Hasta hace un mes fue uno de los tres socios de la empresa teatral. Después de 33 años en esas tablas vendió sus acciones a Ernesto Ferrante y Hugo Daza

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27 de junio de 2018, 4:00 AM
27 de junio de 2018, 4:00 AM

Formado en periodismo y encaminado por la vida en las rieles del teatro durante 52 años, Adolfo ‘Oso’ Mier Rivas se hizo a un lado del que fuera su trabajo por 33 años, Chaplin Show. 

Con 78 primaveras, no teme empezar de nuevo y para él, la decisión no es una jubilación, sino el inicio de nuevas cosas.
Hace un mes, el cargo de director general y guionista de Chaplin ya no lleva su nombre, pero recién quiso hacerlo público. Reconoce la nostalgia, pero asegura que se va en paz y sin conflictos, luego de vender sus acciones a los otros socios, Ernesto Ferrante y Hugo Daza, justo dos meses antes del aniversario número 33 de ‘su casa’.

¿Cómo quedó la amistad?
Quedó bien.
 Usted era el guionista ¿Y ahora qué?
Guionista y director general, tuve esas funciones durante 33 años y mis socios eran los actores. Entre los tres hicimos un emprendimiento en Santa Cruz, que fue muy próspero y la relación se mantuvo muy bien porque es difícil sostener sociedades de largo tiempo, gracias a que teníamos códigos éticos muy marcados y un protocolo familiar porque había familias en medio. También hicimos una especie de constitución política que fue inquebrantable hasta el fin de la sociedad.
 ¿Cuánto hace que no está?
Legalmente hace casi un mes. Poco antes puse a disposición mis acciones y ellos las compraron; no anunciamos nada a la prensa porque como estaban en el último show de la temporada, que lleva mi firma como autor y director, me mantuve en silencio.
 33 años no son chiste
Pese a que Chaplin cumple 33 años el 28 de agosto, la sociedad  había sido suscrita el 1 de junio, cuando llegamos a Santa Cruz; ha sido un largo recorrido de mucho esfuerzo, entrega y comunicación e indudablemente que nos ha dado gran éxito porque el socio más importante que hemos tenido ha sido el público.
 ¿Qué planes tiene?
Haré cualquier cosa, menos jubilarme. Descansar, viajar y después veremos qué hacer. Estoy desarrollando un proyecto periodístico. Claudiqué en los brazos del teatro, pero ahora volveré a mi profesión matriz, el periodismo. Por 52 años hice teatro, estuve en mi Compañía Nacional de Teatro Hombres Trabajando, donde me hice escritor y director con 22 obras escritas, y un año en Tralalá. 
 ¿Es cierto que por usted también se han ido de Chaplin su hijo Sergio Mier, Oliver Montoya y Sibele Ortiz?
Puedo contestar por Sergio, obviamente es mi hijo y quiere estar al lado de su padre, es por solidaridad, y Oliver realmente quería tener una pausa, un descanso  por una o dos temporadas. Con Sibele no he hablado en relación al motivo que ha impulsado su salida.
 ¿Qué rol desempeñaba Sergio en Chaplin?
Era asistente de dirección, pero mis socios lo retiraron por cuestiones presupuestarias antes de la ruptura de la sociedad, aunque eso no incidió en mi retiro. Tampoco seguirá en actuación, en ninguno de los planos, se ha salido por completo.

¿De quién era la sede física de Chaplin?
De los tres.

Además de comprar sus acciones ¿Lo indemnizaron?
Sí, llegamos a un acuerdo económico.

¿Quedó conforme?
Si me salí es porque quedé satisfecho.

 ¿Por qué hacer pública la ruptura un mes después?
El público, por respeto, tiene todo el derecho de saber que ya no soy parte de Chaplin Show y Chaplin Show tiene el derecho de caminar por su cuenta.

¿Son épocas difíciles en Chaplin?
Tengo que contestar por mí, estoy muy satisfecho de haber estado en Chaplin y ahora estoy muy tranquilo de no estar.

¿Hay nostalgia?
Claro que sí, los artistas sentimos muchísima nostalgia porque Chaplin no es un edificio o un local, es toda la historia, no solo de esta parte, sino del teatro cruceño porque yo, personalmente, hice más de 40 talleres y he formado a cualquier cantidad de gente, con ellos hice elencos de teatro, Brujangas, Chapliniños, generamos un movimiento cultural no solo para nosotros, sino para Santa Cruz. Muchas de esas personas están en la TV, es gente que ha empezado conmigo y eso obviamente me da nostalgia, pero esa es la realidad y la asumo tranquilamente. Los éxitos siempre han sido compartidos con la gente con la que he trabajado a nivel personal y societario.

¿Esa nostalgia es suficiente para iniciar un nuevo elenco?
No he pensado en eso porque es un emprendimiento muy serio, pero momentáneamente no está en mis planes.

Es de los pocos que pudo vivir del teatro.

Al principio era grave porque debíamos tener otras acciones paralelas para completar la olla, pero en unos años me dediqué solo a hacer teatro y puedo decir que he vivido de él.

Tiene una fama ganada, pero también 78 años ¿Le asusta empezar a esta edad?

No, la edad nunca ha sido problema, si me hubiera asustado no me hubiera salido porque no hubo un motivo de conflicto, simplemente pensé que mi ciclo ahí había terminado, y lo que haré es algo que no está pensado, pero lo menos que tengo es temor.

A veces la gente quiere cambios, pero siempre hay una circunstancia específica, detonante de la decisión...

Por un lado el cansancio, como yo dirigía Chaplin muchas veces debía ir todas las noches, ver 80 veces el mismo show, cuando la pieza ya está lista y camina sola. Quizás también me abrumó un cuerpo administrativo muy grande, medio burocrático, que no está mal, pero pertenezco a otro ciclo, con base en la fe en uno mismo y el trabajo duro.