Entrevista. El gerente general de Embol señaló que detectaron que hay cambios en los hábitos de consumo, por lo que la oferta se orienta a la diversificación. El área de bebidas no gasificadas representa el 20%

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16 de julio de 2019, 4:00 AM
16 de julio de 2019, 4:00 AM

Para Herbert Vargas Campero (48), nuevo gerente general de Embotelladoras Bolivianas Unidas (Embol) la principal fortaleza de un líder está en su capacidad de entablar conversaciones francas y honestas. Se declara un apasionado de estar con su equipo (2.700 colaboradores) no solo acompañando sus rutinas de gestión, sino también compartiendo “momentos refrescantes”, así como estar cerca de los clientes y consumidores de la empresa. Hizo un espacio en su agenda para responder las preguntas de Dinero, aunque evitó referirse a ciertos temas.

—Según su perspectiva, ¿cuáles considera que han sido las claves de la permanencia y consolidación de Embol en el país?

Como Embol estamos orgullosos de ser parte del Sistema Coca-Cola Bolivia desde hace 24 años. Estamos convencidos de nuestra cercanía con el mercado y gracias al compromiso de escuchar al cliente nos ubicamos como una empresa líder en Bolivia. Contamos con marcas mundialmente conocidas que son aceptadas y valoradas a diario. Existimos para refrescar a la familia boliviana, creando valor para nuestros clientes y colaboradores, al igual que el fortalecimiento de una cadena productiva del país.

—Ahora que se percibe un consumidor más cauto en sus gastos, según distintos estudios, ¿de qué manera han impactado los cambios de hábito en la empresa? ¿han detectado algún giro en el consumo?

Los hábitos están cambiando y como Sistema Coca-Cola Bolivia somos conscientes. Por ello, ahora somos una Compañía Integral de Bebidas. Estamos ampliando nuestra oferta de productos incrementando categorías, marcas, sabores y envases más sustentables al precio correcto para cubrir sus necesidades de consumo. Nuestro portafolio dispone de 35 opciones de bebidas distribuidas en siete categorías, el 23% corresponde a opciones de bebidas sin azúcar/bajas en calorías.

—Estos cambios de hábito de consumo, ¿cómo han impactado en la composición de sus ventas? ¿cuál fue el cambio que más desafío les significó?

Identificamos que, para nuestros clientes, reducir el consumo de azúcar en alimentos y bebidas es cada vez más importante, como también sus hábitos de hidratación para el día demandan nuevos productos. Por esta razón nuestro portafolio de bebidas redujo la cantidad de calorías por porción. También aumentamos la oferta de empaques pequeños, y lanzando al mercado opciones más pequeñas como ‘la Peque’ -un envase de 300 ml - y nuevas marcas como AdeS y Del Valle Fresh. En cada uno de nuestras opciones, se puede acceder a la información nutricional para tomar decisiones y comparar con la oferta del resto del mercado.

—En este sentido, ¿qué porcentaje de las ventas de la empresa corresponde a bebidas no gasificadas y qué proyecciones hay en este sentido?

El mercado de bebidas no gasificadas ha venido creciendo y desarrollándose en los últimos años. Estamos seguros de que esta tendencia continuará con mayor aceleración. Nuestro portafolio de aguas, jugos, alimentos de semillas (AdeS), isotónicos y otros ahora representa el 20% del volumen total.

—¿Cuáles son los focos de inversión en cuanto a desarrollo de productos? ¿hay lanzamientos en agenda?

Alineados a la iniciativa global de Coca-Cola de ‘Un mundo sin residuos’, las inversiones se enfocan en nuevas líneas de producción, inversión en tecnología y la búsqueda permanente de eficiencia y productividad en todos nuestros procesos y envasados, como también en aumentar la oferta de envases retornables.

Por ejemplo, este mes lanzamos al mercado el envase de plástico retornable más grande del mercado boliviano para gaseosas, la Coca-Cola de 2,5 litros, innovación que significó una importante inversión en infraestructura, líneas de producción, envases, cajas y adecuaciones a nuestros sistemas de distribución.

Desarrollamos envases sustentables que potencien la economía circular desde su diseño, fabricación, distribución, recolección, reciclado y reutilización del plástico para disminuir la huella de carbono de los que producen y consumen nuestros productos.

—¿Qué significa Embol para los negocios de Coca-Cola? ¿qué porcentaje del mercado regional corresponde a Embol?

Somos un socio estratégico para Coca-Cola. Desde que adquirimos la franquicia, en 1995, iniciamos un importante proceso de inversión, innovación y modernización que hasta el día de hoy son atributos constantes dentro de Embol. Atendemos a nuestros clientes en un 95% del territorio nacional, en siete departamentos con cuatro plantas de producción, atendiendo a más de 115.000 clientes.

—¿Qué es lo que más le incomoda a la empresa dentro de la coyuntura económica del país y de qué manera está afectando esto en su operación?

Como Sistema Coca-Cola somos un buen ciudadano corporativo, cumplimos con toda la normativa actualmente vigente en el país. Estamos entre las cinco compañías que más aportan al fisco nacional y entre las que más generan empleos. La economía boliviana demanda desarrollar nuevas fuentes de crecimiento con una mayor oferta de productos y conveniencia. Contamos con planes y estrategias sólidas y estamos atentos a la fluctuación económica y cambios de hábito del consumidor.

Tomando en cuenta su trayectoria en otras organizaciones de envergadura, ¿qué lineamientos de liderazgo se plasmarán en la estructura de Embol?

Tuve la oportunidad de acompañar el liderazgo de empresas nacionales en Bolivia y también de representar una empresa multinacional en varios países. Con esta experiencia he aprendido que cultura y liderazgo son dos caras de la misma moneda y ambas son determinantes en el éxito de todo equipo de trabajo.

Confío en el gran talento del equipo Embol, el cual ha llevado a esta empresa a conseguir grandes reconocimientos y logros a lo largo de sus 24 años en el país.

Nuestro propósito es: “Refrescar a Bolivia, generando valor para nuestros clientes y colaboradores, y vivir conforme nuestros valores: “Disfrutando lo que hacemos y haciéndolo con pasión”, “Siendo fanáticos por la excelencia”, “promoviendo el bienestar” y por sobre todo “valorando el talento y desarrollándolo día a día”, nos ha permitido asumir con entusiasmo los desafíos que nos han tocado enfrentar.

De igual manera, nos proponemos cada día tomar decisiones basados en principios éticos y de respeto, estos comportamientos se convierten en la fortaleza de nuestro liderazgo que ligada a una estructura cada vez más cercana y alineada a las necesidades de nuestros clientes, consumidores y comunidad en su conjunto nos hacen merecedores de su confianza y aceptación.