El asunto de la aeronave se encuentra en un callejón sin salida. La justicia pide detener al propietario que está fuera del país 

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20 de julio de 2018, 4:00 AM
20 de julio de 2018, 4:00 AM

Luego de que el ministro de Gobierno, Carlos Romero, indicó que el Ministerio Público decidió no realizar la prueba del microaspirado al jet de lujo que decomisó la Aduana Nacional de Bolivia el 6 de julio, desde la oposición consideran que el MAS busca una ‘salida correcta’ por el tema del jet, a pesar de mostrar graves contradicciones.

Cabe recordar que fue el propio Gobierno el que alentó a que se realice la prueba del microaspirado, para descartar cualquier actividad ilegal, algo que fue criticado desde la oposición que consideraba innecesaria la prueba debido a que el jet Super Mid-Size- Gulfstream GIII, con matrícula N557 JK,  cuando ingresó por primera vez tuvo que pasar por ese control.                                                                                                                                                                                      

Las idas y venidas

Ante este nuevo escenario, Tomás Monasterio, diputado opositor de Unidad Demócrata (UD), indicó que este nuevo retroceso  del Ejecutivo es una muestra clara de que desde un principio las autoridades gubernamentales estaban totalmente desorientadas y que no respetaron ningún paso legal en su proceso para quedarse con la aeronave.

Monasterio indicó que era ilógico volver a pedir un análisis a  la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), pues de hacerlo era reconocer públicamente que dichos controles no fueron realizados de la mejor manera.

Otro aspecto que observó Monasterio, fue el proceso de nacionalización del jet y el pedido de detención del presidente del Bank of Utah que es la empresa propietaria del avión de lujo.

“Se nacionalizó la nave violando varios pasos legales y no respetando el orden judicial vigente. Esa orden de reversión por supuesto contrabando está plagada de ilegalidades”, señaló Monasterio.

En cuanto a la aeronave, que se encuentra en El Trompillo, Monasterio sostuvo que a partir de las observaciones y pruebas presentadas, la Aduana no sabe cómo actuar para ‘lavar’ su imagen y no dejar mal parada a Bolivia  por un avión que se quiso apropiar de manera ilegal y que cotizó en $us 10 millones.

En detalle

Hace tiempo
La aeronave se encuentra en el país desde abril del año pasado. Recién el 6 de junio de 2018 la Aduana observa la presencia del jet e inicia una investigación por considerar que la aeronave cometió contrabando.

Devolución
Para el Gobierno, en primera instancia, indicó que si el propietario del jet pagaba la deuda de Bs 46.000, este lo podía retirar sin ningún problema.