Crisis. Los años pasan y en Santa Cruz no hay soluciones para la deforestación, avasallamientos e incendios forestales, entre otros desastres ambientales

24 de septiembre de 2023, 21:54 PM
24 de septiembre de 2023, 21:54 PM

Santa Cruz quiere lograr la resiliencia ambiental. La brutal deforestación, los avasallamientos y los incendios forestales azotan al departamento cruceño desde hace años y no hay una medida concreta para parar los daños ambientales. Los expertos ven que la agroindustria y la ganadería deben ser normadas con el fin de evitar más depredación en los bosques cruceños.

En 2022, en Bolivia se logró alcanzar una cifra récord de deforestación: un 32% más a comparación del año anterior, lo que representa 385.567 hectáreas de bosque húmedo primario y 595.996 hectáreas de cobertura arbórea. De esas impactantes cifras, un 41% de áreas deforestadas están concentradas en cinco municipios del departamento de Santa Cruz: San Ignacio de Velasco, Charagua, Pailón, Concepción y San José de Chiquitos.

Marlene Quintanilla, directora de investigaciones de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), afirmó que de las ocho millones de hectáreas perdidas en Bolivia en 2022, el 79% se concentra en el departamento de Santa Cruz. Asimismo, remarcó que la Chiquitania y el Chaco son las ecorregiones más acosadas por los desmontes, con una pérdida de superficie boscosa, cada una, del 30 por ciento.

“El bosque original que tenía Santa Cruz rondaba 32 millones de hectáreas, y ahora estamos por 26 millones. Son como seis millones de hectáreas menos; es el departamento que reporta más pérdida a nivel de Bolivia”, lamentó Quintanilla.

Caso preocupante

El caso más preocupante en el departamento de Santa Cruz es el del municipio de San Ignacio de Velasco. Solo el 70% de su extensión se mantiene con su cobertura forestal original. En esta población se perdió un 30% de su bosque, producto de varios factores, entre ellos, los incendios forestales, la expansión ganadera, el asentamiento de nuevas comunidades, la especulación de tierras y la ampliación de colonias menonitas. Todos estos factores obligan a que los campos de San Ignacio de Velasco sean devastados.

El biólogo Juan Carlo Catari, que fue parte del Colegio de Biólogos de Santa Cruz, ve que los sectores pecuarios y agrícolas están provocando altos índices de deforestación y cambio de uso de suelo sin revisión ni sustento técnico.

“Los cruceños recibimos septiembre ya no con el ‘cielo más puro de América’ sino con el humo de siempre y una oleada de focos de calor que se activaron con el final de la época seca. Y al igual que el 2019, el Acien Ñembi Guasu volvió a incendiarse, convirtiéndose en el ecosistema en mayor peligro de extinción de Santa Cruz, ya que ha perdido casi la totalidad de su vegetación natural y madura, quedando áreas degradadas por el fuego y que todavía intentan recuperarse”, alertó Catari.

De acuerdo con datos divulgados por la Gobernación de Santa Cruz, la cantidad de hectáreas afectadas por los incendios forestales en Santa Cruz subió de 44.000 a 50.000 hasta el pasado viernes. Sin embargo, gracias a las lluvias registradas en las últimas horas en algunos municipios, dos de los tres siniestros fueron mitigados; resta solo uno activo.

Los municipios de San Miguel, San Ignacio de Velasco y Concepción concentran la mayoría de los focos de calor en el departamento cruceño, remarcando que hasta la semana pasada se detectaron 314 nuevos focos de calor.

Ante ese panorama, con avasallamientos armados incluidos en varias áreas protegidas, en el departamento de Santa Cruz se quiere lograr la resiliencia ambiental.

El biólogo Catari consideró que “si bien los cambios económicos que estamos viviendo, inducen a que haya mayor deforestación, vemos nacer instituciones que intentan cambiar las formas clásicas de la agricultura y la ganadería, es así que se escucha más el tema de agricultura y ganadería regenerativa”.

Sequía
La deforestación y tala ilegal de árboles altera los ecosistemas

Santa Cruz vive su peor crisis climática

El incremento del calor en Santa Cruz se debe a la deforestación y la expansión agrícola.

El cambio climático en el departamento cruceño es una consecuencia y una causa de la expansión acelerada y descontrolada de la agricultura y la deforestación. Estos factores que dañan el medioambiente sin un control drástico están interconectados con el clima.

Entre 1981 y 2021, la temperatura promedio de Santa Cruz subió de 24,7 °C a 25,8 °C, lo que significa que el calentamiento de la región está por encima del calentamiento global, que aumentó 0,6 ºC en todo el planeta. Esto es producto del avance de la agricultura y el crecimiento de la deforestación que anualmente asciende a 300.000 hectáreas, según expertos.

“En cuatro décadas, mientras el calentamiento global aumentó 0,6 °C, la temperatura promedio de Santa cruz se incrementó en 1,1 °C, desde una media acumulada de 24,7 °C hasta 25,8 °C. La diferencia es del 83% con respecto al comportamiento global planetario.

Adicionalmente, Santa Cruz tiene un ritmo más acelerado de cambio climático. Cada diez años, la temperatura promedio aumenta entre 0.3 y 0.4 °C. En el peor escenario, Santa Cruz alcanzará 3,2°C de calentamiento al año 2060”, explicó Gonzalo Colque, investigador de la Fundación Tierra.

Sequía
La sequía es consecuencia de una depredación ambiental descontrolada

La deforestación

Para Colque, el problema es que la agricultura es causa y víctima de cambio de clima porque la ampliación de frontera agrícola que implica deforestación está generando que grandes zonas sufran un cambio de clima muy acelerado en Santa Cruz.

Estos cambios generan preocupación en zonas donde la producción a pequeña escala se vio afectada. Los cultivos que antes florecían sin problemas, ahora enfrentan sequías inesperadas, y la disponibilidad de agua se vuelve cada vez más incierta. Todo eso preocupa a Santa Cruz.