Un estudio de la UPSA demostró que dos terceras partes de 100 empresas encuestadas en Santa Cruz, no cuentan con planes formales de sucesión. Las más exitosas aplican protocolos familiares, que trazan el camino a seguir

23 de abril de 2024, 18:00 PM
23 de abril de 2024, 18:00 PM

El 12 de abril de 1977, María Luisa Landívar de Justiniano rompió el tradicional concepto de restaurante en Santa Cruz, al incorporar una comida poco conocida por los cruceños: el pollo a la broaster. El negocio pronto se convirtió en la nueva sensación y lo bautizó “Chuy” -el sobrenombre de María Luisa-, ubicado en su casa de la calle Monseñor Salvatierra, en el barrio San Roque.

A mediados de los años 80, el restaurante ya se había convertido en una cadena de comida rápida, con la participación de sus seis hijos, quienes decidieron crear la Corporación Chuy, mediante un ‘pacto familiar’. Hoy, la empresa la dirige la tercera generación de la familia Justiniano y cuenta con 26 sucursales diseminadas en Santa Cruz, La Paz, Tarija y Trinidad. Además, genera más de 250 fuentes de empleo.

Hace pocos meses, con el asesoramiento de Cainco, Chuy formalizó su ‘Protocolo Familiar’, que sienta las bases de todo el manejo de la corporación, mediante el consejo familiar, así como los planes de sucesión, resaltó Eduardo Antelo, gerente de la corporación.

Un reciente estudio de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA), demostró que solo el 20% de 100 empresas familiares encuestadas afirma contar con planes o protocolos formales para la sucesión. La investigación, titulada “Sucesión familiar en empresas cruceñas: factores de éxito y fracaso” precisó que la mayoría carece de planes formales que tracen el futuro. De hecho, más de la tercera parte (35%) señala no tener ningún tipo de plan y un 7% de encuestados desconoce de su existencia.

Los docentes investigadores, Gaby Lourdes Negrete y Roberto Catalino Pérez, manifestaron que es necesario reforzar la toma de conciencia de la importancia de planificar anticipadamente las sucesiones entre las familias empresarias de Santa Cruz.

“No pocas empresas familiares cruceñas han logrado mantener su actividad económica a lo largo de varias generaciones. Ello es muestra evidente de la capacidad para adaptarse a los cambios económicos y mantenerse competitivas de manera sostenida. Una de las principales fortalezas de las empresas familiares en Santa Cruz, radica en su fuerte arraigo local y su compromiso con la región. Muchas se han convertido en pilares fundamentales de la economía local”, destacaron los investigadores.

De acuerdo con el estudio, las empresas familiares son actores principales de la economía boliviana, siendo su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) del 29%. En el caso particular de Santa Cruz, los sectores que han sustentado este desarrollo son: agronegocios, comercio y servicios; todos eminentemente familiares.

“Para el modelo de desarrollo cruceño y progreso de la región, es fundamental que la empresa familiar subsista. El perdurar significa, lograrlo en términos de competitividad de mercado, pero también en cuanto a sucesión familiar exitosa”, apuntó Negrete.

Por su parte, Pérez subrayó que la sucesión es la prueba de fuego de la empresa. “El dar respuesta a la pregunta: ¿a quién se selecciona como sucesor? El nuevo líder deberá de mantener vivo el espíritu emprendedor y consolidar la competitividad. Esta problemática es especialmente relevante durante el paso de la primera a la segunda generación”, indicó.

Sucesión familiar

Éxito familiar

Farmacorp es otro caso de éxito de empresa familiar en Santa Cruz. Sus inicios se remontan al 17 de abril de 1937, cuando el bioquímico Osvaldo Gutiérrez crea Farmacia Gutiérrez, a una cuadra de la plaza 24 de Septiembre. Luego, el negocio pasa a manos de sus cuatro hijas, quienes en 1964 dan forma a Farmacias Santa María, que incursiona en el concepto de cadena.

En la primera década de los años 90, las nietas y nietos de Osvaldo Gutiérrez se integran al negocio familiar y deciden fusionar ambas farmacias en la marca Farmacias Corporativas S.A. (Farmacorp), en el año 2000. Y en 2022 nace Nexocorp, la marca paraguas de los negocios del grupo empresarial Gutiérrez, que integra a la cadena Farmacorp, Farmacias Dr. Osvaldo, supermercados Amarket y franquicias como Pizza Hut e inversiones inmobiliarias Bendita.

