El organismo bajó su pronóstico de crecimiento global para 2019 a 2,6% en su informe Perspectivas Económicas Mundiales, una baja del 0,3% en relación a enero

El Deber logo
4 de junio de 2019, 18:09 PM
4 de junio de 2019, 18:09 PM

El Banco Mundial redujo este martes su pronóstico sobre crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para Bolivia del 4,3% al 4% en su informe semestral Perspectivas Económicas Mundiales, una baja de 0,3 por ciento en relación con su estimación de enero.

La institución espera una recuperación modesta en los próximos dos años, según los datos de sus pronósticos semestrales, que cuentan con que haya una mejora en el panorama global para entonces.

Según las proyecciones de la institución, el crecimiento mundial va a desacelerarse al 2,6% este año, para alcanzar un 2,7% en 2020, un nivel también 0,1 puntos por debajo de lo calculado por la institución en su informe emitido a principios de este año.

La institución espera que el crecimiento de América Latina y el Caribe, exceptuando Venezuela, sea del 1,7% en 2019, un recorte frente al pronóstico de una expansión del 2,1% hecha en enero. Esto refleja las difíciles condiciones que imperan en varias de las economías de la región.

En Brasil, si bien las condiciones crediticias y del mercado laboral se han atenuado, los indicadores de actividad siguen registrando avances lentos. Tanto Chile como México experimentan una desaceleración, y la economía argentina sigue contrayéndose. No obstante, datos recientes indican una sólida expansión económica en Colombia.

Los riesgos, según el organismo

Las contingencias para las perspectivas de la región se traducen predominantemente en una tendencia a la baja y provienen tanto de fuentes externas como internas. Una nueva escalada de restricciones comerciales entre las principales economías podría incidir en las exportaciones y la inversión. La desaceleración económica de Estados Unidos podría ser más marcada de lo esperado.

Una desaceleración más profunda que lo anticipado en China, el mayor destino de importaciones para Brasil, Chile, Perú y Uruguay, también podría representar un riesgo. Los niveles de deuda pública han aumentado a un ritmo constante en gran parte de la región, lo que supone un riesgo si los costos de endeudamiento aumentan de forma repentina. Las calificaciones de la deuda soberana de Argentina, Costa Rica y Nicaragua han bajado desde fines de 2018.