Mercado. En la línea sectorial-empresarial afirma que la desaceleración económica del país es innegable y que el contrabando es un tema preocupante en el mercado de las cerámicas. Faboce alista ventas a Paraguay

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25 de diciembre de 2018, 4:00 AM
25 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Si bien por sus venas fluye sangre tarijeña y su ascendencia es de la tierra chapaca, se proclama ‘cruceño de corazón’. Es presidente del directorio de la Fábrica Boliviana de Cerámica (Faboce) del Grupo Auzza. Asegura que seguirán invirtiendo y reinvirtiendo en el país. Habla de contracción de la economía y que ‘cocinan’ nuevos proyectos.

— En el balance de desempeño del presente año, ¿cuáles han sido los resultados de Faboce en los ámbitos corporativo, productivo y económico?

La contracción de la economía es innegable, pero con la bendición de Dios hemos producido más de lo previsto. No obstante, hay un bajón en los precios que corrobora la contracción. El negocio cerámico no es como la venta de productos básicos, que suben y suben de precio. En nuestro caso, es al revés. Nosotros cada vez bajamos y bajamos los valores de la oferta porque el crecimiento del sector de la construcción también ha decrecido. El tipo de cambio, en países vecinos, tal es el caso del campeón en producción de material cerámico (Brasil), hace que se genere una avalancha y contrabando de material barato. No es que estemos en números rojos, pero el ritmo de crecimiento del mercado se ha deteriorado.

—¿Cuál es el porcentaje de participación de Faboce en el mercado? ¿Creció, es igual o cayó?

Gracias a nuestro tesón y ánimo de seguir invirtiendo y reinvirtiendo, me atrevo a asegurar que tenemos un 50% de participación del mercado. El grueso de esas inversiones lo hemos encarado en Santa Cruz. En esta región hemos invertido sus buenos millones de dólares para tener plantas cerámicas. Gracias a esas inversiones emprendidas, con seguridad, le digo que somos los pioneros en el sector en apostar por la innovación y tecnología de avanzada.

—¿Cuál es la región del país que absorbe la oferta productiva que genera Faboce?

Santa Cruz es el motor de la economía de Bolivia, por encima de La Paz y de Cochabamba. Es un departamento tan dinámico, con cambios inmensos a medida que transcurre el tiempo. Tenemos plantas en lugares estratégicos. En Santa Cruz, en el municipio de Cotoca, tenemos el complejo más grande y en Cochabamba y en Tarija tenemos plantas. Desde estos puntos proveemos a todo el país, a excepción de Cobija, adonde no llegamos por falta de carretera. Lo intentamos vía fluvial, pero es complicado y costoso. En este tipo de negocio la logística es clave y sin carretera no hay desarrollo.

— ¿Cuáles son los mercados de exportación de Faboce y cuáles son los planes de expansión?

Tenemos presencia comercial en Argentina, Chile, Perú y recientemente ingresamos a Ecuador. Además estamos agilizando las gestiones para exportar a Paraguay. Aparte, por la alta capacidad tecnológica que disponemos en Santa Cruz, las empresas Tonino Lamborghini (Italia) y Keraben (España) han puestos sus ojos y nosotros fabricamos sus productos. Después de dos años de trabajo con Lamborghini y Keraben ya vemos los frutos. Los productos que fabricamos para dichas empresas internacionales tienen muy buena aceptación. El consumidor aprecia las bondades de los productos de alta gama. Con tecnología se hacen maravillas. Ahora estamos ‘viento en popa’ y avanzando, poco a poco, a paso firme.

— Al comienzo habló de contrabando, ¿de qué forma afecta este flagelo a las industrias cerámicas y, en particular, a Faboce?

El tipo de cambio y el tema de bajos precios por la recesión en Brasil generan un ingreso ilegal de material cerámico de este país. Los industriales en Brasil necesitaban subsistir y como fabrican cantidades astronómicas para una población de 200 millones de habitantes, sus costos de producción, por la magnitud de sus fábricas, son bajos. En cada liquidación sacan sus materiales a precio de costo e ínfimos.

—El sector industrial del país siente una desaceleración en la economía del país. ¿Tuvo Faboce algún impacto atribuible a este factor y cómo lo afrontan?

Este fenómeno no es solamente atribuible al país, el efecto es global. Hay cosas que se pudieron hacer, pero hemos tenido que frenarlas. En nuestro sector, tenemos que pelearla. La competencia es dinámica, no podemos quedarnos atrás y para salir de malos momentos lo más importante es trabajar más, aunque haya cosas en contra. Con lamentarnos no sacamos nada. Hay que pensar mejor, ver la manera de hacer las cosas mejor y seguir trabajando. No hay otra. Hacen falta incentivos al empresariado.

—¿Representa la coyuntura política una amenaza para el empresariado de su sector?

Bolivia tiene un déficit habitacional inmenso. La demanda de materiales de construcción continuará porque el déficit de vivienda es grande. El tema político es incierto, es una lotería. En el Grupo Auzza nos dedicamos a producir, generar trabajo, servicios y riquezas. No veo peligros.

—¿Qué proyectos desarrolló el Grupo Auzza este año y qué planes tiene a futuro?

Hemos realizado inversiones importantes, de varios millones de dólares, desde hace cinco años en Santa Cruz. Hemos implementado la planta de porcelanato y una nueva planta para terminado final de grandes formatos de productos cerámicos con alto valor agregado. En Tarija se adquirió un nuevo horno para cerámica roja (más de $us 1 millón) y en Cochabamba invertimos unos $us 350.000. Estamos ‘cocinando’ ideas de negocio para desarrollar en Santa Cruz. Nos hemos dado cuenta de que dejar de pensar en nuevas tecnologías es algo que no va.

PERFIL

Se graduó como licenciado en Administración de Empresas en la Universidad Abierta de San Luis Potosí de México. En el ámbito profesional ocupó cargos directivos, ejecutivos y gerenciales en Cerámica Santa Cruz, Faboce II, la empresa ganadera Santa María, el complejo industrial Faboce Cotoca y el Grupo Industrial Auzza.

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