Trayectoria. El ejecutivo trabaja desde hace 18 años en Bellcos Bolivia, empresa que representa a L’Oréal. De ese periodo, lleva una década al frente de la compañía. Este año, la firma alista nuevos lanzamientos

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28 de mayo de 2019, 4:00 AM
28 de mayo de 2019, 4:00 AM

Aunque es ingeniero industrial de profesión, Erwin Rafael Hórnez Fernández ha transcurrido casi toda su vida laboral desempeñando funciones en el área comercial. Su capacidad para relacionarse con los clientes facilitó su arribo hace 18 años a la empresa Bellcos Bolivia, firma que representa a la empresa francesa de cosméticos y belleza L’Oréal. Lideró la gerencia comercial y hoy preside la compañía.

—¿Cómo ha evolucionado Bellcos Bolivia y cómo ve el desempeño del sector cosmético en los años que L’Oréal lleva en el país?

Llegué a la empresa hace 18 años, fui gerente comercial y luego de siete años asumí las riendas del negocio. Iniciamos operaciones, con siete personas, en Santa Cruz. Luego abrimos sucursales en La Paz y Cochabamba. En la actualidad empleamos a 152 personas y tenemos presencia en toda Bolivia. En cuanto al sector de cosméticos, ha evolucionado muchísimo. La competencia hoy es mayor, existen más marcas de buena calidad, con un buen marketing y con precios competitivos. La cosmética ha crecido mucho, dado que es parte del bienestar de las personas. De acuerdo con algunos estudios, los cosméticos mejoran el ánimo de las personas. Teniendo en cuenta ese aspecto, nuestras marcas siempre buscan generar bienestar. Nuestros productos están disponibles para todos los segmentos y son necesarios para la salubridad, es decir, mantener la higiene personal. Trabajamos principalmente con L’Oréal, pero nos estamos ampliándonos a otras marcas.

—¿Cuántos productos del portafolio de L,Oréal distribuyen en el mercado nacional?

La empresa comercializa más de 1.200 ítems, divididos en dos divisiones. La primera sección, a la que denominados productos públicos, está compuesta por los artículos que se venden en supermercados, farmacias y en mercados tradicionales. La otra repartición es la de productos profesionales, dirigida a los salones de belleza.

—¿Cuál de esas dos divisiones tiene ‘mayor peso’ en ventas?

La pública, significa el 75% de nuestra facturación. Esto se debe a que es mucho más asequible para una persona ir comprar un producto a un supermercado o mercado tradicional que ir a un salón de belleza. El salón, además del producto, vende servicio.

—Teniendo en cuenta que son una empresa que importa los productos que comercializa, ¿cómo afecta el contrabando a sus operaciones?

Es muy dañino. Como empresa formal sufrimos para sacar un registro sanitario y vivimos monitoreados permanentemente por distintas instituciones que verifican esos registros sanitarios, el tema de impuestos y el tema laboral. Vivimos acosados, con mucha presión. Sin embargo, los indeseables contrabandistas ingresan al país mercadería sin pagar impuestos.

Ellos compran esa mercancía a un precio irrisorio, en remates. Lo que uno ve en los mercados son productos que han sido descartados en otros países y las autoridades no hacen nada. Muchísimas veces hemos tocado las puertas del Ministerio de Salud y nos dicen que ellos no pueden hacer nada, nos mandan a la Aduana. Y cuando vamos a la Aduana, ahí nos dicen que si no es en la frontera, no pueden hacer nada, salvo que encontremos el almacén donde están guardados los productos ‘contrabandeados’. Eso imposible, no nos vamos a dedicar al espionaje.

—Y en cuanto a los procesos de importación, ¿funcionan de manera eficiente?

Hemos tenido en varias oportunidades serios problemas, sobre todo, cuando cambian algunas autoridades y ponen gente que no conoce sobre el tema de las importaciones. Estas hacen observaciones mínimas que frenan un negocio. Hemos ido aprendiendo y cada vez tratamos de simplificar más las cosas, pero no falta un funcionario público que hace perder un monto de dinero. En algunas oportunidades hemos pagado miles de dólares por tener la mercancía ‘trancada’.

—En la actualidad, el país está viviendo una desaceleración económica, ¿cómo impacta esta situación en su operación?

Efectivamente existe una desaceleración. Uno charla con sus clientes y estos señalan que crecen poco o están decreciendo, venden menos que el año pasado. Aparte de eso, el Gobierno impone el doble aguinaldo y el incremento salarial que condicionan el crecimiento de las empresas. Lastimosamente, no se puede aspirar a crecer porque la competencia en el mercado limita subir los precios. La situación es compleja para los empresarios, por eso es que algunos optan por implementar una reestructuración. En muchas empresas ha sido notorio y en otras no tanto, pero se da.

— En ese contexto adverso, ¿qué tipo de estrategias encaran?

En el segmento de maquillaje estamos trayendo una línea más económica, para paliar un poco el tema de la desaceleración, ya que la gente busca productos más baratos. También estamos diversificando, trayendo otras líneas para impulsar el volumen de ventas, si bien eso va a repercutir en otros productos. Además, vamos a descontinuar algunos artículos. Nos estamos adecuando a la situación, pero no de una manera drástica, con pequeños ajustes. Hemos sido muy previsores, no nos hemos aventurado. Vamos creciendo no como en años pasados, pero a paso firme.

—¿Qué planes tiene Bellcos para lo que resta del año?

Lazaremos una línea denominada Dream Long, dirigida a la mujer de cabello largo. En la línea Maybelline tendremos nuevas labiales y una máscara de pestañas que ha sido un éxito mundial. Además, estamos realizando una gran campaña, en la que regalaremos un viaje a París para que una persona conozca la cuna de L’Oréal.