Coyuntura. La maquinaria económica marcha a un ritmo lento, coinciden algunos sectores. El Ejecutivo asegura que la inversión privada representa un 7,7% del PIB

El Deber logo
25 de agosto de 2019, 13:00 PM
25 de agosto de 2019, 13:00 PM

Marcado por la agenda electoral el 2019 es un periodo extraño para la economía, ya marcada por la desaceleración, que registra desde 2014. Ahora, las inversiones marchan a ritmo lento, y los consumidores cada vez son más cautos a la hora de comprar, coinciden diversos sectores consultados por EL DEBER.

Hablando metafóricamente, la agenda política hizo que toda la maquinaria económica marche más con el freno de mano, que con el acelerador en el pie hasta no saber qué pasará el próximo 20 de octubre. ¿Se va o se queda Evo Morales en el poder?, esa es la gran interrogante. “En época electoral los bolsillos se vuelven nerviosos”, ironiza Jorge Ávila, gerente general de la Cámara Forestal del Bolivia (CFB), a la hora de definir este periodo de ‘stand by’ que vive el país.

Para Ávila, esta situación es común en época electoral, pero este año su sector lo siente más luego de tener prácticamente congeladas sus inversiones desde hace seis años por el incremento de las importaciones de madera y ciertas normas que frenaron el desarrollo de la actividad forestal.

“Las elecciones siempre generan algunos esquemas de inestabilidad y de preocupación en los empresarios que tratan de esperar al desenlace del proceso electoral, para reactivar sus procesos de inversión. Hoy no es la excepción”, afirmó Ávila.

Esta misma percepción tiene Rolando Kempff, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), aunque aclara que el clima político ha afectado de una manera pequeña las inversiones.

“Siempre un momento electoral genera cautela. La gente está esperando que esto termine el 20 de octubre”, señaló.

No obstante, admitió que el crecimiento será un 12% menor al registrado en 2018. “Calculamos que vamos a tener un crecimiento del 4, o 3,9%, quiere decir que hemos caído con relación al año pasado, pero no de una forma tan grave”, señaló el empresario.

Javier Arze, gerente general de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) opinó que los periodos electorales siempre inciden en las inversiones de todos los sectores, que se ralentizan esperando el resultado y la conformación del Gobierno.

Con relación a su sector, el ejecutivo explicó que las inversiones privadas son de mayor maduración, y que la mayoría de las obras se ejecutan a lo largo de varios años, por lo que los procesos políticos tienen menor efecto en las inversiones en curso, “pudiendo afectar de una manera más importante a las obras que debían iniciar este año”.

“Todo proceso electoral crea incertidumbre por los resultados que pueda generar, lo que hace que los inversionistas tomen sus precauciones”, señaló.

Sector industrial

La mirada industrial difiere un poco. Ibo Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) consultado sobre si el clima político afecta la inversión, explicó que, a diferencia de Argentina, donde el resultado de las primarias ha influido en la confianza de los inversores, en Bolivia es el conjunto de señales que da el Gobierno central a los inversionistas el que genera un clima de desconfianza.

En esa línea recordó que el informe sobre inversión emitido por Cepal, en el que da cuenta de que la Inversión Extranjera Directa (IED) en Bolivia cayó un 55,7% en 2018 con respecto de 2017, mientras que en Ecuador aumentó un 127%. “El país ocupa el último lugar en crecimiento de la IED en Sudamérica”, dijo.

El industrial sostuvo que la IED es un indicador de la confianza del inversionista internacional en las condiciones económicas, jurídicas y políticas que ofrece un país para hacer negocios. “A mayor inversión, mayor confianza en el país para hacer negocios”, recalcó el empresario.

Jaime Hernández, gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo de Santa Cruz (Anapo) coincide con esta postura. Para él, la economía y la inversión en el sector soyero está en un periodo de estancamiento desde hace cinco años. “Más allá del ambiente electoral o político, no tuvimos crecimiento importante en ese periodo”, dijo.

El ejecutivo precisó que el sector agrícola necesita de mejores condiciones para incrementar la inversión: como el acceso a la biotecnología y la exportación, sin ningún tipo de restricciones. A esto se suma, la consolidación de infraestructura logística con la construcción de Puerto Busch. “Hoy, por el tema político no se limita la inversión en el sector, sino todos los otros factores”, dijo.

Sin propuestas y precaución

Para Javier Bellot, presidente de la Federación de Empresarios de Cochabamba, el periodo electoral hace que la economía ingrese a una fase de ‘prudencia’.

“Hay efectos claro, se disminuye la dinámica y el flujo económico. Eso se empieza a reflejar en distintas actividades, una vez que concluya este proceso en octubre habrá más claridad”, precisó.

Pero más allá de detenerse a analizarla coyuntura, Bellot, hizo notar que ninguno de los candidatos a la presidencia, efectuó una propuesta seria al sector empresarial, limitándose la campaña política, según el empresario, a poner en tela de juicio la moral de los candidatos.

“No escuchamos propuestas claras en lo qué se va hacer en materia económica y cuáles serán los escenarios a la hora de plantear un impulso a la economía, en el sector privado”, lamento Bellot.

Siguiendo su análisis, explicó que, por ejemplo, pocos candidatos han hablado de qué se va hacer en política tributaria y laboral.

