Los votantes son 8.000 miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Todos son profesionales del cine

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22 de febrero de 2019, 4:00 AM
22 de febrero de 2019, 4:00 AM

Casi 8.000 personas han votado hasta el martes 19 de febrero, último día para elegir a los ganadores de los Óscar, los premios más prestigiosos del cine, que se entregarán el 24 de febrero en Hollywood.

Todos los votantes son miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, ubicada en Los Ángeles. Deben ser profesionales del cine, de una de las 17 áreas de la industria (actores, estilistas, diseñadores de vestuario, editores, productores, directores, guionistas, etc.).

Los candidatos a integrar la institución deben ser propuestos por al menos dos miembros de la Academia, con la excepción de los nominados al Óscar y ganadores de la estatuilla, que pueden postularse directamente.

Después de estudiar cada caso, la decisión final recae en el Consejo de Gobernadores de la Academia.

Los miembros de la Academia disfrutaron durante mucho tiempo del derecho a voto vitalicio, pero desde 2016 se ha limitado a un periodo renovable de 10 años para evitar que quienes abandonen la industria del cine durante mucho tiempo puedan seguir votando. La Academia ha tratado siempre con reserva la lista de votantes, aunque nada impide que estos privilegiados hablen de su condición en las redes sociales o en cualquier ámbito.

La mayoría de los nominados son elegidos por los miembros de su área profesional: los actores votan por los actores, los directores por los directores y así sucesivamente.

Por otro lado, todos los miembros de todas las áreas pueden votar por la mejor película del año.

En 23 de las 24 categorías, quien obtiene más votos gana.

Mejor película

Pero la categoría a ‘mejor película’, el premio mayor de los Óscar, es una excepción. Desde 2009 se rige por un complejo sistema de votación ‘preferencial’ que consta de varias rondas en las que participan todas las ramas y disciplinas.

Cada votante debe colocar por orden de preferencia las películas en competencia (ocho este año) pero, a menos que obtengan la mayoría absoluta de inmediato, no gana de forma automática la cinta que reúne el mayor número de primeros lugares.

Tras cada ronda de votación, la última película se elimina y los votos asignados a las películas restantes se reasignan de acuerdo con la ‘preferencia’ más alta de la lista.

El resultado de este sistema es que, a menudo, la película que gana es la que acaba en segunda o tercera posición en el mayor número de boletas, no a la cabeza.

“La idea de este voto ‘alternativo’ era reflejar los deseos del mayor número de votantes, pues de lo contrario existía el riesgo de terminar con una película que el 25% de las personas adoraba pero que el resto no podía soportar”, explicó entonces Ric Robertson, responsable de la Academia durante esta reforma, acordada desde 2009.

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