Ventas. La gente mide sus gastos y restaurantes impulsan promociones. Las compras en el sector cayeron un 2%. El Ejecutivo afirma que la demanda interna de este sector, junto con supermercados y pasajes creció un 7%

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3 de marzo de 2019, 4:00 AM
3 de marzo de 2019, 4:00 AM

Hora: 12:00 del miércoles, lugar: patio de comidas del Ventura Mall, uno de los centros comerciales más importante de Santa Cruz. En este lugar, Johnny Pinto, de unos 40 años, acomoda la mesa y echa un aderezo a la hamburguesa de su hijo de siete años, y luego coloca una corona de papel en la cabeza de su pequeño, que ya saborea su Burger King. La misma operación realiza su esposa, con su otro vástago de 10 años. Esta es la primera, de las tres veces que planea salir con su familia este mes. “Antes salíamos más seguido, pero ahora hay que medirse en los gastos, la situación no está para gastar mucho”, asegura.

A unos pasos de esta familia, María René y Claudia, hacen una pausa en su jornada laboral. Es miércoles y dicen que se reúnen a degustar unos sabrosos pollos de una marca muy conocidas.

“Hay promoción y aprovechamos”, indican ambas.

Consultadas si salen seguido a comer, las jóvenes coinciden en decir que no seguido por lo costoso que sale pagar una comida en un patio de comida o restaurante. “Yo salgo una vez al mes, con mi familia, o cuando hay cumpleaños con mis amigos”, aseguró María René.

Claudia, al igual que su amiga, sale poco. “Vengo cuando hay el dos por uno en el cine, y de vez en cuando con mis hermanas”, dijo.

Estos testimonios son una muestra de que el consumo de las personas se ralentiza, debido al achicamiento del bolsillo popular.

Pero en contrapartida, el Ministerio de Economía, afirma que dentro de los indicadores de dinamismo de la demanda interna, las ventas de restaurantes, supermercados y pasajes aéreos llegaron a a mover, hasta noviembre de $us1.673 millones, un 7% superior a lo registrado en 2017, y muy por encima de la cifra de $us 290 millones del año 2005.

“Este indicador refleja el dinamismo de la demanda interna, la cual se constituye en el principal motor del crecimiento económico sostenido de los últimos 13 años”, indicó ese ministerio.

¿Por qué ocurre esto?

El Centro Boliviano de Economía (Cebec), organización dependiente de la Cámara de Industria, Comercio y Turismo de Santa Cruz (Cainco), señala que la información disponible sobre las compras en restaurantes revela que ésta cayó un 2% en promedio entre los periodos 2015 y 2017, que contrasta con el aumento del 24% en los años previos.

De acuerdo al Cebec, la información y análisis de expertos en el tema, la caída en el gasto de consumo se debe al reemplazo de marcas más costosas a productos menos onerosos.

“Es decir, ha existido un desplazamiento en el consumo. En el caso de restaurantes, implica menos salidas fuera del hogar y gasto más acotado”, señaló Pablo Mendieta, jefe del Cebec.

Javier Aguilera, presidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz, remarcó “que desde hace rato” que las ventas bajas y atribuyó este fenómeno al poco flujo de circulante.

A esto, se suma la gran cantidad de restaurantes que existen en el mercado. “Este año, el sector mantendrá, no se espera un crecimiento alto, pero la competencia seguirá aumentando”, afirmó.

En este contexto, dijo que las unidades de negocios han optado por cerrar las sucursales menos rentables y reducir sus costos.

También se quejó de que solo un 30% de los restaurantes trabaja de manera formal.

Según datos del sector gastronómico, en Santa Cruz operan 4.000 negocios vinculados a la venta de comida. Pero, de esta cantidad, solo unos 500 cuentan con los papeles en regla.

A esto se suma la carga impositiva y laboral que deben sostener los negocios del sector.

Detalló que solo en la ciudad de Santa Cruz, los negocios que se dedican a la elaboración de alimentos, generan un movimiento de al menos $us 100 millones.

Hay que reinventarse

Juan Carlos Medina, gerente de La Casa del Camba, admitió que la situación de la industria es irregular. Empero, su compañía mantuvo sus márgenes de crecimiento, haciendo algunos ajustes.

“Cerramos locales que no generaban como debían y nos quedamos con los mejores”, matizó.

El resultado de estos ajustes fue un incremento de las ventas en un 20% en el principal espacio comercial.

Admitió que en la actualidad el consumidor se volvió cauteloso y que sale poco, lo que repercute de forma directa en las ventas.

Por eso, muchos restaurantes, incrementaron sus promociones, para ‘atrapar’ a sus comensales.

“Nosotros tenemos promociones de lunes a viernes en nuestros cinco locales express y este año tenemos previsto abrir dos más”, adelantó el empresario.

En un recorrido realizado por EL DEBER a diferentes espacios gastronómicos se evidenció que el movimiento es lento.

“No llueve, pero gotea”, ironizó el funcionario de una tienda que comercializa pastas, en el centro comercial Las Brisas, reproduciendo un dicho popular cruceño que se dice cuando los ingresos de las personas son menores.

“Lo que salva las jornadas son los días de promoción, como los dos por uno los miércoles en el cine”, agregó Danitza, funcionaria de una otro espacio que vende helados, en ese centro comercial.

Pero otros negocios, son más optimistas. Kathering Lobo, trabaja en una tienda de zapatos, y atribuye el bajón del consumo a la coyuntura. Sostiene que entre enero, febrero y marzo, abundan las promociones para estimular más las ventas. Empero, admitió que el comportamiento es regular.

“En mayo las cosas mejoran”, afirmó en tono positivo.

Más emprendimientos

Para Mendieta, la solución estructural a este fenómeno es reactivar la generación de ingresos mediante la creación de más empleos y emprendimientos.

“Este es un aspecto que está en el ámbito de las políticas públicas productivas y que requiere medidas tanto macroeconómicas como sectoriales”, recomendó.

En el corto plazo, agregó, se constituye en una oportunidad para las marcas de productos de consumo masivo para un perfil de menor ingreso. En ese sentido, las empresas deberán reenfocar su estrategia a mejorar la eficiencia y productividad para la provisión de productos más económicos.

Por su parte, desde el Ministerio de Economía, indicaron que de acuerdo a lo establecido en el Programa Fiscal Financiero 2019 se proyecta un crecimiento económico del 4,5%, “cifra que se fundamenta en el continuo dinamismo de los sectores vinculados a la demanda interna y al aporte positivo de las políticas económicas, en general, y sectoriales, en particular, del actual gobierno”.

En esa línea, desde esa cartera de Estado, aseguraron que la pobreza continuó disminuyendo, al igual que la desigualdad de ingresos y el desempleo. “El nivel de pobreza extrema se redujo en 2018 al 15,2% y la tasa de desempleo llegó al 4,3% en 2018”, precisaron desde ese despacho.

Más allá de los buenos números, gente como Johnny Pinto, ajusta los gastos de su bolsillo.

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