Algunos sectores ven que hay desafíos para fortalecer la iniciativa a largo plazo

El Deber logo
17 de septiembre de 2018, 4:00 AM
17 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Se afinan detalles. Una vez que se sentaron las bases para la producción y comercialización de etanol en Bolivia, el Estado ya prepara el terreno para dar el alta a la nueva gasolina Súper Etanol 92 en las estaciones de servicio. El carburante estará listo para el consumo en cuatro semanas. El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, dio el anuncio.

“A partir del 15 de octubre estaremos comercializando la nueva gasolina Súper Etanol 92, es un compromiso de YPFB, Asosur (Asociación de Surtidores de Bolivia) y las cadenas de surtidores; el objetivo es llegar de forma progresiva a todo el país con este nuevo combustible”, sostuvo la autoridad.

Asimismo, Sánchez señaló que se generará etanol con los excedentes de la producción, por lo que se garantiza la seguridad alimentaria, y que habrá un impacto directo en la generación eléctrica a través de biomasa en 160 MW, lo que permite desplazar la generación térmica a gas. Además, señaló que con el nuevo carburante se disminuirá el 6% de las emisiones de dióxido de carbono

Cerca de 100 surtidores prevén invertir $us 6 millones en logística de almacenaje, innovación tecnológica y modernización de sus infraestructuras, acción que será concebida por el sistema financiero, ya que los inversores carecen de liquidez al tener sus márgenes congelados desde hace más de 12 años, según datos del sector.

Dinamismo y desafíos

No obstante, no solo los surtidores tendrán la tarea de alinearse a la era de los combustibles verdes. El sector campesino también verá su crecimiento con el aumento de plazas de empleo y la ampliación de la frontera de la caña de azúcar, materia prima del etanol.

Según el secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores Campesinos, José Luis Jiménez, la producción de combustibles verdes es un aliciente para el sector, pero observó que existe la necesidad de acceso a créditos blandos a los pequeños productores para responder a la demanda de la agroindutria cruceña.

Según el economista Lorgio Ardaya, si bien el cambio de la matriz productiva es favorable para el país, existen otros retos como la creación de un plan departamental que incluya aspectos como la mejora de caminos para que las regiones productoras tengan la capacidad de abastecer a la agroindustria los 365 días del año.

El economista también enfatizó en la necesidad de acompañar planes de desarrollo productivo donde se incentive al trabajador y se fortalezca su visión de comercio y se les dé las oportunidades de crecimiento, ya que por lo general estos prefieren producir para el autoconsumo. También acotó que la banca debe abrirse al sector cañero, ya que la dinámica será similar a la de la soya, en términos de demanda.

Según el analista financiero Jorge Velasco, esta es una oportunidad para que la banca profundice más su relación de financiamiento con el agro y participe en toda la cadena de valor de los combustibles verdes. “Hay oportunidades para el sector financiero”, expresó.

Por su parte, el presidente de la Asociacion de Transporte Independiente de Combustible en Cisternas (Astic), César Mansilla, manifestó que están a la espera de que YPFB mejore los centros de distribución y se adecuen más centros de despacho de combustible y no suceda como con la gasolina Ron 91 que, “al parecer, no hay suficientes tanques de almacenamiento y se debe esperar hasta 24 horas para hacer el despacho”.

Incertidumbre en automotoras

Desde un principio, la Cámara Automotor Boliviana recomendó que la mezcla del nuevo combustible no debería contener más de 10% de etanol, y el anuncio de que el combustible tendrá 12% de este aditivo preocupa al sector, ya que hay que preparar los motores de los vehículos para que puedan soportar esa mezcla. Desde la dirigencia del sector señalaron que a los fabricantes de vehículos se les exigen garantías y para esto se deben tener las condiciones adecuadas como el carburante correcto.

Tags