En enero y febrero de 2018 el saldo comercial fue negativo y llegó a los $us 144 millones, en similar periodo de 2019 el desequilibrio sumó $us 373 millones. Privados temen aumento de la tendencia

El Deber logo
6 de abril de 2019, 5:00 AM
6 de abril de 2019, 5:00 AM

La balanza comercial del país desde 2015 está desequilibrada porque el valor de las exportaciones es cada vez menor a la de las importaciones. Al primer bimestre de 2019, el déficit comercial alcanza los $us 373 millones, un 159% más que en similar periodo de 2018 cuando el valor del saldo comercial fue de $us 144 millones. Esto impulsado por la compra de combustible y la caída en la exportación de minerales.

Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y febrero de esta gestión las exportaciones sumaron $us 1.315 millones y las importaciones llegaron a los $us 1.688 millones. En similar periodo de 2018, las ventas al exterior sumaron $us 1.389 millones y las compras externas $us 1.533 millones.

Los datos del INE reflejan que Bolivia compró combustibles y lubricantes por $us 256,7 millones a febrero de 2019, un 82% más que al primer bimestre de 2018, cuando fueron $us 146 millones. En tanto que la exportación de minerales bajó de $us 419 millones a $us 298 millones en el mismo periodo. La venta de gas natural solo creció un 2,3%. Comparado con el primer bimestre de 2016 y 2017, el déficit fue de $us 346,4 millones.

Sobre el tema, Gary Rodríguez, gerente del IBCE, indicó que desde 2015 se registran déficits comerciales, pero las actuales cifras son una preocupación debido a que el problema es estructural y la tendencia es ascendente.

Rodríguez señaló que el camino que le queda al país es exportar más e importar menos. Considera que el Gobierno debe realizar un proceso selectivo de exportación donde se prioricen los productos con valor agregado y a su vez implementar un programa de sustitución de importación competitiva que de alguna manera frene el ingreso masivo de productos que se fabrican en el país.

Sostuvo que la producción de biodiésel es un gran paso pues de consolidar ese proyecto el país se ahorraría unos $us 1.200 millones por la compra de diésel ($us 900 millones) y de aditivos para gasolina ($us 350 millones), también destacó la exportación de urea, de GLP y el uso de la biotecnología, aunque a su criterio estos avances no alcanzan para compensar los menores volúmenes de exportación de gas y la caída de los precios internacionales de las materias primas (minerales y soya).

Wilfredo Rojo, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), explicó que este desequilibrio demuestra que la matriz productiva del país todavía se apoya en los productos extractivos, en aquellos donde hay poco valor agregado y lamentó que si no se cambia, el déficit se profundizará generando mayores problemas con el riesgo de afectar las reservas internacionales.

Rojo remarcó que se debe trabajar en potenciar las exportaciones no tradicionales. A su criterio, es importante frenar la importación creando algunos aranceles, sin afectar el ingreso de los bienes de capital que son importantes.

Oswaldo Barriga, gerente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz, precisó que por lo general se prevé una recuperación en el segundo semestre.

Un problema de oferta

Víctor Hugo Figueroa, expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, sostuvo que las cifras que brinda el INE son preocupantes y que las mismas demuestra que el aparato productor nacional no es competitivo, pues su estructura se sigue apoyando en las materias primas.

Subrayó que el déficit comercial es resultado de la pobre oferta que no es competitiva en el mercado internacional, el analista sostuvo que otros factores como el tipo de cambio que está fijo desde 2011, el pago del doble aguinaldo y el año electoral son aspectos negativos para incentivar a los exportadores. “Se debe trabajar en cómo diversificar las exportaciones y modificar la política monetaria, sin que los posibles cambios afecten el programa de bolivianización que lleva adelante el Gobierno”, sostuvo.

Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural informaron que trabajan en programas de incentivo a los pequeños y medianos empresarios para diversificar la oferta exportable del país. Así, el Viceministerio de Producción Industrial a Mediana y Gran Escala está encargado de generar los espacios para que la producción textil, de alimentos y la manufactura exporten, una vez que sea atendido el mercado interno.