Álvaro García Linera cerró el Primer Foro Internacional de Gas. En su discurso, dijo que el país será un actor importante en este negocio. Aseguró que se venderá electricidad a Brasil y Argentina. Expertos observan el optimismo oficialista

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1 de septiembre de 2018, 4:00 AM
1 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Un futuro bastante optimista vaticinó ayer el vicepresidente, de Bolivia, Álvaro García Linera, para el negocio del gas boliviano, una de las principales columnas de la economía nacional, luego de que surgieran voces que criticaron la certificación de las reservas del combustible. Dentro de esta visión promisoria, el jefe de Estado apuntó que para 2019 Bolivia será exportadora de energía eléctrica y de GNL (Gas Natural Licuado) vía ultramar.

En su discurso, que cerró el Primer Foro Internacional del Gas, Petroquímica y Combustibles Verdes, dejó en claro que tres son los principales retos de Bolivia, en cuestión de energía: el primero es preparar el escenario técnico para el desarrollo del biodiésel en el país; el segundo, la exportación de energía eléctrica a Brasil y Argentina; y, por último, la puesta en marcha de plantas de GNL por vía marítima.

Con relación a la exportación de energía eléctrica, dijo que la misma se sostendrá con el aumento de la producción de las diferentes termoeléctricas, que demandarán mayores volúmenes de gas. “Estamos dispuestos a hacer las inversiones logísticas necesarias y encontrar los socios estratégicos para estas nuevas tareas”, afirmó García Linera.

Otro de los retos que planteó la segunda máxima autoridad es incrementar las reservas de gas natural a 12 TCF (Trillones de Pies Cúbicos), hasta 2025.

Esta cifra se logrará, según la autoridad, con los proyectos de San Telmo Norte, Caranda Profundo, Iñiguazu, Boyuy, Sararenda, Ñancahuazú, Huacareta, Astillero, Los Monos, Itacaray y Sipotindi. “A precios actuales estas reservas probadas y probables significan $us 90.000 millones de nuevos ingresos para el Estado boliviano durante la siguiente década”, dijo García.

Estos nuevos recursos se sumarán a los actuales, que llegan a 10,7 TCF, que garantizan los diferentes planes de industrialización y exportación en la actualidad. “Estos niveles significan que hemos cumplido la tarea de reponer e incrementar lo usado. Garantizando el futuro de la siguiente década”, afirmó el mandatario.

En el transcurso de la semana, el foro fue marcado por dos noticias: el anuncio que en dos semanas regirá en el país una norma que regulará la producción de etanol y la certificación de las reservas de gas natural. El estudio realizado por la firma canadiense Sproule estableció que el país cuenta con una reserva probada de 10,7 TCF y hasta 12,5 TCF entre probadas y probables.

Sin embargo, desde las zonas productoras de gas natural observaron este informe. Incluso llegaron a pedir una auditoría.

Expertos indicaron que el estudio demuestra flaquezas en la exploración con relación a la última certificación hecha en 2013, cuando las reservas probadas y posibles estaban en 13,91 TCF, mientras que en el último reporte, las mismas llegan a 12,5, una reducción del 10%.

El exsuperintendente de Hidrocarburos Hugo de La Fuente señaló que es poco probable que Bolivia tenga excedentes importantes de energía eléctrica. Además, observó que tampoco hay una inversión en la ampliación de la producción de las termoeléctricas. Sobre la posibilidad de ingresar al mercado del GNL, dijo que para eso el país primero debe contar con un puerto en el Pacífico o el Atlántico.

“Salvo que el vicepresidente tenga información privilegiada, es poco factible que se empiece a exportar GNL o electricidad para el próximo año”, cuestionó.

El secretario de Hidrocarburos de la Gobernación de Santa Cruz, Herland Sóliz, afirmó que antes de aventurarse a lanzar proyecciones ambiciosas, el Gobierno deber analizar si existe el gas suficiente para proveer al mercado interno y externo del país.

Al igual que De la Fuente, observó que Bolivia no cuenta con un mercado para GNL ni las condiciones logísticas para realizar este tipo de operación.

En lo concerniente a la venta de electricidad, indicó que la única forma de hacer este negocio es teniendo un gran caudal generado por energías alternativas.

Por último, observó la certificación de las reservas de gas que arrojó resultados dudosos.

“Las reservas no pueden aumentar de manera considerable porque no existe un nuevo campo”, afirmó Soliz.

Desde el Gobierno defendieron estos estudios y cuestionaron las observaciones de los opositores y especialistas.

“La reposición e incremento de reservas es fruto de la política hidrocarburífera a partir de la recuperación de los recursos naturales”, dijo el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez.

Se cerró contrato por urea

La petrolera estatal YPFB, en el desarrollo de este foro, cerró un contrato para la exportación de urea. El acuerdo por más de $us 10 millones fue firmado con la empresa brasileña PantAgro.

Se estableció el abastecimiento de 300.000 toneladas del producto por un año. Pero esta compañía dijo que buscará un contrato de siete o diez años.

En la actualidad, Brasil tiene una gran demanda de este fertilizante. Se abastece de China y Rusia, el costo es de $us 315, pero se encarece hasta $us 70 adicionales por el transporte.

Más producción de Incahuasi

En la última jornada de este foro, el vicepresidente de la empresa Total para Sudamérica, Hugues Montmayeur, anunció que la producción del campo Incahuasi se incrementará el próximo año de 7,8 a 11 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d).

“Estamos ahora mirando el futuro ¿Qué significa el futuro para nosotros?, desarrollar más la producción del campo y hacer un cuarto pozo que vamos a conectarlo el próximo año (a la planta de gas), y vamos a tener un nivel de producción de hasta 11 millones MMm3/d de gas”, afirmó el ejecutivo de la compañía.