La viceministra de Medioambiente, Cynthia Silva, dijo que el complejo no necesita de un sistema de tratamiento de aguas. Pero desde Yacimientos dicen todo lo contrario

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19 de junio de 2018, 7:00 AM
19 de junio de 2018, 7:00 AM

El Gobierno y la estatal YPFB se contradicen sobre la presunta contaminación del arroyo Muñeca generada por la planta de urea, ubicada en la localidad de Bulo Bulo. Mientras desde el Viceministerio de Medio Ambiente aseguran que el complejo petroquímico es seguro, y que debido a su tecnología, no precisa de un sistema de tratamiento de aguas, desde Yacimientos indican todo lo contrario; sostienen que la industria cuenta con dos piscinas de tratamiento de aguas, que luego son devueltas al riachuelo, pero con residuos mínimos de amoniaco.

¿Quién dice la verdad? Es una incógnita. Y el tema cada vez genera más cuestionamientos de parte de legisladores opositores. A esto se suman las denuncias de pobladores afectados por la posible contaminación del manantial, que aseguran que la obra se entregó incompleta. 
Más allá de aclarar lo que realmente pasó, la viceministra de medioambiente, Cynthia Silva, alimentó más las dudas. 

En contacto con EL DEBER, la autoridad indicó  que en una inspección realizada por técnicos de su cartera, se verificó que  el sistema industrial del complejo petroquímico es cerrado. 

“Esto implica que aunque tenga una fuga, que la puede tener, no puede provocar un accidente ambiental”, informó Silva.

Sobre el tratamiento de las aguas que usa esta planta, la viceministra sostuvo que por su alta modernidad “en el ámbito se usó solo para enfriamiento”.

“Se reconduce dentro del mismo sistema. Esa agua no se filtra  al medioambiente. Cuando hay que cambiarla se lleva a plantas de tratamiento en Santa Cruz”, dijo.

Consultada sobre si una industria de grandes dimensiones como la petroquímica necesita de una planta de tratamiento, la autoridad de forma textual dijo:“No se lo consideró, porque no se necesita, porque el equipo que hay es especializado”, dijo.

Aseguró que técnicos de la Gobernación de Cochabamba y de su viceministerio revisaron el interior de la industria.

“Hay un solo vertido que son las aguas de lluvia, eso que sale de la planta al arroyo”, precisó.

La autoridad  adelantó que técnicos de la Gobernación de Cochabamba y su despacho tomaron muestras de agua que “se verificarían en un laboratorio independiente”. Insistió que no hay daño ambiental y minimizó la denuncia de los lugareños de Bulo Bulo.
“No hay posibilidades de contaminación. No  se detectó nada. El agua es cristalina”, aseguró.

YPFB contradice a viceministra

Pero la defensa a ultranza de la planta realizada por la autoridad no coincide con lo expuesto a EL DEBER por YPFB, lo que genera más dudas sobre el caso.

Gonzalo Saavedra, vicepresidente de Operaciones de YPFB Corporación, aseguró que  “es imposible que una planta de esta envergadura pueda trabajar sin una planta de tratamiento de agua”.

Es más, sostuvo que la enorme infraestructura cuenta con dos piscinas de tratamiento.

“A una la llaman la 351, en donde se depositan todas las aguas que se utilizan en los calderos en la generación. Esas aguas son tratadas ahí y en el caso de que no puedan tratarse, pasan  a una segunda piscina”, aseguró.

Luego de este proceso el agua es devuelta al arroyo Muñeca “porque hay que devolver el agua prestada del río Ichoa”.

En lo único que coincidió con la viceministra fue sobre la fuga interna de amoniaco, y que en ningún caso se afectó el hábitat. 

“En ningún caso ha sido una fuga que dañe el medioambiente aunque puede darse ese riesgo, por eso contamos con las piscinas de tratamiento”, aseguró. 

Piden auditoría a Contraloría

Ante las denuncias de contaminación con amoniaco en el arroyo  Muñeca en el municipio Entre Ríos, donde según comunarios del lugar se generó la mortandad de peces y ganado, el senador  opositor Óscar Ortiz solicitó a la Contraloría General del Estado (CGE) una auditoría ambiental para determinar la magnitud de los daños ocasionados por la planta de urea y amoniaco, que según el legislador no cuenta con un sistema de tratamiento de aguas residuales.

El pedido de Ortiz se hizo a través de una carta al contralor general del Estado, Henry Ara.
En su misiva, el congresista recopiló las denuncias hechas por comunarios de Bulo Bulo, a través de EL DEBER y de un medio impreso de Cochabamba.

Me han confirmado distintos expertos, que conocen la planta petroquímica por dentro, que la razón principal de la contaminación es que no se tiene una planta de tratamiento de aguas industriales”, aseguró. 

La denuncia coincide con lo revelado por Demetrio Veliz, un afectado por el primer derrame registrado en octubre de 2017. El hombre dijo a EL DEBER que técnicos de la planta le informaron que la obra estaba incompleta.

“Aquella vez el ingeniero ambiental de Samsung, un boliviano, nos dijo que la planta de urea no estaba completa. Que necesitaba lagunas de oxidación y  no se contemplaba en el proyecto”, afirmó.

A esta denuncia, Ortiz agrega que el complejo tiene un tanque por precipitación, para que se asienten las impurezas al fondo, y un filtro mecánico. “Esto es insuficiente para depurar los más de 100 químicos que intervienen en el proceso de producción del amoniaco”, señaló.

Según el legislador, mientras la planta de amoniaco y urea no cuente con una piscina de tratamiento de aguas industriales, avanzará la contaminación.

“Nadie puede entender cómo han construido una planta de casi  $us 1.000 millones sin poner una planta de tratamiento de aguas y cómo en el Ministerio de Medio Ambiente y la Gobernación de Cochabamba dieron la ficha ambiental  y la autorización”, dijo.

Para saber

Paros y exportación
La planta de urea y amoniaco estuvo en paro tres veces y exportó a Brasil cerca de 12 mil toneladas, que equivalen al 20% de capacidad estimada de producción mensual.

Trabajos
La estatal petrolera YPFB informó que logró remediar la fuga interna de amoniaco y retomó el proceso de industrialización de urea, después de tres semanas, en el complejo petroquímico de Bulo Bulo. 

Otros mercados 
La estatal informó que cuenta con pedidos de urea para los mercados de Argentina, Uruguay y Paraguay, en total el  país venderá cerca de 9.200 toneladas a estos países.

Mercado brasileño
La petrolera nacional cuenta con un contrato para la exportación de 335.000 toneladas del fertilizante a Brasil.

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