Los agricultores piden $us 270 por la tonelada del grano. En la Bolsa de Chicago, se cotiza en $us 298. La industria señala que el precio alcanzaría los $us 210 en Bolivia, descontando los costos logísticos

El Deber logo
11 de mayo de 2019, 4:00 AM
11 de mayo de 2019, 4:00 AM

La relación entre el sector productivo y la industria oleaginosa no atraviesa un buen momento. Y es que el precio que las empresas aceiteras ofertan a los productores por la tonelada de soya, causa malestar en estos últimos. “Estamos muy preocupados porque muchos de nuestros asociados no han podido ‘cerrar’ (vender su producción a la industria) por el tema de precios.

Esperábamos que mejore, pero está empeorando”, dijo Isidoro Barrientos, titular de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente. Barrientos considera que la industria puede ofrecer un mejor precio por la soya. Ahora oferta entre $us 230 y $us 240 la tonelada. Los pequeños productores piden $us 270 por tonelada de soya.

Afirman que con esta cifra por lo menos van a poder cubrir sus costos, ya que producir una hectárea, que en promedio les está rindiendo 500 kilos, les cuesta $us 400. Hoy, los pequeños productores de San Julián y Cuatro Cañadas realizarán ampliados para tratar el tema del precio de la soya.

Esa preocupación es compartida por los medianos y grandes productores. Y es que la gran mayoría no ha podido acordar precios con la industria, según Jaime Hernández, gerente general de Anapo. “Llegado el momento de la cosecha no ofertaron los precios con los cuales los productores podían concretar la venta. Esto es consecuencia de algunas políticas que aún se mantienen por parte del Gobierno, como la restricción a las exportaciones de grano o el mantener la banda de precios para la harina de soya”, manifesó Hernández.

Afecta precio internacional Los precios de la soya están en los niveles más bajos de los últimos años. En la actualidad, la tonelada se está cotizando en $us 298 en la Bolsa de Chicago. Descontando los costos logísticos, el precio del producto en Bolivia rondaría los $us 210.

Esa situación se refleja en el mercado nacional. Guillermo Ribera, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia, explicó que como Bolivia es un país pequeño en términos de producción, no es fijador de precios sino un tomador de ellos.

“El precio (en Bolivia) lo establece la industria con el productor en función de la variación que se está dando en el mercado internacio nal.

El productor puede ir a negociar con la industria y acordar con ésta un precio en función al mercado internacional”, indicó Ribera. En cuanto a la eficiencia, manifestó que la industria tiene una capacidad de producción de 4,5 millones de toneladas.

“En 2018 produjo 2,6 millones toneladas, se está trabajando a un 55% de capacidad, se debe mejorar a nivel de toda la cadena para competir con los grandes productores mundiales, ya que la industria oleaginosa es de volumen”, expresó. Por su parte, el presidente de la Cadex, Oswaldo Barriga, sostuvo que este escenario es preocupante para Bolivia, porque el mundo está registrando un récord histórico de producción global de soya y de altos niveles de stock del grano.

A esto se suma la reducción de la demanda China, principal comprador mundial de estos productos, fruto de la guerra comercial con EEUU y una epidemia que afecta fuertemente a su producción porcina.