Plazo. Las firmas tienen entre 20 y 30 años para poder abonar los créditos con un interés de 1,2%. Hasta el 13 de septiembre la entidad desembolsó Bs 41.267 millones, de esta cantidad solo amortizaron Bs 12.860 millones

19 de septiembre de 2021, 4:00 AM
19 de septiembre de 2021, 4:00 AM

Nuevamente las empresas estatales vuelven a estar en el ojo de la tormenta. Esta vez desde la Asamblea Legislativa surgieron cuestionamientos sobre los recursos que reciben estas compañías frente a los ingresos que generan y la baja rentabilidad de algunas. Y no es para menos, dado que el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) durante los 14 años y nueves meses de la gestión de Evo Morales desarrolló todo un holding de empresas estatales, con créditos por 41.267 millones de bolivianos, que fueron desembolsados por el Banco Central de Bolivia (BCB).

Desde el 2010, año en que se comenzó a dar estos créditos, estas empresas amortizaron un 31,16% de los recursos entregados por el Estado y pagan tasas de entre el 1 y 2%. Las firmas tienen como objetivo encumbrar al Estado como principal actor de la economía nacional. No obstante, pocas son las que han logrado ese objetivo, escasa rentabilidad y denuncias de corrupción han sobresalido más que los buenos resultados.

Pero, ¿cuántos de los recursos recibidos han devuelto estas compañías? ¿Y cuáles son las condiciones del financiamiento dado por el Estado?

Esas interrogantes fueron trasladas por EL DEBER al BCB, en un contexto en donde el Gobierno de Luis Arce Catacora ha decidido seguir la línea del expresidente Morales. De hecho, anunció más créditos por Bs 500 millones y apoyo a estas compañías, que según él quedaron al borde de la extinción durante la administración de la expresidenta, Jeanine Áñez.

Condiciones

Hasta el momento ¿a cuánto ascienden los créditos que otorgó el Banco Central de Bolivia a las Empresas Públicas Nacionales Estratégicas (EPNE)? Fue una de las consultas que EL DEBER realizó a esa entidad estatal.

La respuesta desde el ente fiscalizador fue que hasta el 13 de septiembre de 2021 el importe desembolsado llegó a Bs 41.267 millones, en el marco de las Leyes del Presupuesto General del Estado.

Mientras que el saldo de la deuda pública, generada por estos créditos, llega hasta los Bs 36.703 millones, precisaron desde la entidad emisora.

No es el único que dato que dieron. Las cifras oficiales proporcionadas por el BCB dan cuenta de que recibió amortizaciones, por parte de estas firmas, por un monto de 12.860 millones de bolivianos. Mientras que el pago de los intereses generados sumó otros 2.770 millones de bolivianos.

“Es importante recalcar que a la fecha no se registró ningún incumplimiento en el pago de estos créditos”, señalaron desde el BCB.

A la entidad también se le consultó sobre ¿cuáles las condiciones establecidas en los créditos que se otorgaron a las firmas estatales? Ante esta interrogante desde el ente regulador indicaron que el plazo y la tasa de interés son diferentes para cada proyecto de las EPNE.

Nos obstante, explicaron que el vencimiento de los préstamos se encuentra entre los 20 y 30 años y la tasa de interés en promedio es del 1,2%. “Las EPNE están cumpliendo con sus pagos de amortización a capital e interés conforme a los planes previstos y las normas que actualmente se encuentran vigentes y no existe ninguna demora en el pago de sus préstamos”, dijo.

¿Qué son las EPNE?

Estas compañías fueron denominadas así durante el gobierno del expresidente Evo Morales. El grupo está conformado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), la Empresa Azucarera San Buenaventura (Easba) y la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH).

Según el BCB, la empresa que más debe al Estado es ENDE, con un total de 19.536 millones de bolivianos, estos recursos se usaron para ampliar los servicios de la firma, que es la principal proveedora de energía eléctrica del país.

En segundo lugar, está YPFB que tiene un adeudo por 10.109 millones de bolivianos, para encarar inversiones para la industrialización de los hidrocarburos.

Mientras que YLB tiene pendiente de pago la suma de 5.145 millones de bolivianos. Esta firma es la responsable de desarrollar la industrialización del litio, proyecto que ha registrado poco avance en los últimos años.

Por su parte, Easba debe un total de 1.812 millones de bolivianos y EBIH, 101 millones de bolivianos.

