Estrategias. Empresarios del sector se hallan tejiendo redes para repuntar el turismo, pero ven que se debe articular un compromiso de la parte estatal y otros operadores

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5 de febrero de 2019, 4:00 AM
5 de febrero de 2019, 4:00 AM

Así como se marcaron pautas en otros sectores y sus necesidades fueron atendidas, el sector hotelero cruceño busca generar nuevas líneas que concuerden con el desarrollo del turismo –uno de los nuevos ejes económicos de Bolivia, según refirió en días pasados el ministro de Economía, Luis Arce Catacora– y que mantenga sintonía con el sector público para empezar a articular una nueva hoja de ruta para el sector.

En esta línea, y después de registrar un 49% de ocupación a noviembre de 2018, en al menos 1.500 habitaciones, los hoteles cinco estrellas de la capital cruceña se orientan a distintos retos para promocionar el destino Santa Cruz, como es el caso del hotel Marriott Santa Cruz de la Sierra, que toma como venta de impulso distintos eventos internacionales, donde también suman otros operadores de esta industria.

De acuerdo con el gerente de operaciones de Los Tajibos Hotel, Samuel Doria Medina Monje, el público corporativo es uno de los artífices para mantener el desempeño de la oferta hotelera top, pero lamentablemente la demanda no acompaña a los planes del sector en otros nichos que requieren ser fortalecidos.

Además de la rama corporativa, el nuevo presidente de la Cámara Departamental de Hotelería de Santa Cruz, Marco Antonio Cortez, sostuvo que otro de los focos del turismo para el sector hotelero es el público nacional, pero para ello se deben trabajar otros espacios que potencien el destino Santa Cruz, por ejemplo en las provincias, donde existen sitios de interés por parte de los visitantes. Detalló que la mitad de viajeros que llegan al departamento son del interior del país.

Cortez explicó que desde la entidad se hallan perfilando un plan que se apoya en cuatro pilares que contribuyan a generar valor a los operadores del sector: visibilizar y mantener en sintonía a más empresas, levantar la representatividad sectorial con una sólida estructura interna, ser creativos en la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías.

En una sola voz, los empresarios afirman que, si bien la operación se ha visto afectada por la coyuntura económica, también confían en que el sector público ponga en órbita distintas acciones que se enfoquen en perfilar a Santa Cruz como destino.

“No podemos trabajar aisladamente, hay acciones que se deben tomar en conjunto para mejorar la calidad del servicio. Se pueden eliminar trabas y barreras que impiden la llegada de turistas. Existen oportunidades para atraer personas de distintas partes; solo la provincia Salta (Argentina) tiene el mismo flujo de viajeros que Bolivia”, expresó Hércules de Souza, ejecutivo del hotel Buganvillas.

El viceministro de Turismo, Ricardo Cox, reconoció que todavía se debe unir cabos sueltos en la articulación público-privada para hacer de Santa Cruz una potencia turística. Al ser consultado si la promoción en redes sociales es suficiente, aseguró que a la estrategia se suma la gestación de una feria internacional de turismo para noviembre, donde se estructurará una rueda de negocios con operadores extranjeros.

Además de poner en la mira el turismo de negocios, el viceministerio tiene planes en agenda con el Banco Interamericano de Desarrollo para generar rutas continentales integradas donde se incluya a las misiones jesuíticas y ahí estarían engranando los empresarios hoteleros.

En 2018, el crecimiento del flujo turístico de Bolivia creció un 4% respecto a 2017, cuando llegaron al país 1,4 millones de visitantes extranjeros (25% con destino a Santa Cruz) y se prevé la llegada de 1,8 millones para 2019, según datos del Plan Nacional de Turismo, dependiente del Ministerio de Culturas y Turismo.

La presidenta en ejercicio de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Rosario Paz, manifestó que Santa Cruz es un imán para el turismo con enfoque de negocios, por lo que el sector privado está orquestando un escenario para convertir a la urbe en un buró de convenciones que sirva para aterrizar eventos internacionales y esto no sería posible sin el desarrollo hotelero evidente.

“La hotelería es vital para el crecimiento del turismo y representa el 2% del PIB y, junto a los restaurantes, el 5% del empleo en el país. Hemos sido testigos de importantes inversiones –se suma la entrada de cadenas internacionales a partir de mediados de 2019– y son el cimiento para revertir el ciclo de crecimiento bajo del país”, expresó Paz.

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