El comentarista deportivo de Red Uno llamó ‘idiotas’ a quienes lo insultaron en las redes sociales por su forma de transmitir partidos y volvió a encender la mecha del debate 

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17 de julio de 2018, 14:30 PM
17 de julio de 2018, 14:30 PM

“Quiero creer que fue un momento de descontrol, idiota es quien escribe de alguien porque no tiene nada más que hacer y se prende de las redes sociales; pero más idiota sería el que consume y comparte, ese es más idiota todavía", dijo Asbel Valenzuela en la emisión del programa mundialista de la Red Uno. Una vez más, acaparó la atención. Defendido u odiado, es todo menos indiferente.

Y aunque el momento no le resulte grato por el mal sabor de las redes sociales, de lo que no queda duda es que en la memoria colectiva quedará grabado el nombre de Asbel Valenzuela en la historia de las transmisiones de la Copa Mundial de Fútbol.

“Adjetiva como ‘idiotas’ a sus críticos en las redes sociales  y, paradójicamente, les agradece por hacerlo más mediático. La crítica seria lo cuestionó por su falta de preparación para debutar como relator del Mundial y no aprovechar para su marketing televisivo este gran acontecimiento. En vez de descalificar a los cibernautas, generalizando, debería hacer una autocrítica y superarse como periodista deportivo. Es evidente que ciertos fanáticos bajaron el volumen en sus televisores y buscaron en radio, internet o satélite audios alternos. Que deje de victimizarse y complicarse la vida”, opinó el analista de medios Max Torres.

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Precisamente, Asbel confesó que las críticas cruzaron fronteras, se convirtieron en insultos y amenazas de muerte. “Si tienen críticas, háganlas, pero con respeto. ¿Por qué amenazan sin sentido, para amedrentarme? No hice nada a la gente”, dijo a EL DEBER.

Lo apoyan

Hay quienes reconocen que la combinación de época de redes sociales con el apasionamiento por el fútbol deja como receta un poco de crueldad.  

Para Bismarck Kreidler, reconocida figura en el ámbito deportivo, “la gente debería medirse, en gran parte hay abuso de las redes sociales, basta ver a la simpática señora de Croacia, a la que supuestamente le sacaron fotos hasta en traje de baño y no era ella, se abusa y no es correcto. Tiene que terminar”, opina, pero también hace una sugerencia a Asbel. “Si lo han criticado, hay que quedarse callado, ver quién tiene y quién no tiene razón y no contestar, porque en este oficio no hay que estar contestando, sino más bien darse cuenta de que de repente necesita mejorar”, argumenta.

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Ernesto Moreno, compañero de set de Asbel durante la transmisión del Mundial Rusia 2018, aunque prefiere ser cauto por pertenecer a otra red televisiva, Unitel, le da su apoyo. “Es un tema delicado, siendo yo supuestamente de la competencia. Sin embargo, he intentado ayudar y sacar las cosas adelante en equipo, como tiene que ser, porque lo importante era que la gente tenga lo mejor que podíamos dar y por eso nos esforzamos. La gente se apasiona de tal manera que a veces no piensa en lo que hace o dice”, lamenta quien ha transmitido cinco mundiales y agradece la fortuna de no haber sufrido ese ciberbullying. 

“Esto de las redes sociales es arma de doble filo, hoy dicen que eres el mejor y mañana te destrozan. Es tan fácil escribir en alguna red, está bien que critiquen porque nadie es monedita de oro para caer bien a todos, pero siempre exageran por la facilidad que tienen de escribir. Es duro ser figura pública en estos tiempos de redes; nadie es perfecto, pero es la nueva tendencia y hay que aprender a vivir con eso”, opina.

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Sobre lo vivido en el mes de Mundial, Asbel dijo que le tocó afrontarlo con mucha madurez. “Lo que dije no era rabia ni bronca. Simplemente quiero que reflexionemos como sociedad, no fue pataleta; no estamos bien, hoy me tocó a mí, lo supe manejar y me supe cuidar. Tenía que cumplir mi labor, tanto en las transmisiones como en el canal (Red Uno). Me tocó llevar una mochila muy pesada”, aseguró la figura del canal naranja.

Según el paceño, de 39 años, debido a las amenazas tuvo que aplicar un plan de seguridad personal durante su estadía en Santa Cruz, y llamó a la sociedad boliviana a ser más tolerante.

Asbel asegura que, a pesar de todo, está abierto a las correcciones. “Estoy convencido de que si me equivoco o estoy errado podemos debatirlo con la actitud necesaria. Me encanta tener el diálogo con la gente, me fascina, pero no con insultos ni con amenazas o burlas sin conocerme.

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No me conoce. Sacaron una conclusión sobre mi voz y se desencadenaron otras situaciones. ¿Qué puedo hacer? ¿Volver a nacer? ¿Hacerme una operación de la garganta para cambiar el tono? Es una locura”, cuestionó.

Lo cierto es que los comentaristas de anteriores generaciones estuvieron menos sometidos a la lupa colectiva de las redes sociales. “Transmití varios mundiales y nunca tuve problemas, pero no había redes”, reconoció Kreidler.