Observaciones

El diputado de Comunidad Ciudadana (CC) Miguel Antonio Roca, cuestionó el desembolso de los créditos que -a su criterio- han sido mal utilizados en proyectos que no son rentables para el Estado y que han disminuido las Reservas Internacionales Netas (RIN). “Ante las leyes nacionales, el BCB no está facultado para este tipo de créditos”, señaló.

Entre los proyectos financiados por el BCB cuestionó la construcción de la Planta de Amoniaco y Urea, emplazada en la localidad de Bulo Bulo (Cochabamba).

El parlamentario sostuvo que hasta la fecha el proyecto superó los 1.200 millones de dólares si se contemplan obras como la construcción de la vía férrea Montero-Bulo Bulo para transportar el material. Sin embargo, esta vía férrea está inconclusa.

Cabe recordar que según YPFB el proyecto petroquímico demandó una inversión de 953 millones de dólares. Comenzó sus operaciones en 2017, pero desde que inició siempre registró problemas.

De hecho, dos informes, uno de la Agencia Nacional de Hidrocarburos y otro de la proveedora de tecnología Kellogg Brown & Root (KBR) dan cuenta de incidentes técnicos entre 2017 y 2019.

Por ejemplo, el informe técnico de la ANH revela que durante los años 2017, 2018 y 2019 se registraron fallas, en siete oportunidades en una turbina. Esto llevó a que la planta esté paralizada por 141 días. Mientras que la auditoría de KBR, en el mes de mayo de este año, recomendó a YPFB reparar dos fugas de gas de síntesis a alta presión en la línea de salida del reactor de amoniaco.

Este complejo petroquímico estuvo paralizado por 21 meses (entre 2019 y 2021), lo que generó pérdidas por 450 millones de dólares.

Pero este no es el único proyecto cuestionado por parlamentario y analistas. El otro es el ingenio azucarero construido en el municipio de San Buenaventura, en el Norte de La Paz.

Una investigación hecha por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) deja al descubierto que este emprendimiento estatal no es rentable.

El informe denominado Agroindustria y Amazonía boliviana: el caso de la Empresa Azucarera San Buenaventura, de Daniel Robison sostiene que el rendimiento promedio de caña en campo y los obtenidos de sacarosa son mucho más bajos que los esperados, situación que también se presenta en relación a la producción industrial.

Por ello, el autor apunta a que la continuidad de la Empresa Azucarera San Buenaventura (Easba) sólo será posible con enormes subsidios.

En su trabajo -elaborado a partir de los datos oficiales de Easba, presentados en su Audiencia Pública 2018-2019, el autor sostiene que “el rendimiento industrial de azúcar es bajísimo, de entre 22 kg/t y 79 kg/t, con la proyección optimista de 82 kg/t en 2019. Otro estudio del Cedla reveló que en nueve años los ingresos de Easba fueron de 80 millones de bolivianos, por debajo de los gastos de operación que llegaron a 311 millones. Esto significa, según este estudio, que existe un déficit operacional de casi Bs 211 millones. Además, la industria azucarera privada produce excedentes de azúcar que incluso se destinan a la exportación.

El litio es otro caso. Creada en 2017, YLB fue designada para acelerar el proceso de industrialización del litio, no obstante los avances han sido lentos, con relación a la expectativa generada por el Gobierno del MAS.

Pero en mayo la estatal anunció que en 2022 pondrá en marcha la planta industrial de carbonato de litio (grado batería) que actualmente está en construcción y montaje.

Mientras que de EBIH, existen pocos datos y proyectos en donde esté invirtiendo la firma. Pero recientemente el Gobierno informó que la firma tendrá a su cargo la construcción de una planta de fertilizantes granulados en instalaciones del Parque Industrial Santiváñez (PIS) en Cochabamba.

Se consultó al BCB si son ciertos las observaciones hechas a las firmas estratégicas, pero desde la entidad aseguraron que “dentro de sus funciones no contemplan labores de supervisión o control de las operaciones de las EPNE, y que estas actividades están a cargo de otras instancias del órgano ejecutivo”.

Eso sí, indicaron que no se registró ningún incumplimiento en el pago de estos créditos.

Empero en días pasados, el presidente de YPFB, Wilson Zelaya, informó que la empresa no pudo abonar parte del crédito que solicitó la firma para construir la planta de Amoniaco y Urea.

El DEBER envió preguntas a los equipos de prensa de los ministerios de Economía y Desarrollo Productivo, sobre el tema, pero no fueron contestadas.

Sin embargo, el BCB dijo que los emprendimientos de las EPNE están orientados a la transformación de la matriz productiva, garantizar la soberanía energética, la seguridad alimentaria, el incremento en la producción nacional, sustituir importaciones y la generación de empleos.