Acciones. Los actores empresariales están tomando conciencia del impacto de sus negocios en el entorno

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31 de marzo de 2019, 4:00 AM
31 de marzo de 2019, 4:00 AM

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) llegó a Bolivia hace casi dos décadas, en este tiempo, muchos actores han venido adoptándola como parte de su cultura empresarial. De tal forma que el 69% ya la incluye en sus políticas estratégicas, publica el estudio sobre el Estado de la situación actual de empresas con actividades de RSE en Bolivia.

El revelador estudio fue encargado al Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), con la intención de desarrollar actividades de asociación público-privadas (APP).

Según la investigación, las empresas con mayores acciones de responsabilidad social priorizan el medio ambiente en un 62,3%, educación un 46,8% y salud hasta en un 35,1%.

Destacan las campañas para un mejor cuidado del medio ambiente, reciclaje, arborización, incentivos a la producción ecológica y el fomento a emprendimientos ecológicos.

La investigación, permite una reflexión en varios aspectos, expresa Heiver Andrade, representante de la Fundación Amigarse, al destacar que “el proceso de RSE en Bolivia está para adelante, cada vez más las empresas se van alineando y entendiendo con profundidad este modelo”.

En cuanto a los aspectos por mejorar, Andrade apunta que falta llegar a los reportes de sustentabilidad o balance social, también implementar estrategias que tomen en cuenta las agendas globales.

Para el jefe de estudios del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Steven Magariños, la aplicación de estas acciones les otorga un valor intangible a las compañías y al impacto en la comunidad, clientes, trabajadores y proveedores.

De igual manera “las acciones de responsabilidad social son importantes no solo por la tendencia internacional sino porque también aportan en Bolivia a una economía más fiable, medioambientalmente más amigable y socialmente más responsable”, manifiesta Magariños.

El informe concluye que “puede afirmarse que en la actualidad los actores empresariales están tomando conciencia en el impacto de sus negocios hacia aspectos sociales y medioambientales, aunque continúan enfocando muchas acciones como simplemente filantropía por la carencia de sistemas de gestión bien definidos”.

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