Anapo activó gestiones con la estatal que regula los servicios financieros en el país para que instruya a las entidades que colocan créditos, previa evaluación del caso, flexibilizar la reprogramación de deudas

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4 de agosto de 2018, 4:00 AM
4 de agosto de 2018, 4:00 AM

La escasez hídrica agrava y compromete, más aún, la producción de granos del ciclo de invierno en los municipios de Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián y San José de Chiquitos. Justamente, esta condición climatológica adversa hace que el sector soyero cruceño presione a dichos gobiernos municipales a apresurar las evaluaciones de impacto de la sequía y declararse en emergencia para activar gestiones y mecanismos orientados a reprogramar deudas de los productores afectados.

La conminatoria al cumplimiento de este procedimiento, estrictamente administrativo, la reveló desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) su gerente de planificación, Jaime Hernández. Indicó que la ausencia de lluvias está empeorando el estado de los cultivos, sobre todo del maíz, trigo y sorgo. Habla de desesperación entre los productores afectados por deudas con la banca y proveedoras de semillas, agroquímicos y servicios agrícolas.

En ese contexto, Hernández indicó que ya se solicitó a Pailón, Cuatro Cañadas, San Julián y San José de Chiquitos declararse zona de desastre municipal con el propósito de que Anapo encamine gestiones, en el sector público, para activar un plan de reprogramación de créditos. Dio cuenta, además, que igual diligencia encaran en la estatal que regula los servicios financieros en el país para que instruya a las entidades de intermediación financiera, previa evaluación individual con cada productor, una reprogramación de deudas.

A la par de estas actividades, Hernández dijo que se buscará una cita con el Ministerio de Desarrollo Rural para plantearle la creación de un fondo de reactivación, como una acción de alivio, a la economía de los afectados por sequía y pensando en la liquidez con miras a la siembra de verano.

La merma de 532.610 toneladas de granos que se dejarán de producir deja una pérdida de $us 110 millones al sector oleaginoso.

En la misma línea de Anapo, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia y la Cámara de Pequeños Productores del Oriente, como organizaciones que acogen a pequeños productores, piden un plan de reprogramación de créditos con financieras y casas importadoras y proveedoras de insumos y servicios agrícolas.

Efectos en cifras

El histórico de pronósticos generados en el último trimestre por el Sistema de Información y Comunicación Agropecuario Departamental (SIC), dependiente de la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Gobernación cruceña, es categórico, sobre todo en julio. Este mes, en el norte integrado la precipitación acumulada de agua registró 15,6 milímetros (mm); en los valles, 35,9 mm; en el Chaco, 9,9 mm; y en la Chiquitania Norte y Sur, 3,1 mm. Si bien el comportamiento de lluvia es dispar, para un desarrollo normal de los cultivos se requieren 450 mm. Hay áreas donde no llueve hace 60 días.

Valiéndose de estos datos, a juicio del secretario de Desarrollo Productivo, Luis Alberto Alpire, el recurso más efectivo para combatir la sequía y las heladas -ambos fenómenos generados por el cambio climático- es el riego, sobre todo en Santa Cruz, que aporta el 70% de los alimentos que se consumen en el país.

Acotó que hasta la fecha el Gobierno no activó el programa Mi Riego y que existen 28 proyectos, desde 2015, para regar 5.951 hectáreas en los Valles, Chaco, Chiquitania y Norte Integrado.

La Gobernación comprometió una contraparte de un 20%.

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