La medida estatal autoriza a la ASFI y la banca evaluar ‘caso por caso’ los créditos que tienen los productores del ‘grano de oro’. Desde Anapo revelan que casi un 90% de la producción de granos de soya está acopiada en las industrias y no tiene precio cerrado

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30 de mayo de 2019, 11:00 AM
30 de mayo de 2019, 11:00 AM

El Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, liberó la exportación del 60% de la producción de grano de soya, a contramano del pedido de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) que exige una liberación absoluta.

“Hemos evaluado la situación de la producción de la soya en relación a los precios bajos a escala internacional. Decidimos autorizar la exportación del 60% de la producción porque nosotros utilizamos alrededor del 30%. Tenemos expectativas de mejorar el consumo interno (con producción de biodiésel) al que no vamos a poner en riesgo. Por eso, con el objetivo de preservar el consumo interno, es que se reserva el 40% de la producción, para garantizar la provisión de alimentos, especialmente, al sector avícola, porcinocultor y bovino”, explicó el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico.

El martes, la autoridad no quiso poner fecha a la respuesta que daría el Gobierno al sector soyero -es el principal complejo exportador cruceño- que amenazó con un bloqueo de carreteras, desde hoy, para exigir la liberación plena, sin cupos ni restricciones, de las exportaciones de grano de soya.

La medida fue adoptada “en respuesta a la emergencia” del sector y constituye “un importante apoyo a quienes se vieron afectados por la caída de precios en el mercado internacional”, escribió el presidente Evo Morales en su cuenta de Twitter.

Luego del anuncio de la liberación de la exportación del 60% de la producción de grano de soya, el Gobierno señaló que será responsabilidad de los mecanismos privados para buscar los mercados para la exportación del grano, aunque el Gobierno también tiene avances para posicionar el producto boliviano en el exterior.

Créditos

El decreto que será publicado en las próximas horas en la Gaceta Oficial, contiene la disposición de autorizar a la Autoridad de Fiscalización del Sistema Financiero (ASFI) y a los operadores de intermediación del sistema financiero, la evaluación ‘caso por caso’ de los créditos que tienen los productores de soya.

Un sabor agridulce

En un pronunciamiento sectorial la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) insiste en la solicitud de liberación plena de las exportaciones de grano de soya y sus derivados como un elemento básico para generar crecimiento productivo, al igual que la liberación de eventos biotecnológicos.

“La medida reciente de liberar hasta un 60% de la producción nacional de grano de soya, bajo una serie de condiciones burocráticas, no resuelve el problema de los agricultores, porque seguimos con las mismas restricciones que no garantizan la rapidez de los trámites y la certeza de que se podrá exportar con facilidad”, puntualiza la CAO.

Asimismo, la organización productiva más grande e importante del país solicita que la producción de soya pueda ser exportada sin certificados de abastecimiento, ni cupos de exportación para generar mayor certidumbre a los agricultores. “Requerimos que de forma inmediata se realice la reglamentación del presente decreto”, refiere el comunicado.

Sector oleaginoso

Conocido el anuncio de la autorización de la liberación de la exportación del 60% de la producción del ‘grano de oro’, el presidente de Anapo, Marcelo Pantoja, informó de que el directorio decidió suspender el bloqueo anunciado para hoy. Empero, dijo que se acordó exigir la aplicación de tres medidas urgentes al Gobierno.

La primera, libertad plena para exportar el grano de soya, sin trámite de cupos ni certificados de abastecimiento de mercado interno, como ocurre hoy. A la par, Anapo solicita la aprobación de normativas, a través de la ASFI, que permitan la flexibilización y reprogramación de las deudas de todos los actores de la cadena productiva, es decir, pequeños y medianos productores, proveedores de insumos y maquinaria, transporte y prestadores de servicios. Piden no cambiar la calificación de los deudores.

En el tercer punto, el sector solicita e insiste en el uso de la biotecnología en los cultivos de maíz y algodón. Aseguran que la herramienta tecnológica en el maíz, que es un cultivo de rotación, es clave para generar el rastrojo que requiere el suelo antes de recibir una nueva cosecha.

Pantoja aclaró que el sector sigue en alerta y que el martes 4 de junio realizará un ‘tractorazo’ en el que agricultores de las zonas productivas se trasladarán a la capital cruceña. Hizo notar que, en caso de no ser atendidas sus demandas, convocarán un paro y un bloqueo general de caminos desde el martes 11 de junio.

