El sector productor de caña de azúcar del país, se declaró este martes en emergencia, ante la elevada cantidad de azúcar que hay en los almacenes de los ingenios por la falta de mercados y la baja compra de etanol por parte de la estatal YPFB, lo que ven como un serio problema a poco menos de un mes de iniciarse una nueva zafra, por lo que amenazan con adoptar medidas de presión desde la siguiente semana para ser atendidos por el Gobierno.

En una conferencia de prensa, brindada este martes, en Montero, la Confederación Nacional de Productores de Cañeros de Bolivia (Concabol), a través de su presidente Oscar Alberto y representantes de los cañicultores de las principales factorías de la región –Aguaí, Unagro y Guabirá- lanzaron la emergencia alertando que requieren de la ayuda del Estado para sobrellevar esta situación, que aseguran tiende es insostenible.

Alberto, explicó que se tienen más de 4 millones de quintales de azúcar en los almacenes de los ingenios, y estando a solo días de iniciar la zafra, urge que el Gobierno les ayude a buscar mercados en el exterior para el excedente ya existente, sin que comience la molienda.

Asimismo, aseguró que el proyecto de los biocombustibles que impulsan conjuntamente a las industrias y el Gobierno, no está funcionando como se debe, porque a la fecha es mínima la cantidad que ha sido comprada por YPFB.

Según estimaciones de los productores, de los 20 millones de litros comprometidos para su compra por el Gobierno en la gestión 2018, no se vendieron más de 7 millones de litros y eso genera incertidumbre sobre el compromiso de 150 millones de litros que hay para este año.
Apertura de mercados y liberación de la exportación, promoción y mejoras en la logística de promoción y distribución de la Súper Etanol 92 y un trabajo conjunto entre productores, industriales y Gobierno, son parte de las demandas de los cañeros, que dieron plazo hasta el viernes para que la ministra de Desarrollo Productivo, Nélida Sifuentes acepte reunirse con el sector.