Entre el 6 de octubre y el 3 de noviembre, de los 20 gerentes ya reemplazaron a nueve y a dos subgerentes. Los analistas destacan las modificaciones, pero piden mayor profundidad

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5 de noviembre de 2017, 9:00 AM
5 de noviembre de 2017, 9:00 AM

El terremoto que significó el robo de Bs 37,6 millones al Banco Unión, tercera entidad en importancia en Bolivia, que en 2016 destinó para su seguridad Bs 49,4 millones, le pasó la factura a la estructura de su plantel ejecutivo, ya que de los 20 gerentes, entre nacionales y regionales, nueve dejaron su cargo, lo que significa un cambio del 45% en el plantel ejecutivo y a esto se debe  agregar el cambio de dos subgerentes.

Luego de estallar el caso,  el 6 de octubre se dan los primeros movimientos de personal, así  la entonces gerenta general, Marcia del Carmen Villarroel, informaba de que  José Luis Quiroz Tamayo dejaba su puesto de gerente nacional de Operaciones y el mismo iba a ser ocupado por  Agustín Eduardo Navarro Rodríguez.
Asimismo, el 9 de octubre es designado Eduardo Vallejos Vega, subgerente nacional de Operaciones. En otras de sus decisiones antes de ser reemplazada, Villarroel designó a Henry Meave Mercado gerente nacional de Operaciones y Servicios Estatales, al desvincular de sus funciones al ejecutivo Agustín Eduardo Navarro Rodríguez.
 
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A medida que el escándalo subía de tono, los analistas, políticos del oficialismo y de la oposición, desde sus trincheras, presionaban para que los responsables di- rectos e indirectos por la sustracción millonaria de la sucursal Batallas (La Paz) renuncien a sus puestos de trabajo y sean convocados por la justicia.  
Así, el 23 de octubre Juan Evo Morales, presidente del país, anunció la decisión de destituir a Villarroel  y en su lugar posesionar a Rolando Valentín Marín Ibáñez, gerente general.

Para este reportaje, EL DEBER envió un cuestionario al nuevo funcionario estatal, pero indicó que no podía responder.


Sobre el perfil profesional de Marín, el economista Gonzalo Chávez señaló que en nuevo gerente general tiene una buena experiencia académica y económica, pero no así una trayectoria importante en el tema bancario.
“El sistema financiero es complejo, requiere de conocimiento de gerencias y estrategias y de conocer las normativa nacionales y extranjeras. Para llegar a la gerencia de un banco muchos  tardan entre 10 y 15 años, empiezan como cajeros y  van escalando”, dijo.

Desde la consultora McKinsey & Co. sucursal México, explicaron que en la selección de personal se toma muy en cuenta la actividad a desempeñar y cuanto más especializada es,  los requisitos son más exigentes.


“En la banca los niveles de responsabilidad son diferentes, pero si se postula para un gerenciamiento el candidato debe tener más de 10 años de experiencia y haber recorrido la mayor parte de las secciones del banco. Más si es un gerente general, pues él será responsable por el crecimiento del patrimonio y por crear un escenario de confianza entre los accionistas y el público”, dijo Elena Bustillos, reclutadora de personal de McKinsey & Co.   

Tras la caída de Villarroel, el 25 de octubre, José Luis Chávez Arias renunció a su puesto  de gerente nacional de Auditoría Interna y en su lugar fue ubicado Emilio Colque Barrios. En la misma jornada se desvinculó a Mauricio Crespo Mendívil, que ocupaba el cargo de gerente nacional de Gestión Integral de Riesgos, para que  Osvaldo Nina Baltazar sea su reemplazo. 

Así también fue desvinculada Juana Helen Valdez Zapata, que trabajaba como subgerenta nacional de Gestión de Talento Humano, y en su lugar fue incorporado Ricardo Pinell.
Entre las primeras medidas que realizó Marín estuvieron los cambios en las gerencias regionales. El 30 de octubre fue desvinculado Iver Javier Antonio Vargas Aspiazu que hasta entonces era gerente regional de La Paz y en su lugar posesionó a Eduardo Marcelo Siles Torrico, que hasta ese momento fungía como gerente regional de Tarija. Ese mismo día el puesto vacante en Tarija era ocupado por Jaime Roberto Durán, que estaba al frente de la gerencia regional de Chuquisaca.

El 1 de noviembre, la gerencia regional de Chuquisaca fue ocupada por Marco Antonio Bedregal Miranda. En Santa Cruz, el 3 de noviembre Marín presentó a Margot Leticia Baeny Aue como la nueva gerenta nacional de Finanzas y Comercio Exterior, en lugar del desvinculado Jorge Sánchez Landívar.