Los soyeros, además rechazan en forma enfática los bajos precios que continúan ofreciendo las agroindustrias locales a los pequeños productores y grupos de comercialización. Aseguran que no guardan relación con el incremento que se está registrando en el mercado internacional.

Pantoja explicó que casi un 90% de la producción de granos de soya está acopiada en las industrias y no tiene precio cerrado. “Ese grano es del productor hasta que podamos cerrar un precio justo. Este año se ha producido entre 1,8 y 1,9 millones de toneladas, casi toda la producción está en manos de la industria, hay muy poca soya en silos de particulares”, dijo.

Operaciones de comercio

El presidente de Anapo explicó que los productores no están en condiciones de exportar grano, lo que pretenden es que ingresen al mercado nacional actores que puedan realizar esa labor.

“Existen empresas multinacionales que se dedican a comercializar granos a escala mundial, si esas firmas ingresan al mercado boliviano y compran, venden y exportan el grano, eso permitirá regular el precio”, explicó Pantoja, a tiempo de indicar que el monto que pueda pagar una exportadora es el mismo valor que debería pagar una industria local.

Sector exportador

Desde la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex), su presidente Oswaldo Barriga, considera que la medida es una solución parche y no estructural.

Explicó que la capacidad de molienda instalada de la industria oleaginosa ronda cinco millones de toneladas y Bolivia produce 2,6 millones por año, lo que genera un déficit de entre 2,4 y 3 millones de toneladas (dependiendo del año), que podría ser mayor con la liberación de la exportación de granos de soya. 
“Eso resta competitividad al aparato de la cadena productiva. Como Cadex, desde 2009, venimos pidiendo que se eliminen las restricciones a las exportaciones y todo control a los cupos internos y a los precios del mercado interno”, puntualizó Barriga.

En las últimas horas, la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob) planteó la desregulación del mercado interno para los subproductos derivados de la soya.

“El pedido de exportación de grano del sector productivo primario pone a las industrias en una situación tremendamente difícil porque si ahora hay un déficit de más de 2 millones de toneladas de granos y la industria trabaja a un 65% de su capacidad, lo que compromete las operaciones de las factorías y pone en riesgo los 5.000 empleos formales que genera el sector”, advirtieron desde la Caniob.

Mirada externa

A decir de Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, el comercio exterior se perfila como la ayuda que precisa la economía del país para afrontar la coyuntura de desaceleración por la que atraviesa en la actualidad.

“La liberación de las exportaciones del grano de soya no necesitaba mucho análisis ni tanta demora en su aplicación. Esperemos que el efecto sea positivo para los productores y la economía”, sostuvo el economista.

LA SOYA SUBE EN CHICAGO POR RETRASOS EN LA SIEMBRA EN EEUU Y EN PARAGUAY AMENAZA CON REDUCIR UN 1,5 % EL PIB

La imposibilidad de avanzar con la siembra en Estados Unidos y los pronósticos poco alentadores para los próximos días generan fuertes subas en Chicago.

Al cierre de la bolsa, los datos publicados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) tanto para el maíz como para la soya presentan un atraso nunca antes visto en las labores de implantación que seguramente tendrá consecuencias sobre el área total, que aún no puede ser cuantificada.

En este momento la mejora es superior a los $us 6 (+3,5%) en el caso del maíz, que supera los $us 170. Por otro lado, la soya avanza $us 11 (3,3%) y llega a cotizar en $us 326. El trigo no se queda atrás y opera con una suba mayor a los $us 5 (+2,6%) y cotiza por encima de los $us 190 para la posisción más próxima del contrato SRW.

Son subas que se suman al fuerte repunte del martes, que volvió a operar tras el feriado por el Dia de la Memoria en Estados Unidos, que se vio reflejada en la plaza local. En Rosario llegaron a pagar $us 10.300 por la soya disponible y $us 7.000 por el maíz, a pesar de la baja del dólar.

El caso de la soya comienza a preocupar. El USDA informó de un avance de siembra a nivel nacional del 29% contra una media histórica del 66%. Aquí el dato estuvo más en línea con lo esperado, pero aún así por debajo del 30% que anticipaban los operadores.

La crisis que vive el sector de la soya en Paraguay, cuarto mayor exportador del mundo, cuya producción se redujo un 23,5 % entre enero y abril, y con su precio internacional a la baja, podría hacer perder al país entre el 1 y el 1,5 % de su PIB, según empresarios y economistas.

El desempeño negativo del sector podría ahondar así la desaceleración económica que atisba ya el Banco Central del Paraguay (BCP), que en abril redujo ocho décimas su previsión de crecimiento para este año al 3,2 %. /Agencias.