Es la primera vez que una película de animación inaugura el prestigioso festival de cine. Bill Murray, Jeff Goldblum y otros destacados actores le ponen voz a los personajes

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15 de febrero de 2018, 12:13 PM
15 de febrero de 2018, 12:13 PM

 La Berlinale abrió con "Isle of dogs", un cómic de perros parlantes dirigido por Wes Anderson, que colocó sobre su alfombra roja a Bill Murray, Jeff Goldblum, Tilda Swinton y Greta Gerwif, algunas de las voces ilustres de esta parábola de poderes humanos corruptos y canes deportados.


 La técnica del "stop motion" sustituyó a los actores, pero la dirección de la 68 edición del festival se las arregló para no dejar su jornada inaugural sin el necesario aporte de estrellato, con la presencia de los intérpretes que doblan a las figuras del filme.


 "Es como rodar una especie de 'We are the world' con las mejores voces del cine", respondió Murray, el perro "Boss" en la película y de algún modo el "jefe" de la tropa de Anderson, a la pregunta de qué siente siendo apenas una voz, no un rostro.


 "Es un homenaje a Kurosawa", apuntó el director, respecto a un filme de producción e inspiración japonesa, que parece recrear un mundo post-catástrofe nuclear de Fukushima y donde la pérdida de valores se sintetiza en la traición al más leal amigo, el perro.


 A "Isle of dogs" le correspondió el honor de ser la primera película de animación que abre una Berlinale, en lugar de cualquiera de las restantes 18 aspirantes a oso con interpretación humana.


 Más reflexiva que electrizante, sitúa al espectador ante crueles humanos que parecen ladrar, mientras los canes se expresan en perfecto inglés y que, pese a estar abandonados en un basurero, conservan los valores que quiso erradicar un alcalde corrupto.


 Los perros quedaron deportados en una isla vertedero de residuos químicos o radioactivos, a la que llega el joven piloto Atari en pos de su mascota, Stops, un ejemplar de ojos azules muy parecido a un can callejero, que vive traumatizado porque una vez mordió a su amo.
   "Es un espejo de la sociedad de hoy en la que dejamos que los perros nos transporten de regreso a la humanidad", afirmó el director estadounidense, respecto a su segunda película de animación, tras "Fantastico Mr. Fox" (2009).


 "Isle of dogs" aportó a la Berlinale la necesaria dosis de estrellas, a pesar de la ausencia en la presentación a los medios de las más mediáticas voces que se pusieron al servicio de Anderson, Scarlett Johansson y Edward Norton.
 Los presentes se comportaron como hermanados colegas y hasta entonaron para las cámaras un par de cantos "a capella" -incluido el "happy birthday" a Koyu Ranki, el niño que pone la voz a Atari.


 "Isle of dogs" supone el regreso a Berlín de Anderson, quien en 2001 competió con "The Royal Tenenbaums", en 2004 lo hizo con "The Life Aquatic with Steve Zissou" y en 2014 ganó el premio especial del jurado con "Grand Budapest Hotel".
 La película rompió el hielo del desfile de aspirantes al Oso de una Berlinale que, como dijo el presidente de su jurado internacional, el director alemán Tom Tykwer, hace para muchos las funciones de "expendedor de energía" contra el invierno berlinés.


 "No conozco a nadie, directores o público, que no se alegre cada febrero con la llegada de la Berlinale", afirmó Tykwer, en la presentación de su equipo ante los medios.
 La lista de filmes a concurso que se verá en los próximos días combina a directores consagrados, como los franceses Cédric Kahn y Benoit Jacquot, con nuevos talentos como el paraguayo Marcelo Martinessi y el mexicano Alonso Ruizpalacios, únicos cineastas de América Latina en la competición de la sección oficial.

 El jurado de Tykwer entregará sus osos el sábado 24, mientras que el domingo siguiente se cerrará oficialmente la Berlinale con el llamado Día del Espectador.