Se acaba de publicar la Obra reunida del autor paceño, gracias a la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia. Contiene gran parte del trabajo de Suárez e incluye su novela El otro gallo, escrita y ambientada en esta ciudad 

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16 de enero de 2018, 4:00 AM
16 de enero de 2018, 4:00 AM

Era 1991 cuando Jorge Suárez publicó una pequeña novelita que llevaba por título El otro gallo; una pieza escrita con genialidad cuyo origen se remontaba a comienzos de los 80, cuando Suárez llegó a Santa Cruz a dar un taller de escritura a un grupo de jóvenes autores de esta tierra. Fue aquí que le contaron la historia de un bandido en decadencia que Suárez reprodujo a su manera, con el protagonismo de Luis Padilla Sibauti como el ‘Bandido de la Sierra Negra’ y su grupo de tertulia. El otro gallo fue elegida en 2009 como una de las 15 novelas fundamentales de Bolivia. 

Este y otros textos de Suárez han sido publicados recientemente por la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB), en un solo volumen llamado Obra reunida, que ya está siendo distribuido en las librerías del país. 

En Santa Cruz
Jorge Suárez llegó a Santa Cruz en 1985 a impartir lo que ahora se conoce como el Taller del Cuento Nuevo. En ese entonces Marcelo Araúz dirigía la Casa de la Cultura cruceña y quería brindarles a jóvenes escritores cruceños la oportunidad de crecer de la mano de una personalidad de la literatura boliviana, como era Suárez. Entre esos jóvenes literatos estaban Blanca Elena Paz, Amílkar Jaldín, Óscar Barbery S. y Beatriz Kuramotto, solo para citar algunos que destacaron de ese grupo. 

“Ya habíamos organizado algunos pequeños concursos donde ganaron Oscar Barbery y Carlos Hugo Molina, por ejemplo, pero queríamos hacer algo más, darle más posibilidades”, recordó Marcelo Araúz. “Había un vacío en la literatura cruceña que quisimos que Jorge llene con este taller”, manifestó Araúz. 

“Aquí Jorge se sintió a gusto, él incluso me ayudó a redactar los estatutos de la Casa de la Cultura”, dijo Araúz, que también mencionó que acá, en Santa Cruz, Suárez hizo bastantes amigos y que incluso llegó a conocer  el poema Paquito de las salves, de Marceliano Montero Villa, que él se encargó de reescribirlo de una manera clásica. Aunque este texto no está incluido en la Obra reunida de la BBB ni su labor periodística. Lo que sí está en el libro es casi toda su obra poética, su libro de cuentos Rapsodia del otro mundo, la novela El otro gallo y su novela Las realidades y los símbolos, publicada de forma póstuma en 2001. (Suárez nació en 1931 en La Paz y falleció en Sucre en 1998). El encargado de esta edición fue el crítico literario cochabambino Luis H. ‘Cachín’ Antezana. 
Alumnos y amigos

“Cuando recuerdo a Jorge Suárez, recuerdo el énfasis de sus charlas; especialmente un gesto que repetía a menudo en sus disertaciones en el café: cada tanto te daba un pequeño golpe con el codo o con la mano al tiempo que decía ¡Oye! ¡Oye!, reafirmando lo que decía”, menciona Óscar Barbery, uno de los  alumnos del Taller del Cuento Nuevo y amigo de Suárez.

Barbery ya había trabajado antes del taller con el autor de El otro gallo, cuando él dirigía un suplemento literario que, apoyado por la Casa de la Cultura,  lo publicaba el diario El País, en 1980. “Después dejó la dirección del suplemento para dirigir el diario mismo; dejándonos a cargo a Amilkar Jaldín y a mí”, recordó Barbery. 

Para el narrador cruceño, el gran aporte de Jorge Suárez a los integrantes del taller fue animarlos a discutir y a criticar sus propias obras. “Nos convencía, en cada clase,  que éramos escritores y le creímos. Algunos le seguimos creyendo hasta hoy”, dijo Barbery, autor de Cuentos para leer con asco.  

“Lo más enriquecedor del taller sucedía después, salíamos del ‘aula’ y un grupo nos íbamos con Jorge a los cafés a escuchar sus anécdotas, sus citas,  párrafos enteros- dichos de memoria- de los escritores que él admiraba. Gozábamos de sus ocurrencias irónicas con las que defenestraba a sus enemigos y de su pasión generosa cuando hablaba de la gente que estimaba. En esas charlas nos hacía amar la literatura”.

Barbery no puede decir con precisión en qué medida este taller impulsó el desarrollo de la literatura local, para él, su influencia está en el trasfondo de cada uno de los que lo quisimos. “Yo, cada tanto,  leo a Jorge. Especialmente dos libros: Sonetos con infinito (¿no es un título hermoso?) y Serenata, que contiene letras de canciones. Curiosamente, estos dos libros me los regaló mi hijo Sergio, hoy  un joven escritor de 30 años. Quiero creer, con esto, que la obra de Jorge superó la prueba del tiempo”.

El poeta Gabriel Chávez  editó un libro en homenaje a Suárez, Patasca y cerveza helada, donde participaron 10 autores que llegaron a conocer al escritor paceño. Para Chávez, la publicación de Obra reunida, de Suárez, es un paso muy importante para que las nuevas generaciones de lectores conozcan la producción de este valioso escritor boliviano, considerando que muchos de sus libros se encuentran actualmente agotados o no son asequibles en todo el país. “Pienso en Rapsodia del cuarto mundo, donde están algunos de sus mejores cuentos; Sonetos con infinito, toda una joya del género; Sinfonía del tiempo inmóvil o su memorable Oda al Padre Yunga”, señaló Chávez.