“Uno de los aspectos que ha sido importante en las últimas décadas, es el apoyo permanente del Consejo Familiar. Nuestros accionistas siempre han priorizado la familia y han reconocido, con humildad, los liderazgos asumidos y el trabajo de quienes están ejerciendo funciones ejecutivas en las empresas y sus unidades de negocio, respetando todas las decisiones que se toman en el directorio y los procesos de aprendizaje de cada momento”, resaltó María del Rosario Paz, presidente de Nexocorp.

Según la ejecutiva, la familia tiene una gobernanza y las instancias desde donde se ven los intereses familiares, los accionarios y los de gestión. “La sucesión está planificada, inicialmente he tomado la posta del liderazgo, pero cada familia tiene una representatividad en las instancias que hemos creado”, detalló Paz, al mencionar que la empresa, con 87 años, se encuentra en su tercera generación y es un caso de éxito no sólo por su permanencia en el tiempo, sino porque fue resultado de una fusión de empresas familiares.

La Casa del Camba también es un exponente de empresa de sucesión familiar planificada. Fue fundada el 6 de diciembre de 1986 por Juan Carlos Medina Anzoátegui, como un restaurante de comidas típicas de calidad, con limpieza y en un lugar acogedor en el centro de la ciudad.

El negocio fue apuntalado por su esposa, Rosa Parada, quien ha dado paso a sus cuatro hijos, quienes a su vez ya preparan a la tercera generación para llevar las riendas de la marca que incluye un restaurant estilo campestre en el Urubó y una industria alimenticia.

“La filosofía con la que se ha trabajado siempre es que el esfuerzo individual es para el bien común de todos; se trabaja bajo una misma visión y objetivos. Vale recalcar que siempre se ha trabajado con los pilares de honestidad, buen trato, tanto a nuestros trabajadores como a los clientes y con la humildad por delante, que es algo que siempre se estableció para seguir adelante”, resaltó Fernando Medina, vicepresidente de la Corporación Casa del Camba.

El heredero de la empresa gastronómica, sostuvo que la sucesión de la administración se viene trabajando desde hace muchos años atrás. “El trabajo de mi hermano Juan Carlos, desde los inicios del restaurante, permitió que él sea el que tome el liderazgo de la corporación, por su experiencia y visión empresarial. Asimismo, el resto del directorio no deja de capacitarse para, en algún momento, apoyar o, en su defecto, tomar el timón de la empresa”, señaló Medina, a tiempo de mencionar que su madre todavía trabaja de manera activa y es la que toma la decisión final en el directorio.

Buscar asesoramiento

El reconocido abogado corporativo, Juan Carlos Urenda, manifestó que en los países en desarrollo como Bolivia, la gran mayoría de las empresas son de naturaleza familiar, que devienen de un patrimonio importante labrado por los padres o los abuelos. Sin embargo, muy pocos de estos patrimonios están estructurados de acuerdo a las técnicas modernas que existen para generar crecimiento y evitar problemas familiares, que son los más difíciles de resolver por los impulsos afectivos que envuelven las controversias entre familiares.

“En la normativa boliviana, las formas más usadas son las sociedades comerciales de responsabilidad limitada y las anónimas, siendo estás últimas las más recomendadas por su cualidad de estar administradas por un directorio, en el que es recomendable que participen miembros de la familia conjuntamente con no miembros de la familia, que aportan conocimientos, experiencia e imparcialidad”, detalló Urenda, quien destacó que la modalidad ‘Protocolo familiar’ debe estar diseñada para la administración de patrimonios importantes, con la participación de especialistas.

Por su parte, el abogado corporativo Luis Moreno, señaló que más allá de un mero documento, los protocolos familiares deben tener un firme compromiso de cumplimiento, tanto moral y éticamente. “Lo principal es tener un plan sucesorio claro, bien estructurado, donde participan abogados y personas que pueden ayudar a la comunicación de todo esto”, recalcó.

En ese sentido, advirtió que se debe tomar mucho cuidado con la figura de herederos, ya que al fallecer el ‘paterfamilias’ pueden surgir dificultades, sobre todo cuando algún miembro de la familia considera que la distribución de la herencia fue injusta. “Hay que tener mucho cuidado hasta en los testamentos”, añadió Moreno.