Papa peruana, tomate chileno, manzana y durazno argentino compiten con la oferta nacional. El agro exige un mercado campesino. El Ministerio de Defensa anuncia mayor resguardo en la frontera

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12 de abril de 2019, 6:00 AM
12 de abril de 2019, 6:00 AM

Entre Samaipata y Mariana hay hectáreas y hectáreas de tierra seca que alguna vez albergaron papas o tomates en sus surcos. Hoy están abandonadas porque el negocio no es rentable.

Esto se debe a que la producción de los Valles cruceños no puede competir en costos con la papa del Perú o con los tomates de Chile que ingresan vía contrabando al mercado boliviano.

Nicasia, es una pequeña productora de lechuga y brócoli de la localidad de Monteagudo (Samaipata) que ante los bajos precios de la arroba de papa optó por no sembrarla y giró su mirada a otras hortalizas.

Hasta hace unos tres años, producir papa era rentable pues los mayoristas aceptaban pagar la arroba a Bs 25 y Bs 30, pero con el ingreso de papa peruana los intermediarios no pagan más de Bs 15. “Con estos precios no podemos competir y muchas veces para no volver con nuestros camiones debemos vender la arroba hasta en Bs 10. Un precio que no cubre mi gasto de producción”, lamentó Nicasia.

Sobre el tema, Flavio Camacho, alcalde de Samaipata, sostuvo que este es un problema que afecta a los pequeños y medianos productores desde hace tres años. Precisó que no es posible que la caja de 12 kilos de tomate que se debe pagar al productor a Bs 80, su precio baje a Bs 40 y en algunas oportunidades llegue a los Bs 20, debido a la sobreoferta de tomate chileno.

El alcalde criticó que hasta el momento las autoridades nacionales no hayan podido solucionar el tema del contrabando y que se permita en los mercados de Santa Cruz la comercialización de estos productos que ingresaron de manera ilegal.

En los mercados de abastecimiento los comerciantes saben que hay una mayor oferta de frutas, hortalizas y tubérculos extranjeros, incluso ofrecen manzana argentina, uva chilena, papa peruana. La ventaja, según indican, es el precio. “Cuando no hay uva tarijeña, tenemos chilena a Bs 10 el kilo, así siempre hay fruta a la venta”, dijo Guadalupe Ríos.

El Gobierno asegura que hasta mayo la frontera con Chile estará bajo control, con la instalación de seis nuevos puestos de control, según el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Gonzalo Rodríguez. “Esperamos hasta mayo controlar la frontera con Chile, que es por donde entra el 70% del contrabando al país”.

Rodríguez señaló además que actualmente la Fuerza de Tarea Conjunta, dependiente del Viceministerio, controla 214 kilómetros de los 880 de frontera que tiene Bolivia con Chile y Perú.

Situación insostenible

Camino a Mairana se pueden observar las plantaciones de durazno, junto a la de los árboles de manzana, Jorge Tórrez, un mediano productor, se frota las manos y acaricia el mentón y en tono resignado sentencia que el contrabando lo está matando que la gran cantidad de durazno y manzana argentina hace que los precios bajen al extremo de que apenas alcance para pagar el flete y a los jornaleros.

“La caja de 12 kilos de durazno debería venderse, de acuerdo a la calidad, entre Bs 80 y 100, pero por la oferta argentina su precio baja hasta los Bs 30. Así uno ya no puede seguir”, indicó Tórrez, que cuando se le consultó por el precio de la manzana, solo atinó a decir que está por los suelos y no dio más detalles.

Al respecto, Herculiano Gutiérrez, secretario ejecutivo de los productores campesinos de Florida, señaló que la situación es insostenible. Detalló que ya no se puede seguir aceptando que los intermediarios controlen los precios perjudicando al agro.

El dirigente reconoció que desde el Ejecutivo se los ayudó con sistemas de riego y apoyo técnico, pero remarcó que toda esa buena voluntad se pierde por la falta de control.

Cultivo alternativo

Ante la baja rentabilidad en la producción de papa, tomate y algunas frutas, muchos productores optaron por apostar al tabaco. Una de ellas es Juanita Espinosa, que dejó el tomate por las hojas del tabaco. Dijo que producir tomate es muy caro ya que se debe invertir en semillas, insecticidas y abono, y para ganar la caja no debe venderse a menos de Bs 80, lo que no sucede. “Pensé que esto iba a cambiar y me endeudé. Ahora debo más de Bs 25.000 a las casas que venden semillas y abono. Por eso cambié y estoy sembrando tabaco que es más barato, pero si todos nos dedicamos a lo mismo no habrá verduras”, indicó.

Mayor importación

Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior con datos del Instituto Nacional de Estadísticas hasta el año 2016 -último dato oficial- Bolivia produce el 85% de sus tubérculos, frutas y hortalizas y se procede a la importación legal del 15% en un total de 300 alimentos entre ellos manzana, papa, limón, kiwi, tomate, entre otros. Por ejemplo, en el caso del tomate, debe importarse ya que la producción local en algunos periodos no es suficiente para abastecer el mercado interno. Sin embargo, en la última década la importación de alimentos se cuatriplicó de $us 124,5 millones a $us 488,5 millones en 2018.

Las demandas

Demetrio Quinteros, secretario ejecutivo de los campesinos de la provincia Caballero, sostuvo que en Comarapa los productores están al borde de la quiebra, por lo que si no se atienden sus reclamos bloquearán las carreteras a Sucre, Santa Cruz y Cochabamba. Sus principales demandas son el control del contrabando y la construcción de un mercado campesino. Quinteros sostuvo que esperan soluciones de la reunión que se realizará hoy en Santa Cruz con los ministros de Gobierno, Desarrollo Rural y Desarrollo Productivo.