Renuncia masiva
La noche del 27 de octubre, los cinco miembros del directorio y el síndico del Banco Unión presentaron su renuncia colectiva en una misiva en la que destacan el crecimiento de la institución financiera en los 10 últimos años y aseguraron que se tomaron las acciones pertinentes ante el desfalco del que fue víctima el banco estatal.


La carta fue firmada por el presidente del directorio, Diego  Pérez; el primer vicepresidente, Óscar Claros; la segunda vicepresidenta, Gabriela Mendoza; los directores Carlos Tórrez y Eduardo Pardo;  además del síndico titular, Javier Fernández. 

El  ministro de Economía, Mario Guillén, dijo que el 15 de noviembre elegirá al nuevo directorio.

Lectura de los analistas
Para Luis Robledo, que trabajó 10 años en el sistema financiero del país, los nueve cambios de gerentes y de dos subgerentes era inevitable y remarcó que si se busca cortar de raíz cualquier ilegalidad, las modificaciones deben ser más profundas y alcanzar otros puestos.

Robledo precisó que los movimientos en las gerencias de Operaciones, Gestión Integral de Riesgos y Auditoría eran necesarios, pues a su criterio se trata de dependencias que están ligadas a la seguridad y control de los recursos del Unión. Sobre el cambio en la regional de La Paz, sostuvo que era inevitable, porque el desfalco se dio en la cara del responsable regional.

“Llama la atención que el responsable de la seguridad nacional del Banco Unión (Sergio Alejandro Bellot Ponce)  no sea removido de su cargo, dado que él es la cara visible en lo que se refiere a la seguridad física interna, como al de las instalaciones de cámaras y alarmas”, dijo Robledo.
A su vez, Alejandro Ramos, analista en riesgos financieros, fue más allá e indicó que el cambio en el plantel ejecutivo (gerentes nacionales y regionales) debe ser del 100% y que en los mandos medios se tiene que hacer una depuración paulatina, en especial en los cargos ligados con  la seguridad física y electrónica.  

Patrimonio de los nuevos
De los nueve gerentes nacionales y regionales y dos subgerentes , 10 funcionarios presentaron ante la Contraloría General del Estado (CGE) un resumen de su última declaración jurada de bienes y rentas.


Así, el gerente general, Marín, según la CGE presentó su formulario el 24/10/2017, en donde detalló que tiene un patrimonio activo de Bs 232.000. Mientras que el gerente nacional de Operaciones, Navarro, entregó su declaración el 30/5/2017 en el que se indica que cuenta con un patrimonio activo de Bs 3.609.923.  El gerente nacional de Operaciones y Servicios Estatales, Meave, el 29/6/2017 declaró a la CGE contar con un activo de Bs 1.179.300, una deuda de Bs 353.100, por lo que presentó un patrimonio neto de Bs 826.200.

El 26 de octubre de 2017, el gerente nacional de Gestión Integral de Riesgos, Nina, detalló que cuenta con un activo de Bs 5.077.835, una deuda de Bs 139.764, por lo que tiene un patrimonio neto de Bs 4.938.071. A su vez, el gerente nacional de Auditoría, Colque, el 26/10/2017 presentó formulario en el que registró un activo de Bs 992.282, una deuda de Bs 158.114 y un patrimonio neto de Bs 834.168.

La gerenta nacional de Finanzas y Comercio Exterior, Baeny, informó el 23/10/2017 contar con un activo de Bs 2.920.520, una deuda de Bs 1.288.000, por lo que tiene un patrimonio neto de Bs 1.632.520.


Mientras que el gerente regional de La Paz, Siles, el 12/7/2017 hizo llegar a la CGE su informe en el que indicó contar con un activo de Bs 1.431.250, una deuda de Bs 851.000 y un patrimonio neto de Bs 580.250. 


El gerente regional de Chuquisaca, Bedregal, el 24/11/2017 declaró tener un activo de Bs 2.688.421, una deuda de 196.030 y un patrimonio neto de Bs 2.492.390. A su vez, el gerente regional de Tarija, Durán, el 18/7/2017 señaló contar con un activo de Bs 3.571.907, una deuda de Bs 1.679.907 y un patrimonio neto de Bs 1.892.777.


El subgerente de Gestión y Talento Humano, Pinell, el 26/10/2017 entregó a la CGE su formulario e indicó  ser dueño de un activo de Bs 4.421.370, de una deuda de Bs 872.453 y de un patrimonio neto de Bs 3.548.917.


Sobre la declaración del valor de sus patrimonios, el economista, Andrés Rocha, señaló que es una excelente noticia que de los 11 funcionarios nuevos, 10 hayan cumplido con la norma ya que eso da certidumbre y legalidad a los cambio que se está realizando en la entidad estatal.