El presidente del BID cree que gracias a una clase media más informada hay menos posibilidades de tener líderes que permanezcan en el poder manipulando

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1 de abril de 2018, 4:00 AM
1 de abril de 2018, 4:00 AM

Mendoza fue sede de la reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una fuente principal de fondos de desarrollo para Latinoamérica y el Caribe destinados al apoyo del desarrollo económico y social. Servir de anfitriona del evento representa un impulso para la aspiración de la provincia de ser un centro regional. El presidente del banco, Luis Alberto Moreno, ha estado al mando durante casi 13 años. Él apoya la integración continental, lo cual sería beneficioso para la región. Ese fue uno de los numerosos puntos que discutió con Financial Times.

Latinoamérica tiene un ciclo de elecciones maratoniano este año. El atractivo del populismo parece atenuarse últimamente. ¿Está ‘muerto’ en la región? 
Lo que yo creo, gracias en parte a una clase media en crecimiento y a sociedades más educadas, informadas y responsables, es que hoy en día es menos probable que tengamos casos excepcionales de líderes que buscan permanecer en el poder manipulando las instituciones democráticas y socavando la empresa privada.

Más recientemente, hemos visto candidatos moderados con propuestas pragmáticas a quienes les va bien en las elecciones. Ellos han tendido a enfatizar la lucha contra la corrupción y la mejora de los servicios, dos temas que se volvieron más importantes a medida que la clase media de Latinoamérica casi duplicó su tamaño durante la última década. Actualmente, los contribuyentes son más exigentes y quieren que su dinero se gaste adecuadamente. Ellos quieren gobiernos buenos y responsables, y soluciones concretas que mejoren su calidad de vida.

¿Qué lecciones ha aprendido de la serie de escándalos de corrupción en Latinoamérica durante los últimos años? 
Estos problemas están saliendo a la luz porque nuestros sistemas de controles y equilibrios están funcionando como nunca antes. Los jueces y los fiscales están haciendo su trabajo. Presidentes y líderes empresariales han sido llevados a juicio. Eso es algo que raramente vimos en el pasado.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) está bajo amenaza. Las conversaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) continúan. ¿Qué ve como el resultado de estos tiempos inciertos? 
No sé cómo terminarán las negociaciones del Tlcan. Necesitamos construir mayores lazos entre los países de Latinoamérica y el Caribe, y dentro del hemisferio. Un sólido mercado regional pudiera proporcionar un colchón a nuestras economías en momentos en que las condiciones económicas mundiales fueran menos favorables. Esta es la razón por la cual los países del Mercosur y de la Alianza del Pacífico se están acercando, y por qué existe apoyo público para la integración.

La región, especialmente Argentina y Brasil, ha experimentado un significativo aumento en la deuda durante los últimos años. ¿Esto representa una preocupación? 

La deuda ha estado aumentando, pero el contexto ha estado mejorando. En el frente fiscal, los países están ajustando el gasto hacia una mayor eficiencia y hacia más inversión pública. Es imperativo que generemos un crecimiento más fuerte para mitigar esos riesgos. 
Nuestros países necesitan impulsar la productividad, incorporar a los trabajadores y a las empresas a la economía formal, y agregar más tecnología e innovación a todo lo que hacen.

¿La región ha arruinado lo que algunos anunciaron que sería la ‘década de Latinoamérica’?
Decenas de millones de latinoamericanos salieron de la pobreza y millones de mujeres se unieron a la fuerza laboral. Estas ganancias habrían sido mucho mayores si la crisis financiera de 2008 no hubiera obstaculizado la economía mundial.

¿Qué lo mantiene despierto por la noche cuando piensa en la región?
El mundo está cambiando rápidamente y, sin embargo, todavía discutimos sobre problemas del siglo XX. Para dar un ejemplo, una encuesta reciente descubrió que entre las personas que solamente  pueden permitirse una comida al día, el 21% posee un teléfono inteligente.

Creo que esto se debe a que las personas entienden las oportunidades que surgen al estar conectadas. Necesitamos más líderes que puedan conectarse con diversas partes interesadas y construir estrategias para adelantarnos a las disrupciones tecnológicas. Necesitamos más empresas que se beneficien y crezcan al tiempo que mejoran las perspectivas de su fuerza laboral, de sus clientes y de la sociedad en general.