Ayer se realizó el acto de clausura del evento. Los expositores realizaron su evaluación, que para algunos fue positiva y para otros negativa 

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11 de junio de 2018, 7:16 AM
11 de junio de 2018, 7:16 AM

Con el compromiso de realizar una buena representación el próximo año, Sergio Marinelli, encargado de negocios de la Unión Europea en Bolivia, recibió ayer por la noche la ‘estafeta’  que certifica a la institución  europea como la invitada especial de la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra de 2019. 

“Si bien tenemos una larga tradición de apoyar al país  en proyectos de desarrollo, también hemos promovido experiencias que ayudan a un mejor diálogo cultural y en esta oportunidad trataremos de traer autores y la producción literaria de nuestros países miembros para que  tengan presencia en la FIL, la que me ha sorprendido por su tamaño y actividad”, comentó Marinelli, que recibió de manos de la representación de Cuba una plaqueta que simboliza el traspaso del cargo de invitado especial. 

“Tenemos la intención de dar continuidad a una buena relación que hemos establecido con la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz y que no solo se limitará a lo literario, sino también a otras ramas artísticas”, dijo Edel Morales, escritor y vicepresidente del Instituto Cubano del Libro, que indicó que la delegación cubana se va satisfecha tanto por el trato recibido como por la buena recepción de las actividades que realizaron durante la feria. 

En el acto de ayer también el alcalde de Cotoca, Wilfredo Áñez, fue el encargado de recibir el nombramiento de municipio invitado especial de la FIL 2019 y se comprometió a realizar una digna representación de su municipio el año que viene. 

El acto de cierre de la feria concluyó con las palabras de Sarah Mansilla, presidenta de la CDL, que deja el cargo, luego de dos gestiones seguidas a cargo de la institución. Mansilla hizo una evaluación positiva de la XIX versión de la FIL y planteó los retos que tiene que asumir el evento de aquí en adelante. 

La voz de los expositores 
Unas de cal, otras de arena. Ventas bajas, en contraste con buenos resultados, es lo que han registrado los expositores de la XIX Feria Internacional del Libro de Santa Cruz. En un sondeo realizado por los diversos estands de la muestra, EL DEBER pudo comprobar que, con algunas excepciones, el lamento de libreros y editores es común respecto a la disminución de gente en esta versión. 

El frío, sin duda, se hizo sentir con mucha fuerza en gran parte de los 12 días de feria y, aunque el evento se ha visto fortalecido por la buena respuesta a las actividades en los salones (presentaciones de libros, encuentros, coloquios y lanzamientos colmados de gente), la sensación es que se pudo haber tenido mejores resultados. 

La representante de ventas de Santillana, Carolina Vargas, afirmó que este año la editorial trajo un variado material para diversos públicos, con obras premiadas; sin embargo, ve con pesar que mucha gente acude a la feria solo a mirar y no compra. Sugirió que en las próximas ediciones se intente cambiar de fecha la realización de la feria para que no coincida con la época de frío. 

El propietario de librería San Pablo, Nataniel Álvarez, coincide con ese criterio, pues considera que mucha gente opta por prevenir cuando el frío azota, por eso no sale.  El librero, no obstante, resalta, que su clientela no le ha fallado este año. San Pablo se caracteriza por ofrecer una variedad de títulos del género autosuperación, además de obras especializadas para profesionales de diversas áreas. Este año, los títulos más solicitados fueron Tu modelo de negocio (Tim Clark), Titanes (Tim Ferris) y El estilo virgin (Richard Branson).  

El Grupo Editorial La Hoguera celebra que esta feria fuera importante porque han lanzado la tercera versión del Concurso Nacional de Literatura para Niños y Jóvenes Abrapalabra y Puraletra en el género de cuento y novela.   

María José Parejas, subdirectora de edición literaria de La Hoguera, destaca también la asistencia masiva a los encuentros de estudiantes con los autores. “Estamos contentos, para nosotros la feria más que un lugar en el que se vendan libros es un lugar en el que retribuimos a nuestros autores, por eso valoramos estos encuentros”, expresó. 

En cuanto a los libros más vendidos, indicó que se mantuvieron en la punta Maldito hippie comunista, de Édgar Lora; Derecho laboral para todos, de Óscar Gómez y André Aguilera, y Clotilde, la señora de Eldorado, de Alcides Parejas. Cada uno con cerca de 200 ejemplares adquiridos por los lectores, según la editorial. 
Uno que aseguró que agotó su ‘stock’ fue Alfredo Rodríguez. El autor de Cuentos felinos y Cuentos antiberrinche  dijo que superó los 600 ejemplares vendidos. 

Culturas estuvo presente 
Otros que quedaron satisfechos fueron los del Ministerio de Culturas y Turismo, en cuyo estand la asistencia fue masiva durante las 12 jornadas, según indicaron sus responsables. “Nos alegra haber superado las 25.000 visitas durante toda la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz”, dijo la ministra Wilma Alanoca, quien además destacó el “gran interés” que se registró por la edición de libros y textos con estudios realizados sobre turismo, cultura y patrimonio por parte de la institución que dirige.    

Los dos libros más consultados en el espacio habilitado fueron Catalogación del Patrimonio Cultural de Cachuela Esperanza y el texto Primera salida, una investigación realizada por esta cartera de Estado, destinada a realzar la actividad de los artesanos costureros de trajes durante el Carnaval de Oruro. 

Mientras en Plural Editores dijeron que, pese al frío, han sido bien recibidos los libros de la colección Mantis: La mujer que escribió Frankenstein, de Esther Cross, y Carne de mi carne (antología de cuentos de escritoras latinoamericanas), además de Cuadros y cuentos, de Ejti Stih, en editorial Comunicarte, han vuelto a agradecer a los fieles lectores de la serie Manjar para el corazón, de Ana Carola Artigas. En esta ocasión, fue Manjar para el corazón del amor, el nuevo título, que vendió más de 200 ejemplares, según  Luis Fernando Camacho, encargado de ventas. 

Una de las presencias que mejores comentarios recibió en la feria fue el estand de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, tanto por la calidad de los libros como por lo atractivo del espacio donde se expusieron. 

La Antología de literatura infantil y juvenil de Bolivia, Juan de la Rosa, de Nataniel Aguirre y Obra reunida, de Jorge Suárez, fueron los más vendidos por la institución dependiente de la Vicepresidencia. 

Daniela Roca Gravato, de Ateneo, destaca como los más vendidos del estand de la librería las obras La llamada de la tribu, de Mario Vargas Llosa, Origen, de Dan Brown, y La hija del capitán, de María Dueñas, El día que se perdió el amor, de Javier Castillo, y Hippie, de Paulo Coelho.  Roca aprovechó para mencionar que en el estand se encontraban disponibles obras de los invitados internacionales de la feria, como El estado natural de las cosas, de Alejandro Morellón y un par de obras de Margo Glantz. Asimismo, recordó que mucha gente se acercó a los autores para que les  firmaran sus libros.