El transporte sindicalizado del Bloque Chiquitano pidió acelerar adjudicación. Camioneros abandonaron el diálogo con el Gobierno  

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1 de marzo de 2018, 4:00 AM
1 de marzo de 2018, 4:00 AM

Los transportistas que exigen la reconstrucción de la ruta Santa Cruz-Trinidad (Beni) de forma inmediata tendrán que esperar un tiempo prudencial para que se concrete la obra. Ayer, el Banco Mundial (BM), financiador del proyecto, indicó que hace una “evaluación cuidadosa” de las empresas que mostraron interés en la reparación de la vía caminera. 

En un correo enviado a EL DEBER, el organismo internacional dio a conocer que existe un grado de complejidad en esta vía, dado que la obra tiene cinco tramos que pueden estar a cargo de una sola empresa o de cinco empresas diferentes.

“Se presentaron un buen número de proponentes -lo cual es positivo- y el procesar la información recibida en la licitación, tanto por parte de Administradora Boliviana de Caminos (ABC)  como del Banco Mundial, requiere una evaluación cuidadosa”, manifestaron desde el ente financiador.

El Banco Mundial dijo que  apoya a la ABC para apurar  la adjudicación, verificando que las firmas cumplan “los requisitos técnicos y financieros que garanticen una buena ejecución de la obra”.

Inicio de obras

Luego de una tensa reunión ayer, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros y el transporte sindicalizado del Bloque Chiquitano, que en la víspera  bloqueó la ruta a Beni exigiendo su reconstrucción, firmaron un acuerdo para suspender las protestas. 

El convenio tiene ocho puntos, destacan la elaboración del proyecto a diseño final de la doble vía Cotoca-San Ramón, que deberá estar listo en noviembre de este año. Con relación a la ruta a Beni, se estableció que el Gobierno realizará el bacheo permanente de la ruta. El ministro Claros explicó que el proyecto está en etapa de evaluación y estimó que las obras se inicien en junio de este año.  

El diálogo se instaló ayer a las 15:30 y terminó a las 21:00 en oficinas de la ABC. Los transportistas se quejaron por el mal estado de las vías. Cuando los dirigentes del transporte pesado comenzaron a dar sus puntos, el ministro Claros los interrumpió y les pidió que se retiraran acusándolos de no tener representatividad; ofuscados, abandonaron el diálogo y acusaron a Claros de dividirlos.