Seis artistas bolivianos y cuatro chilenos reflexionan a través de sus obras acerca del tema. La muestra se realiza en Ecuador y es un proyecto de Eduardo Ribera 

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2 de marzo de 2018, 4:00 AM
2 de marzo de 2018, 4:00 AM

El artista y curador Eduardo Ribera Bluebox sostiene que el tema marítimo sigue siendo una pregunta sin respuesta. 
“Por lo menos una respuesta clara, compartida, consensuada, acordada no existe.  Los Gobiernos no han podido sostener un discurso coherente, tampoco han generado espacios para la discusión, reflexión y encuentro de las dos posiciones”. Frente a ese escenario beligerante del que no hay expectativas de salir pronto, el arte puede tender puentes y establecer un espacio de reflexión para conocernos mejor. 

Es por eso que Ribera desde 2012  dio inicio a un proyecto en el que artistas de ambos países se reúnen cada dos años en una muestra conjunta en la que a través del videoarte, la instalación, la fotografía, la performance y otras expresiones del arte contemporáneo tratan de dilucidar  alguna respuesta a la interrogante ¿Mar para Bolivia?  

Este año la muestra se ha trasladado a Guayaquil, Ecuador, donde ayer se inauguró en el Museo Nahim Isaías, en la que exponen sus trabajos seis artistas bolivianos (Alejandra Alarcón, Erika Ewel, Nadia Callaú , Ana Carola Vargas, Maximiliano Siñami y Alejandra Dorado),  a los que se les han unido cuatro chilenos   (Mario Z., Carla Garlaschi, Claudia Müller y Mara Santibañez).

Los artistas que forman parte de esta muestra son una selección de los que desde 2012 han sido parte del proyecto. Por temas de logística y económicas sese ha optado por obras que sean fáciles de transportar, “pero  todas son obras poéticas y tienen una forma crítica de abordar el tema desde otros puntos de vista y no desde la rutina política o económica y uno se llega a enterar que la costa marítima de Chile tampoco le pertenece a los chilenos, sino a cinco industrias,  empresas transnacionales de  familias extranjeras y que el mar se convierte en un brazo de este capitalismo que lo devora todo”, explica el curador de la muestra. 

Las  propuestas que han llevado  los artistas es bastante libre y no está sujeta a ciertas normas de convivencia entre ellos.  “En  realidad todo es muy orgánico. Yo entiendo a los artistas como seres sensibles que tienen otra cosmovisión mucho más amplia, por lo cual la territorialidad está más ligada  a un comportamiento más primitivo y animal, porque son los animales los que orinan y defecan su territorio para defenderlo a muerte”, enfatiza Ribera.

¿Por qué se hace la exposición en Ecuador? Ribera indica que un primer motivo fue que en ese país “hay un interés por conocer cómo se reflexiona acerca de un tema limítrofe, porque ellos también lo tienen con Perú y fue gracias a las gestiones de Cuty Espinel, directora del museo que acoge la muestra y del curador Hernán Pacurú, que se hizo posible”.  

El segundo motivo tiene que ver con una política adoptada por el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santa Cruz de la Sierra, de tratar de visibilizar y mostrar en otros países el trabajo de los artistas nacionales.