La feria de la Alasita entró incluida ayer en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Una tradición bajo la figura del ekeko

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7 de diciembre de 2017, 4:00 AM
7 de diciembre de 2017, 4:00 AM

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) incluyó a la feria de la Alasita en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

“Los recorridos rituales en La Paz durante la feria de la Alasita, acaban de ser inscritos en la Lista representativa del #patrimonioinmaterial de la humanidad. ¡Felicidades, #Bolivia!”, escribió la cuenta de Twitter de la Unesco la madrugada de ayer para dar la noticia. 

La decisión fue asumida en la Sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se realiza en Jeju, Corea del Sur, y donde -según la página de la Unesco- se inscribió ayer un total de nueve elementos nuevos, entre ellos la Alasita de Bolivia. 

La organización cultural recordó que en esa lista solo se incluye a las formas de expresión que dan testimonio de la diversidad del patrimonio inmaterial y contribuyen a concienciar sobre su importancia.

La feria de la Alasita ("cómprame", en aimara) se celebra en la ciudad de La Paz cada 24 de enero y es una expresión cultural muy singular, donde se adquiere figuras en miniatura de la buena suerte, vinculada al culto del dios de la abundancia, Ekeko.

La Alasita se realiza en medio de ritualistas andinos e incluso bendiciones de sacerdotes católicos. Las personas que depositan su fe en esta actividad esperan convertir sus deseos en realidad.

Festejos

Las autoridades bolivianas celebraron la declaratoria. El presidente Evo Morales resaltó ante los medios que el expediente boliviano Recorridos rituales en la ciudad de La Paz durante la Alasita fue inscrito “en la lista representativa del patrimonio inmaterial de la humanidad” durante la 12 sesión del comité de autoridades de la Unesco que se celebra en Seúl.

Señaló que esta decisión “es un reconocimiento fundamentalmente al pueblo paceño”, ya que esta tradición “se ha difundido desde La Paz a toda Bolivia” e incluso “a nivel internacional” a través de los bolivianos que han emigrado, llevando consigo las tradiciones, cultural y el folclore del país.

“Estamos muy felices, agradecidos con todo el equipo que ha trabajado, nuestro respeto, nuestra admiración, nuestro cariño a todo el equipo técnico, jurídico, histórico para defender ante los organismos internacionales, en este caso ante Unesco, que la Alasita sea reconocida e inscrita en este organismo internacional”, agregó.

Carmen Beatriz Loza fue la responsable de la candidatura en el ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia. Para ella, los recorridos rituales durante la Alasita son "la expresión de la libertad de acción ritual de los individuos y sus familias durante esta fiesta".

"Es un momento de gran expansión de la solidaridad entre todos sin importar la pertenencia étnica, generacional o de género", afirmó Loza en los días previos a la inscripción.

Es también común que los devotos adquieran animales de yeso o metal, como sapos que representan la suerte, búhos que hacen referencia a la inteligencia o la sabiduría, y gallos y gallinas para que las personas solteras puedan conseguir pareja.

El centro de la fiesta es el diosecillo andino de la abundancia, Ekeko, representado por la figura de un varón enano, rechoncho y bigotudo, quien carga con todos los productos que el creyente desea, cuya figura regordeta es símbolo de prosperidad.