Fegabeni reporta la movilización de unos 20.000 bovinos, entre menores y adultos, a zonas altas de provincias benianas y a Santa Cruz. Familias empiezan a dejar sus casas

El Deber logo
29 de enero de 2018, 6:00 AM
29 de enero de 2018, 6:00 AM

Los ríos en Beni pone en alerta al sector ganadero de este departamento, que activa un plan de prevención y evacuación de bovinos para evitar pérdidas, como aconteció en 2014 cuando perdieron más de 600.000 animales por ahogamiento y alrededor de $us 300 millones. 


De acuerdo con el gerente general de la Federación de Ganaderos de Beni (Fegabeni), Carmelo Arteaga, productores que desarrollan actividades pecuarias en las provincias Marbán, Yacuma, Moxos y Mamoré ya han comenzado a movilizar ganado vacuno, entre menores y adultos, desde sus puestos hasta zonas altas de dichas provincias. Algunos lo hacen a Santa Cruz. 


Reportes preliminares sectoriales, a decir de Arteaga, dan cuenta de que en las últimas semanas se movilizaron unas 20.000 cabezas de bovinos.  El hato de Beni ronda los 3,2 millones de cabezas de ganado vacuno. 


Arteaga señaló que en los últimos días, el nivel y el caudal de los ríos Ibare y Mamoré superaron el barranco y provocaron la huida de pobladores que viven en las márgenes de Puerto Almacén, Loma Suárez y  la comunidad Los Puentes, ruta a San Ignacio de Moxos. Varias familias han sido evacuadas a orillas de la carretera. 


Efectos de las lluvias 
Según el director  del Centro de Operaciones de Emergencia del Departamento (COED) de Beni, Cristhian Cámara, las fuertes precipitaciones pluviales caídas en las últimas semanas en Santa Cruz y  Cochabamba y en las últimas horas en Beni han provocado una crecida de los ríos Blanco, San Pedro y Mamoré que está afectando a unas 4.000 familias de cuatro provincias de Beni y dejando efectos en la producción agrícola.  


Dio cuenta de que la población más afectada, por ahora, se concentra en las provincias Marbán (San Andrés y Loreto), Cercado (San Javier y Trinidad) e Iténez (Baures, Huacaraje y Magdalena). 


Cámara apuntó que en la presente jornada se tiene programado realizar una radiografía por agua y aire, en coordinación con la Armada y la Fuerza Aérea,  para establecer la magnitud de las crecidas de los ríos y ajustar el mapa de riesgo y el plan de contingencia en las zonas afectadas por la llenura de los afluentes.


En el ámbito productivo, el director del COED aseguró que el sector agrícola es el más vulnerable y que solo en San Javier se cuantificaron unas 176 hectáreas de cultivos agrícolas bajo el agua. Los sembradíos más afectados corresponden a yuca, caña de azúcar y arroz. 
Desde Baures, el alcalde Juan Ágreda, informó de que hay alerta en la población por la amenaza de rebalse del río Blanco que alagó los campos de pastoreo y dejó bajo el agua los caminos que los vincula con la capital Trinidad. 


La población ha comenzado a sufrir por la falta de gas licuado, gasolina y diésel. La carencia de este último combustible, dijo que derivó en el racionamiento de energía eléctrica.