mayor ocupación y preocupación de nuestras autoridades, pero los que estamos aquí vamos a seguir creando oportunidades para la gente pobre, que es nuestro cometido”.

  • Juan Pablo Sejas, director del Centro San Isidro: "Generación de cambios positivos en las personas"

“Vivo hace 24 años allí y siempre cuento la anécdota de cuando llegué a la universidad y me preguntaron mi nombre, edad y de dónde venía. Entonces, dije mi nombre, mi edad y cuando dije que venía del Plan Tres Mil, todo el mundo se volcó a mirarme y me hizo sentir un poco nervioso. De pronto te das cuenta de que esos estigmas sociales han sido reavivados justamente por los medios de comunicación. Es como vivir en una burbuja manera de salir, porque se trata también de dignidad. Desarrollamos, de manera conjunta con Hombres Nuevos, un proyecto sobre la identidad cultural. Más de 24 unidades educativas, 1.600 estudiantes y más de 140 profesores formaron y crearon una conciencia totalmente distinta para entender desde sus raíces la importancia del barrio como tal y para poder de alguna manera transformarlo. Esa transformación se la ve reflejado hoy en día. Hemos generado un cambio muy positivo. Creo que hay un proceso importante, pero ese proceso sigue siendo aislado cuando no va de la mano con una política gubernamental, insisto en eso”.

  • Édgar Salazar, director de la Orquesta Hombres Nuevos: "Las instituciones, el espíritu guerrero del plan"

“Al igual que mi persona, hay muchos profesores que muestran el trabajo aprendido en el Plan Tres Mil, con esa filosofía de replicar para poder sembrar en otros lugares, quizás, lo que allí no hay. Trabajar cultural y artísticamente allí viene por la parte formadora. Tenemos muchos chicos que ahora están trabajando como profesores en escuelas de música. Es un orgullo haber sido parte de ese momento de florecimiento cultural de hace 27 años. Gracias a la orquesta, muchos jóvenes han tenido la oportunidad de terminar la universidad o de conocer otros países. Es la falta de apoyo gubernamental la que hace relucir la grandeza de estas personalidades que están aquí a mi lado, porque luchan y muestran ese espíritu guerrero, que, a pesar de no tener un respaldo, siguen haciendo lo que tiene que hacer. El espíritu guerrero del Plan Tres Mil es el de instituciones en su propio universo y, como dice el padre Castellanos, acompañaremos en la lucha, continuaremos con la música, seguiremos sembrando arte en los niños, con más ganas de las que venimos haciéndolo. Me siento orgulloso de pertenecer a este distrito”.

  • Jorge Luis Molina, director artístico de la Orquesta Hombres Nuevos: "Semillero clave y referente de la ciudad"

“Soy un joven más producto de este sistema y de la formación de Hombres Nuevos. Yo no soy del Plan Tres Mil, pero me considero uno más, porque la orquesta y la fundación siempre dio la oportunidad a los niños y jóvenes con muchos sueños. En mi caso yo no tenía el dinero para tener un violín y tampoco de pagar una academia. La fundación es un semillero clave y referente en la ciudad. Hay más de un músico en cada orquesta representativa de la ciudad. Hombres Nuevos se ha encargado de mostrar a la gente que más necesita una nueva alternativa de vida. Seguiremos positivos y mostrando lo que hacemos. Usamos dos frases: al pobre no hay que darle solamente el pan de comer, sino la sabiduría. Vamos a seguir implementando más clases y más oportunidades. Otra frase es la que dice Marta Sánchez, la presidenta de la fundación Hombres Nuevos: que hay que sembrar para cosechar. No vamos a ir a pedir algo, sin mostrar antes lo que estamos haciendo. Vamos a sembrar un imperio de niños formados culturalmente. Allí tenemos cientos de niños que respaldan el trabajo que se viene realizando”.

  • Mauricio Pacheco Chambilla, director de Fundarbol: "El teatro móvil que va a todos los rincones"

“Cuando no hay lugares de esparcimiento, espacios donde los jóvenes puedan identificarse es donde se comienza a gestar la delincuencia. Partiendo desde esta visión, de poder generar un espacio de esparcimiento amigables, es que nace Fundarbol. Tenemos una dinámica de mover el teatro a barrios más alejados del Plan Tres Mil, porque más allá del centro de este distrito hay más unidades educativas. Se viene el Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz y con ello un taller internacional de producción teatral, pero en esta actividad es con invitación, es cerrada. El festival, para mí, es cerrado, porque cuando yo presento y les digo que no necesito que me paguen caché artístico y que quiero presentar estas obras, ellos dicen que los chicos son de barrio. En el tema financiero, ¿qué hacen con el presupuesto de cultura de las subalcaldías? Hay un coordinador de cultura y educación, pero que todo lo canaliza a su institución. Es grave que el servidor público canalice todo al beneficio de su institución. El mal está en no tener el perfil adecuado para ocupar un cargo público de cultura”.

 

 

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