Símbolos del reggae en el continente, Pericos sigue festejando sus más de 3.000 conciertos. La banda estuvo en La Paz. Habla el guitarrista y vocalista

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23 de julio de 2018, 7:19 AM
23 de julio de 2018, 7:19 AM

Pericos, una de las bandas referentes del reggae en español visitó Bolivia, como parte de los festejos por el aniversario de La Paz. Juanchi Bailerón habló de la historia y de las novedades del grupo. 

Desde que llegaron a los 3.000 conciertos, el 25 de junio del 2017, Pericos está viviendo días y meses intensos. ¿Cómo calificás este año?

Es muy fuerte todo lo que nos está pasando. Se consolidó nuestro disco aniversario y el DVD titulado 3.000 vivos, que hace un repaso por los grandes éxitos. Ese disco lo hemos presentado por todos lados, desde Cosquín en Argentina hasta el festival Vive Latino de México. Ha sido como un año de festejos, desde que se conmemoraron los 3.000 conciertos, además que recibimos el Gardel, el premio más importante de la música argentina, fue muy significativo para nosotros. 

¿Cómo les fue en Rusia?

Fue muy emocionante. Fuimos a tocar en medio del Mundial con Andrés Ciro (de Ciro y Los Persas). Visitamos tres ciudades y vimos tres partidos de Argentina. Nos volvimos a casa con el triunfo frente a Nigeria y, a pesar de que quedamos eliminados frente a Francia (risas), igual llegamos a casa contentos a preparar la gira, en esta ocasión por México y por Estados Unidos, en septiembre. La presentación final del disco será en octubre en el teatro Ópera de Buenos Aires. Así que son cosas muy emocionantes las que nos están ocurriendo y seguramente van a seguir. 

Son una banda que lleva 32 años tocando ininterrumpidamente. ¿Cuál ha sido la principal motivación para no parar?

Pienso que es la determinación de seguir siendo una banda, de seguir divirtiéndonos, de vivir la música y saber que esto es una forma de vida. Si no lo pensás así, los cambios te afectan. Se trata de hacer las cosas lo más coherente posible con la realidad, para cometer la menor cantidad de errores que se pueda. 

¿En qué medida afectó la salida de Bahiano a la dinámica de composición en el grupo?

Digamos que la dinámica siempre estuvo antes de que él se fuera. Luego encaramos cosas que surgieron más desde lo personal y lo grupal. Siempre depende del humor que tenemos cuando vamos a encarar un material nuevo. Las musas llegan de diferente manera. Hemos tenido momentos difíciles, sin duda. La salida de Bahiano y la muerte de Horacio (Avendaño, saxofonista fundador del grupo), que falleció hace cinco años, fueron algunos de ellos. Así que estamos viviendo la vida como una familia que sigue junta a pesar de todo.

Contamos de tu pasión por el vino y adónde te ha llevado… 

El enólogo Marcelo Pelleriti, que trabaja en bodegas de chateau francés, tiene muchos logros y vinos con puntajes altísimos, es músico y muy amigo de nosotros. Una vez me regaló una barrica, que la llenamos con otros toneles y variedades. Luego hicimos mi primer blend y surgió la idea de hacer un vino para salir al mercado. Así nació el Malbecaster, un juego de palabras entre Malbec con la guitarra Stratocaster, además un rosado que se llama Pink Flood (inundación rosada), que hace referencia a Pink Floyd. 

¿Qué significa para ustedes interpretar reggae? 

En su momento fue una novedad, porque había muy pocos artistas, como Sumo y los Abuelos de la Nada, que lo interpretaban. Lo nuestro surgió como una devoción hacia los discos que escuchábamos, cosas que tenían que ver con el rastafarismo, pero más ligado a una vocación artística, no estábamos levantando una bandera. Nos identificábamos con cierta estética, pero el reggae fue más un vehículo para encontrar nuestra identidad. 

En Bolivia, Matamba es uno de los que levanta la bandera del rastafarismo, incluyendo la impronta religiosa. ¿Qué te parece lo que hace?

Me parece perfecto, porque todo en él es auténtico. Es un tipo sumamente sensible y ligado a lo espiritual. Cuando alguien lo vive de esa forma, tan espontánea y natural, es sumamente valioso. Yo lo aplaudo, porque, además de un gran artista, es una persona muy coherente con lo que siente y con lo que cree.