Gestión. Asumió la presidencia de la Cámara de Empresarios Gastronómicos de Santa Cruz hace tres meses

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23 de julio de 2019, 4:00 AM
23 de julio de 2019, 4:00 AM

Fernando Medina, vicepresidente de la Corporación La Casa del Camba dirige la Cámara de Empresarios Gastronómicos de Santa Cruz hace tres meses. Su objetivo es consolidar a Santa Cruz como un destino de turismo gastronómico.

¿Cómo se comportaron las ventas del sector gastronómico en el primer semestre de 2019?

El primer semestre del año tuvo sus variantes. Los primeros tres meses, por el efecto del doble aguinaldo, se registró un consumo interesante, pero a partir de abril se cayó todo. Las ventas bajaron un alto porcentaje (entre un 20% y 30%). El sector se encuentra golpeado actualmente.

 ¿La situación es producto de la desaceleración por la que está atravesando el país?

Sí, es uno de los efectos de la desaceleración y del exceso de oferta de restaurantes, debe haber entre 2.000 y 3.500 restaurantes registrados en Fundempresa, y aparte existen muchos informales. Esto hace que la oferta sea excesiva. En países vecinos como Paraguay está ocurriendo algo igual, pero sus políticas económicas son más favorables. Allá los empresarios son escuchados y por eso existe mayor generación de empleo.

Esa sobreoferta gastronómica de la que usted habla, ¿por qué causas se origina?

En la actualidad, existe una alta tasa de desempleo a escala nacional y lastimosamente la persona desempleada tiende a buscar un negocio que no requiera de una fuerte inversión y que lo pueda atender. En este contexto, la gastronomía se presenta como una buena opción, pero la gente no se da cuenta hasta el momento que trabaja en el sector, que es bastante duro, que requiere de mucho tiempo y que existe mucha competencia, sobre todo informal. Muchas de las personas que incursionan en el sector gastronómico lo hacen en la informalidad, porque no hay barreras. Una persona instala su puesto de comida y hasta que el municipio, el Gobierno u otra intuición lo fiscalice, ya afectó al sector formal.

Ante esa realidad, ¿qué medidas considera que se deben aplicar para ‘luchar’ contra la informalidad?

Estoy llegando de Paraguay y algo que me llamó la atención es que allá todos facturan. Existe una consciencia tributaria muy buena, que permite que las alcaldías tengan el poder adquisitivo para mejorar las calles, puedan mejorar la ilusión y la seguridad, porque todos tributan.

En cambio, aquí, tributamos menos del 15% de la población y de las empresas; entonces, al ser tan informales, la competencia es muy desleal. Un informal puede vender productos al 20% o 25% menos de precio que los formales, y entonces, ganan más que éstos. El empresario está muy limitado, pero en otros lugares se fomenta la inversión. Como Cámara Gastronómica queremos concienciar a las diferentes entidades de gobierno, gobernación y municipalidad, para que trabajemos juntos en crear políticas económicas que incentiven la inversión, ya que eso genera más trabajo. Bolivia tiene una gran ventaja sobre otros países, su potencialidad turística, tanto ecológica como gastronómica.

Teniendo en cuenta ese potencial, ¿cree que Bolivia puede hacer lo mismo que hizo Perú con su gastronomía?

Perú hizo algo interesante, le dio sentido a su comida. Eso es algo que podemos hacer nosotros. Existen chefs que se dedican a visitar países y trabajan en ello. El Gobierno debe invertir en un proyecto para que Santa Cruz sea un destino gastronómico. Todos tenemos que colaborar en ese proyecto. Nosotros como empresarios gastronómicos tenemos que hacer el esfuerzo, así como los hoteleros. Cainco junto con nosotros y la Cámara Hotelera está estructurando el Buró de Convenciones. Solo depende de la unidad de los actores.