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16 de junio de 2019, 5:00 AM
16 de junio de 2019, 5:00 AM

Ramiro Lizondo Díaz, el hombre fuerte del proyecto sucroalcoholero de la Empresa Azucarera San Buenaventura (Easba), en el norte paceño, que lleva adelante con capitales públicos, consideró que no hay marcha atrás y que La Paz contará con su ingenio. Lizondo sostuvo que hasta el momento el Banco Central de Bolivia (BCB) les entregó $us 263 millones.

Sobre el tema productivo señaló que debido a la fertilidad del suelo, la producción cañera en promedio es el doble de la que se genera en Santa Cruz, por lo que a su criterio la superficie a sembrar no es medular debido a los altos rendimientos y que por ello el proyecto está garantizado y será rentable.

Según un estudio del economista e investigador Julio Linares, la falta de recursos limita la expansión del cultivo de caña y por ello se cuestiona la factibilidad de Easba ¿La empresa es factible?

Absolutamente. Según el proyecto, que fue elaborado en 2008, nos iba a llevar varios años la implementación de la caña. Y según el plan de inversiones que elaboramos para acceder a los créditos del Banco Central de Bolivia (BCB) estaba previsto que deberíamos completar las 10.700 hectáreas, que es la cantidad que necesitamos, hasta el 2024. Tenemos ese margen todavía para seguir desarrollando la caña que se requiere. Actualmente, tenemos 3.600 hectáreas que equivalen al 35% del total de la caña que necesitamos.

¿A qué se debe la escasa producción de 3.500 hectáreas sembradas hasta ahora? ¿Para cuánta producción de azúcar y alcohol alcanza?

No es escasa la producción. Si bien, estamos al 35% de los requerimientos de la planta industrial, la diferencia con las plantaciones de caña en Santa Cruz es que nosotros tenemos casi el doble de rendimiento. En Santa Cruz, el promedio de la cantidad de caña tiene un rendimiento de 42 toneladas por hectárea, y en San Buenaventura, nosotros hemos alcanzado las 83 toneladas por hectárea. Eso ha hecho que la cantidad original de área, sea menor debido al mayor rendimiento de la caña de azúcar. El saldo de las hectáreas que nos falta se debería completar hasta 2024.

La actual cantidad de caña nos va a permitir este año, producir 400.000 quintales de azúcar y tres millones de litros de alcohol. Con esas 3.600 hectáreas que tenemos, vamos a tener esa producción, con una eficiencia industrial de 1,8 que es una de las más altas del país. Si lo medimos en términos de eficiencia que me imagino que este señor (Julio) Linares no tiene idea del tema de eficiencia industrial, estaríamos teniendo en el país una de las mayores y más altas eficiencias industriales productivas en San Buenaventura.

Linares revela que en nueve años, los ingresos de Easba fueron Bs 80 millones, por debajo de los gastos de operación que suman Bs 311 millones. ¿Hay un déficit operacional de casi Bs 211 millones?

Creo que Linares reprobó el curso de Administración 1, porque él confunde lo que son gastos de inversión con gastos de funcionamiento. Hasta diciembre de 2017 todo lo que ejecutó San Buenaventura eran gastos de inversión. El 6 de septiembre de 2012, dimos la orden de proceder a la empresa contratista. A partir de ahí corren plazos.

El 14 de diciembre de 2017; es decir, cinco años después hicimos la recepción definitiva del proyecto. Todos los gastos realizados en este periodo son gastos de inversión, incluyendo lo de funcionamiento que están considerados como gasto de inversión. Pero él (Linares) confunde diciendo que se ha gastado más de lo que hemos ingresado.

¿Cómo él puede decir que en nueve años nosotros hemos tenido pérdidas si estamos ejecutando la inversión? Esas no son pérdidas. Durante el periodo de inversión no hay pérdidas ni hay ganancias. Es de ejecución de la inversión. Cuando terminamos de construir, que eso pasó en nuestro caso, en 2017 cuando hicimos las pruebas invitamos a los medios para que observen que las pruebas fueron exitosas.

Pero desde 2018 (por eso consideramos el año pasado la primera zafra oficial de Easba), porque desde el año pasado, comenzamos a operar la planta para generar ingresos que puedan cubrir todos nuestros compromisos de gastos de funcionamiento. Entonces, a partir del año pasado, recién Linares debería considerar cuánto hemos generado de ingresos, cuánto hemos gastado, etc. Y este año es la segunda cifra oficial. Para los términos de producción, no nos pueden pedir los resultados al segundo año de funcionamiento, cuando los otros ingenios en Santa Cruz tienen hasta 60 años de ventaja frente a nosotros. Eso me lleva a pensar que muchos de estos cuestionamientos tienen un carácter político.

¿A cuánto llega el crédito otorgado por el BCB?

