Hoy finaliza la 19 versión del evento anual, que, además de la exhibición de libros, sirvió para reunir a importantes autores iberoamericanos. Se destaca como un espacio de reflexión

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10 de junio de 2018, 9:15 AM
10 de junio de 2018, 9:15 AM

Una nueva edición de la Feria Internacional del Libro Santa Cruz de la Sierra cierra sus puertas y, pese a las bajas temperaturas que hicieron disminuir la afluencia de público en los primeros días, evidenció que se ha fortalecido como un espacio de reflexión y de encuentro para autores iberoamericanos de  diversos géneros literarios.    

Una constelación de autores bolivianos y extranjeros llegó a la FIL para participar del II Encuentro Internacional de Narrativa. Escritores con una trayectoria importante y otros que están empezando a aparecer en el firmamento de la literatura en español participaron de cuatro mesas, donde la temática fue Nuestros queridos monstruos. Narrativas de lo distinto, en homenaje a los 200 años de la publicación de Frankenstein.

La mexicana Margo Glantz, las argentinas María Negroni y Betina González, la peruana Katya Adaui, la ecuatoriana Mónica Ojeda, el español Alejandro Morellón, la chilena María José Navia, las bolivianas Camila Urioste y Fabiola Morales fueron algunas de las 20 participantes de este encuentro, que se desarrolló el viernes 1 y el sábado 2 de junio, y que fue organizado por Liliana Colanzi, Magela Baudoin y Giovanna Rivero. 

“Esta segunda versión del Encuentro Internacional de Narrativa consolida un espacio de reflexión de y sobre literatura, cuya pluralidad de voces y estilos ha permitido un diálogo amplio y fructífero no solo para los 20 participantes, sino para el público asistente. Este año tuvimos la visita de escritores de seis países y distintas ciudades del país, tanto de una larguísima y consumada  trayectoria como noveles, lo cual permitió un intercambio rico y desde variadas perspectivas”, comentó Baudoin.

Las mesas trataron diferentes aspectos sobre la creación, la escritura y la teoría literaria, fue ahí que destacaron figuras como Glantz, invitada principal de esta edición de la FIL, que compartió con la cubana María Elena Llana, el boliviano Alexis Argüello y la chilena María José Navia. A ellos habría que agregar nombres como el argentino Martín Castagnet, el paraguayo Luis Pérez Reyes y las bolivianas Claudia Peña e Irma Velasco, que animaron el diálogo en diferentes mesas. 

Dedicada a las poetas 
En tanto, el Encuentro de Poesía Ciudad de los Anillos consolidó un espacio en su quinta edición, que fue dedicada a las mujeres: 30 poetas de Bolivia y cuatro extranjeras dejaron escuchar su obra durante cuatro noches, en las que el público las acompañó de manera calurosa. Esto fue uno de los puntos que más destacó el poeta Gabriel Chávez, organizador del encuentro junto a Gary Daher. “Existe ya un público interesado en la poesía, en los últimos años lo hemos estado generando con este encuentro, con la Semana de la Poesía, y de las lecturas en distintos puntos de la ciudad. Tuvimos casa llena todas las noches de lectura e inclusive con estas noches de sur. El fuego de la poesía prevaleció sobre el clima frío”, señaló Chávez. 

Poetas bolivianas como Matilde Casazola, Norah Zapata-Prill, o la española Ángeles Pérez, compartieron con autoras locales como  Marcia Mendieta y Valeria Sandi en estos días de lectura.

Literatura infantil y juvenil
El Encuentro Internacional de Literatura Infantil y Juvenil, que se desarrolló desde el 1 de junio, contó entre sus invitados al cubano José Manuel Espino y a la experta en literatura para niños, la uruguaya María Luisa de Francesco. Tanto los autores nacionales e internacionales compartieron experiencias, pero lo que más coincidencias generó fue el reclamo acerca del menosprecio que aún hoy se tiene a la narrativa infantil, que sigue siendo considerada un género menor de la literatura en muchos países. 

“El niño es el ciudadano del futuro y si a los 14 o 15 años le cuestionamos que no lee, es que no valoramos sus lecturas ni a los autores de sus lecturas”, reflexionó De Francesco.