Perspectiva. Pese a las cifras positivas de crecimiento económico expuestas por el Estado, para los empresarios del sector todavía es insostenible pagar el beneficio. Ven que atenta contra la productividad

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20 de noviembre de 2018, 4:00 AM
20 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Para pagar un segundo aguinaldo a sus trabajadores sin sentir un impacto en la operación, una pequeña empresa de cinco trabajadores, o una mediana de 25, deberían registrar un crecimiento en torno al 7 y 8% en ventas. La medida estatal contemplada en el decreto supremo 1802, aprobado en 2013 estipula que la paga extraordinaria será otorgada en cada gestión fiscal, cuando el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia supere el 4,5%.

La representación expuesta es resultado del análisis del ingeniero económico Freddy Terrazas, que observó el comportamiento que deben advertir las pymes para hacer viable este desembolso; es decir, deben crecer más del 50% de lo que creció el PIB del país para no generar pérdidas y atentar contra su sostenibilidad.

“Pretender crecimientos cercanos al 8% es un sueño inalcanzable para la mayoría de las pymes bajo la coyuntura actual, por tanto se genera un círculo vicioso que empieza con un préstamo de dinero para pagar el beneficio, para luego reducir la cantidad de trabajadores o renegociar sueldos, y de esta forma lograr su continuidad y de fuentes de empleo”, manifestó Terrazas.

No obstante, el economista Carlos Schlink dijo que del 100% (312.471) de las empresas registradas en Fundempresa, solo 100.000 están activas y señala que el ajuste que deben hacer las pymes desencadenará en problemas en la productividad. Resolvió que el análisis de Terrazas es coherente y lo reforzó indicando que para los privados el pago de un doble aguinaldo significa un incremento del 8% en planilla.

“Si estas empresas se definen como pymes su crecimiento se concentra entre el 1 y 2%. No pueden maximizar sus beneficios pagando más salarios; cuentan con pocos trabajadores, sus costos de planillas son más pesados que los de una empresa grande. El Gobierno mete presión a quienes son activos en la economía y así recaudan recursos para cumplir sus obligaciones”, sostuvo el ejecutivo.

El presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa (Fedemype), Juan Carlos Vargas, confirmó que no existe ningún caso que haya mostrado una tendencia de crecimiento superior al 1% y aseguró que el sector se halla en una etapa de subsistencia debido a la falta de incentivos como la creación de un fondo productivo y una reducción de tasas de interés en préstamos, así como la accesibilidad a tecnología, materia prima e insumos. Esperan reunirse con el Gobierno en estos días.

Según el exministro de Economía, Luis Arce, existen distintas maneras de medir el crecimiento de una empresa y apuntó a que Terrazas debería estipular el sector, departamento y circunstancias de tiempo del análisis de manera más precisa, por lo que se mostró escéptico al resultado. Aseguró que sectores como el gastronómico o de retail pueden crecer por encima del 10%.

Desde el Ministerio de Economía indicaron que el microcrédito productivo ascendió hasta $us 4.084 millones, un incremento del 13% en relación a septiembre de 2017; además, en el marco de la Ley de Servicios Financieros, el sector se beneficia de tasas de interés preferenciales, de la aceptación de garantías no convencionales, entre otros. Además, acotaron que existen medidas en análisis y en preacuerdo para facilitar el pago del beneficio.

Por su parte, el presidente de la Federación Regional de la Micro y Pequeña Empresa (Fermype), Rolando Alcón, afirmó que ante el panorama que enfrentan los emprendedores del sector, se evita hacer fuertes inversiones y solicitar préstamos.

Informalidad

El economista Mauricio Ríos expuso en su blog que el doble aguinaldo descoordina la economía generando crisis en las mipymes; ve que impide a los empresarios identificar las necesidades del mercado, al igual que corren el riesgo de descapitalizarse, generalmente por medio de deuda, y les dificulta asignar recursos de manera eficiente y sin garantía de que su negocio realmente tenga éxito. Según las estadísticas de la Comunidad Andina, actualmente más del 90% de las empresas del bloque económico son Mipymes, representan el 60% del empleo generado en el bloque y son consideradas transversales en los procesos productivos en el contexto de competitividad.

Para el titular de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, Luis Barbery, la mayor parte de las empresas no tiene condiciones de financiarse y para “cumplir las normas estatales estas deben ser cumplibles”.

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