Son tres créditos. El más grande fue destinado a la implementación de la planta industrial, por un valor de $us 179 millones. El segundo préstamo fue de $us 35 millones y se usó para el desarrollo agrícola y el tercer crédito fue de $us 49 millones que se destinó para cubrir los gastos de funcionamiento y obras de infraestructura complementaria a la planta industrial.

Según Linares solo amortizó Bs 25,8 millones de la deuda adquirida ¿Es esto suficiente para la deuda contraída?

Nuestros créditos están pactados para un plazo de 24 años; es decir, que en 24 años nosotros debemos devolver la totalidad de los créditos contraídos con el BCB. Ya hemos pagado Bs 33,5 millones. Estamos al día.

Se dice que la empresa arrastra una deuda que, en estas condiciones de operación, será impagable a mediano plazo ¿es cierto?

Todas las proyecciones que hemos hecho, es que nosotros vamos a devolver el crédito. Ahora, ahí hay un supuesto que son los precios del azúcar en el mercado internacional. Imagínese usted: el 2017 logramos vender nuestro quintal de azúcar a Bs 227 y era una producción que había salido de nuestras pruebas. Este año, estamos vendiendo el mismo quintal de azúcar a Bs 165 por cada quintal. Esperamos nosotros que no sigan bajando los precios. Porque ahí sí que tendríamos dificultades no solo nosotros sino otras entidades para pagar sus deudas si siguen bajando los precios. Por eso, hemos pensado en la posibilidad del etanol que este señor no analiza en su propuesta.

Para producir etanol, ¿cuánto dinero necesitan?

Son Bs 35 millones que todavía no hemos conseguido. Hemos acudido a diferentes entidades financieras del país y estamos evaluando tasas de interés y las condiciones crediticias. La inversión no es muy grande, pero ésta le daría a Easba una mayor flexibilidad.

¿Por qué, si el mercado está saturado, como usted lo indicó en su rendición de cuentas y los precios son bajos, se continúa con el proyecto? ¿Es factible la planta de deshidratación de alcohol con una inversión de Bs 35 millones?

Usted pregunta, ¿por qué se sigue con el proyecto ¿cómo vamos a abandonar el proyecto? son más de Bs 1.800 millones de inversión que no se pueden perder. Por lo tanto, este proyecto tiene que seguir adelante y estamos viendo estrategias empresariales para mejorar nuestra posición en el mercado. Ahora, como el azúcar es un commodity, es un producto especulativo en el mercado internacional. Es muy cíclico. A veces, sube mucho como el 2017. Ahora estamos en una bajada casi histórica. No sé por qué tienen esa fijación con Easba. ¿Por qué no le preguntan lo mismo a Aguaí o a Unagro que están vendiendo sus ‘yapitas’ y están viendo sus propias estrategias para poder comercializar sus productos.

Desde 2012, los estados financieros de la firma muestran un patrimonio neto negativo. ¿Esto implica que la empresa está en quiebra técnica?

Una quiebra técnica es cuando una entidad que está funcionando (que no es nuestro caso porque llevamos dos años de operación) no puede cumplir con sus compromisos, con sus deudas contraídas. No puede pagar sus créditos, no puede pagar salarios, etcétera. Esa es una quiebra técnica. No es nuestro caso. Nosotros hemos asumido deudas que estamos pagando de manera puntual hasta la fecha. Ahora, nuestra situación financiera nosotros esperamos que sea óptima en caso de que alcancemos a tener la cantidad de caña que aún nos falta plantar y mejoren los precios. Incluso ahí, nosotros podemos hacer inversiones adicionales con cargo a nuestros propios recursos.

¿Cuándo el ingenio dejará de ser un proyecto?

Este año. Tenemos un monto de Bs 4 millones todavía por ejecutar con cargo a la inversión que este año estaríamos cerrando. ¿Esto quiere decir que desde 2019 se tendría que registrar si hay o no utilidades?

Exactamente. Ahí hay que ver si la zafra generó utilidades o pérdidas y cuál es nuestra eficiencia industrial. Este año recién vamos a alcanzar 1,8, la más alta. Nosotros hemos planteado metas muy altas que pensamos que podemos lograr.

¿Desde este año la factoría producirá azúcar, alcohol y electricidad?

Sí. Y también bagazo hidrolizado que hemos estado dando a la gobernación y a los ganaderos del Beni.

En la conferencia del lunes, usted dijo que EL DEBER está en contra del desarrollo del norte paceño ¿bajo qué argumentos usted hace esa afirmación?

Desde el año 48 que con San Buenaventura se hablaba de la posibilidad de implementar un polo de desarrollo en el norte. Pero se opusieron las oligarquías cruceñas porque iba a quitarle un peso importante al Norte Integrado de Santa Cruz.