Datos. Cifras de la OIT revelan que para América Latina y el Caribe las tasas de desempleo juvenil en 2017 alcanzan el 18,3%, y que las proyecciones para 2018 indican que seguirá subiendo. Analistas plantean retos 

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7 de noviembre de 2017, 4:00 AM
7 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Hay preocupación por las altas tasas de desempleo y la falta de oportunidades que afectan a los jóvenes en América Latina y el Caribe, donde una generación con alta formación no halla trabajo, según la alerta emitida hace poco desde un foro sobre el tema organizado por el Parlamento Latinoamericano (Parlatino). El tema inquieta también a Bolivia y analistas plantean de-safíos para hacerle frente. 

Cifras de la OIT revelan que para América Latina y el Caribe las tasas de desempleo juvenil en 2017 alcanzan el 18,3%, y que las proyecciones para 2018 indican que seguirá subiendo. En la región, según ese mismo reporte, de 108 millones de jóvenes que trabajan hay un 20% de entre 15 y 24 años que estaría de-sempleado, en tanto que unos 28 millones se encuentran trabajando en el sector informal. También hay otros 22 millones de jóvenes latinoamericanos que no estudian ni trabajan, con un 70% que son mujeres que no pueden hacer una cosa ni la otra “porque tienen que ocuparse de tareas familiares no pagadas”.

El investigador en economía, Róger Alejandro Banegas, añade que otro dato preocupante es el subempleo; es decir, la ocupación en otras actividades distintas para la cual los jóvenes se formaron. Banegas cree que las oportunidades para impulsar el empleo juvenil en Bolivia se centran en la era digital y la economía de la información. “El reto es lograr recursos humanos muy productivos, capacitados en  tecnología y la era de la información (un reto mayor para la educación pública). Se debe dejar operar al mercado laboral y estimular la innovación e investigación para tener un factor humano más competitivo”, indica.

Para el Centro Boliviano de Economía (Cebec) de Cainco la tasa de desempleo sería más baja si el sistema educativo en todos sus niveles proporcionara las habilidades y competencias necesarias. “Este es tiempo de ayudar a los jóvenes a desarrollar sus capacidades e insertarlos adecuadamente bien al mercado laboral, porque estamos en un punto en el cual la composición de edad es favorable para los jóvenes, pero que terminará en  10 a 15 años”, señala.

El Parlatino urge dar prioridad a marcos jurídicos para la promoción de más y mejores empleos para los jóvenes, garantizando sus derechos laborales.

EN BOLIVIA

El Gobierno impulsa la inserción laboral

Dentro del Plan Generación de Empleo y bajo el paraguas del Programa de Inserción Laboral para Jóvenes, el Gobierno boliviano decidió otorgar incentivos económicos a las empresas privadas (con ahorros anuales de hasta un 45%) para que estas contraten personal joven entre 18 y 35 años. 

Esa alianza estratégica con el sector privado busca la generación de al menos 15.000 fuentes laborales, según explicaron desde el Ministerio de Planificación del Desarrollo. Además, dicho plan cuenta con el Fondo para Capital Semilla, el cual busca financiar emprendimientos nuevos que, por lo general, son presentados por jóvenes innovadores. En esa primera etapa, el programa prevé financiar unos 295 emprendimientos sin exigir que el emprendedor tenga experiencia.

Según el Gobierno, la tasa de desempleo se ha reducido del 8,1% registrado en 2005  al 4,5% en 2016. “Somos conscientes de la turbulencia que atraviesa la región, especialmente en cuanto a desempleo juvenil; sin embargo, una vez más, el país presenta cifras alentadoras para este grupo etario (15 a 24 años). Es necesario seguir trabajando para mejorar nuestra situación”, indican desde dicho ministerio y añaden que para el tercer trimestre de 2017 –según datos del INE- la tasa de de-sempleo juvenil en el país no superó el 6,67%, frente al 18,3% de la región latinoamericana.