Observo que no se escuchó decir a los partidos los planes para asegurar la logística destinada a impulsar las exportaciones y sustituir importaciones. “De eso, no han planteado nada”, dijo.

Gobierno ve crecimiento

Sin embargo, desde el Ministerio de Planificación del Desarrollo, a través de un comunicado, indicaron a EL DEBER, que el comportamiento de los principales indicadores de la economía no es compatible con la percepción de los empresarios.

Desde esa cartera de Estado indicaron que la base empresarial ha continuado creciendo durante este año y que, de acuerdo a Fundempresa, al primer semestre de 2019 el registro de firmas llegó a 321.000; es decir, 13.000 más que las registradas al primer semestre de 2018. Sin embargo, el 79% son unipersonales (255.000); es decir, que son consultores.

“A su vez, las importaciones de bienes de capital al primer semestre del 2019 ($us 905 millones) son un 72% más elevadas con respecto a similar periodo del pasado año”, señaló el ministerio.

Otro dato que interpela la postura de un enfriamiento de la economía por época electoral, es que el crédito productivo y de construcción aumentaron en $us 337 millones, al primer semestre.

Para esta cartera de Estado, entre el 2018 al presente, la inversión privada se ha dinamizado, “así lo demuestran las inversiones realizadas en biocombustibles, que sobrepasan los $us 80 millones; las de residenciales, que llegaron a alrededor de $us 100 millones; y las referidas a la industria manufacturera, que reportan inversiones por encima de los $us 80 millones”.

“La sensación de que la inversión privada se hubiese enfriado en el presente año no es válida. Por el contrario, las señales son favorables”, señalaron desde esa cartera de Estado.

Por último, indicaron que, en promedio, entre 2010 y 2018, las inversiones del sector privado representaron el 7,7% del PIB lo cual significa una inversión anual el sector privado de $us 2.500 millones en los sectores de manufactura, agropecuario, construcción, comercio y servicios.

“Las inversiones del sector privado, en los últimos años, fueron crecientes por el buen desempeño de la economía”, indicaron.

PARA SABER

Consumo

Según Jose Luis Evia, economista de la fundación Jubileo, la época electoral puede afectar las decisiones de los consumidores. En criterio de Róger López, director de Captura Consulting, empresa que realiza el Índice de Confianza del Consumidor, a partir del segundo trimestre del presente año se registraron descensos en las ventas de la mayoría de los sectores que influyó levemente en el indicador, pero este fenómeno se debe más a la desaceleración económica que al escenario electoral que actualmente se vive en el país. “En Bolivia, por lo pronto, tenemos un Índice de Confianza en positivo que promueve un crecimiento también positivo en el consumo de los hogares”, explicó.

Créditos

El Ministerio de Planificación informó que los créditos en los sectores productivos crecieron. Por ejemplo, así lo evidencia el crédito en el sector manufacturero que subió en casi un 20% (de $us 3.319 millones a $us 3.965 millones), préstamos que fueron destinados sobre todo a la compra de maquinaria y equipos. Una situación similar se observa en el caso del financiamiento agropecuario, con un crecimiento del 15% (de $us 1.908 millones a $us 2.192 millones). Además, los fondos prestados a la construcción aumentaron un 22% (de $us 2.989 millones a $us 3.646 millones)

PUNTO DE VISTA

“Los inversores están a la expectativa”

Julio Linares /Economista

En el ámbito de la Inversión Extranjera Directa (IED) se ha visto un continuo alejamiento de empresas extranjeras del país, y por supuesto, existe un ambiente electoral de incertidumbre. Se está esperando lo que pueda pasar en octubre.

Esto siempre pasa, las empresas y los inversores van a ver qué es lo que sucederá en los siguientes meses.

Van a esperar porque también existe el temor de una posible ingobernabilidad, si es que el actual Gobierno pierde las elecciones.

Incluso algunos miembros de sectores sociales han manifestado que van hacer insoportable el próximo Gobierno, si el presidente pierde la elección. Ahí se complican las cosas.

Actualmente, quienes más están invirtiendo en el país son las empresas chinas, que ahora verán con un poco de recato lo que sucederá en los próximos meses para no poner todos los huevos al sartén, y apostar todo a una nueva reelección.

Ellos también están atemorizados de que el Gobierno no siga en el poder, y también van a estar un poco cautos para ver si siguen ingresando capital en nuestra economía.

Por eso, la inversión en el país va a estar un poco estancada y los empresarios analizarán el tema de riesgo, porque habrá un shock en la economía por la época electoral.

Por otro lado, los últimos datos de la encuesta de empleo del INE, nos indican que solo el 19% de los trabajadores son formales.

Pero lo interesante es que cuatro de cada 10 empleos formales son empleados públicos; es decir, es el que mayor inversión realiza.

Pero, por otro lado, el sector privado ha crecido a base de pequeños capitales. Actualmente, nueve de cada diez empresas, que se están creando en el país son unipersonales, que van desde consultores en línea, emprendedores hasta gente que abre una pequeña tienda en su barrio.

En este contexto, la inversión privada en el país no está llegando en grandes proporciones, no genera formalidad y empleo de calidad, no es como dice el Gobierno.

La poca inversión que existe es pequeña y otorga un empleo precario, que no es bien pagado. Por eso, vamos a tener que esperar qué pasará en octubre y diciembre si es que hay segunda vuelta.