La autoridad prepara el registro de  comercios que dan préstamo al instante a cambio de objetos de valor. Se busca regular las tasas de interés

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En las calles Charcas y Barrón, cerca del primer anillo de Santa Cruz, casi un centenar de casas de empeño o préstamo operan hace años con reglas ‘cuidadosamente’ pactadas entre el prestamista y el deudor, eso está por cambiar, según la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI). La institución busca reglamentar la actividad y la primera medida es un censo que comenzará el 2 de enero próximo.

Ante el nuevo escenario, los propietarios de estos comercios indicaron que, en primera instancia, no tienen problema en trabajar bajo el paraguas de la ASFI, pero se mostraron cautos con respecto a cómo se abordará el tema de las comisiones o tasas de interés que ellos cobran por el préstamo de dinero a cambio de un objeto de valor.

Indicaron que ante la urgencia de las personas ellos son una alternativa válida que otorga una cantidad determinada de recursos sin tanta burocracia como los bancos.

“Lo más difícil será definir el valor de las tasas de interés. Nosotros manejamos un porcentaje muy diferente al de los bancos, porque no tenemos el capital de ellos y corremos un mayor riesgo. Ese es parte de nuestro ingreso y no puede ser modificado de la noche a la mañana”, explicó, el propietario de una casa de préstamos en la calle Quijarro.

Lenny Valdivia, directora de la ASFI, durante el acto de rendición de cuentas, indicó que uno de los requerimientos del control social y de la ciudadanía era que las casas de préstamo estén bajo el control de la ASFI.

Valdivia sostuvo que en esta gestión se vino trabajando en base a la información de dos censos anteriores, pero remarcó que advirtieron ciertas dificultades para obtener buenos resultados.

Entre los problemas con que tuvo que lidiar la ASFI estuvo no tener certeza de la cantidad de comercios que en el país se dedican a esta actividad.

Al respecto, Valdivia señaló que estos comercios funcionan de manera ilegal y que, en algunos casos, han conseguido un permiso o una licencia de los gobiernos autónomos municipales. “Por ello se tomó la decisión de llevar adelante un censo a partir del 2 de enero de 2018 que va a permitir el registro voluntario de las casas de préstamo que están operando en el país”, precisó Valdivia.
 
¿Cómo será?
Se calcula que el registro será una primera etapa y que de ninguna manera, según Valdivia, significará que las empresas empadronadas estarán bajo el control de la ASFI, pues habrá una segunda etapa en la que la autoridad de supervisión establecerá requisitos para que las casas de préstamo informen si cumplen los requerimientos y si están dispuestas a adecuarse para obtener su licencia de funcionamiento.

De acuerdo con la ASFI, el plan de empadronamiento que llevará adelante no va a concluir en la próxima gestión, porque dependerá en gran medida de la buena voluntad de los propietarios de las casas de préstamo de aceptar las nuevas reglas de la autoridad del sistema financiero.

Los préstamos
Tanto en las zonas de la calle Buenos Aires, de la Garita de Lima o en los barrios periféricos de La Paz, como en las cuatro cuadras de la calle Charcas, en Santa Cruz, la promesa de las casas de préstamo de dinero o de empeño es la misma: “‘Dinero al instante”.

Para obtener ese beneficio el interesado debe tener un objeto de  valor, en estas ‘casas’ aceptan de buen agrado joyas, especialmente de oro,  televisores de última generación, maquinaria industrial, heladeras, equipos de audio, máquinas de coser, tabletas, celulares, garrafas, pero también si tiene suerte puede empeñar bicicletas, relojes, colchones, cocinas y cámaras fotográficas.

Cuando uno llega a las casas de préstamo el diálogo es siempre el mismo.

-Buenas tardes, ¿por una garrafa cuánto me prestan?

- “Le damos Bs 200 y cada 15 días nos tiene que entregar Bs 50, si no quiere que la pongamos en venta. Al mes son Bs 100”.

-Buenas, tengo un smart tv 4K LG de 40 pulgadas y quiero unos Bs 3.000.

- “Mmmm... si tiene el control, le podemos dar unos $us 300, no más y por mes nos tiene que pagar sin fallar Bs 300”.

-“No señor, no aceptamos heladeras porque no tenemos espacio, preferimos tabletas y celulares, mejor si son Samsung S8. De acuerdo con el dinero que usted quiera nos tiene que pagar un interés quincenal de un 10%”.

-Buenas, tengo este celular Huawei ¿cuánto me da?

- “A ver... ahorita te doy Bs 500 y cada 15 días me tenés que pagar Bs 50, si no lo pongo a la venta y lo perdés”.

Mientras, las casas que dan dinero por joyas de oro cobran un interés que oscila entre el 3 y el 5%.

Para Elsa Vilca, que lleva hace años ofreciendo préstamos a cambio de anillos y aretes de oro, que la ASFI, ‘busque meter las narices’ es porque quiere recaudar algún dinero.

“Esto viene funcionando desde que soy chica y sin ningún problema. Nadie obliga a las personas a dejar sus cosas por un préstamo. Nos dicen que somos usureros, entonces no tomen nuestros préstamos y vayan al banco  a ver si les dan un dinero de forma inmediata con solo su carné y la garantía de una garrafa”, sostuvo doña Elsa.

Para José Robles, analista en finanzas personales, las casas de empeño en muchos casos son un mal necesario que responde a las necesidades de un mercado que, ante una eventualidad, necesita dinero de forma rápida.

Robles señaló que ante el posible control de la ASFI, la clave será llegar a un acuerdo con los dueños de las casas de empeño, para trabajar en el tema de las tasas de interés  y determinar los porcentajes que quedarán vigentes.

“Lo legal siempre es bueno, más cuando se busca proteger a las personas de posibles abusos. Ahora, a esa legalidad se debe buscar que sea legítima, que sea aceptada por los sectores que la ASFI busca fiscalizar, para que el proceso no sea traumático y se pueda conseguir el objetivo”, puntualizó Robles.

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