Desde la clínica Incor, el expresidente de la FBF, Carlos Chávez Landívar, habló de la difícil situación que está viviendo. Un poco débil y más delgado, afirmó que “tener cáncer no es la muerte”. “Daré pelea”, sostuvo

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3 de diciembre de 2017, 6:38 AM
3 de diciembre de 2017, 6:38 AM

Los globos de la celebración de su cumpleaños 59, el 26 de noviembre, todavía están colgados en su habitación, la 229 de la clínica Incor. Las enfermeras le prepararon ese regalo al ex hombre fuerte de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y extesorero de la Conmebol, que desde el 19 de noviembre está internado ahí. Carlos Chávez, que luego de algunos análisis fue diagnosticado con cáncer en la ingle, está débil, pero decide abandonar la cama y dar la entrevista sentado en una silla. Esto, a pesar de que su hermana le aconseja que no lo haga. “Estoy bien le responde”, para luego sin ayuda levantarse y saludarnos, con alguna sonrisa de por medio.

Para que no haya ruido apaga el televisor, pues hasta ese momento miraba un partido de fútbol internacional. “Siempre miro fútbol, nunca he dejado de hacerlo”, afirma. Luce un poco más delgado, se nota que ha perdido peso, pues durante poco más de 40 días no se ha alimentado bien producto de sus males.

Antes de responder a las preguntas nos muestra su pierna izquierda muy hinchada producto del cáncer en la ingle y de los dos tumores que tiene en el glúteo y en la pelvis. “Esta pierna es la afectada, mientras que la otra está intacta”, asegura. El cigarro ya no es parte de su vida desde hace 11 días, luego de ser un fumador durante cerca de 40 años. “Ya no fumo por mi salud”, recalca. Lo que aún no dejó es el café, aunque lo toma poco, no como antes. Precisamente, junto a él hay  una taza con esta bebida. 

Desde que quedara con detención preventiva, en julio de 2015, el expresidente de Oriente Petrolero se ha apegado bastante a Dios y ello lo refleja en cada frase que pronuncia. Además, reafirma que es inocente de los delitos de los que lo acusa el Ministerio Público: legitimación de ganancias ilícitas, organización criminal, uso indebido de influencias, beneficios con relación al cargo, delitos tributarios y estafa con agravantes.  
Una vez sentado, se nota que tiene mucho que decir, aunque el tiempo de la entrevista es corto.

¿Cómo está sobrellevando esta situación, primero es detenido en Palmasola y ahora el cáncer en la ingle?
En primer lugar tuve, y eso se lo confieso, un sufrimiento en silencio. No quería que conozcan todo el padecimiento por el que estaba pasando. No le dije nada ni a mi madre, ni a mis hermanos ni al mismo Alberto (Tico) Lozada (detenido junto a él en Palmasola), que convivía prácticamente conmigo. No decía nada porque no quería que se tergiverse no por parte de ustedes, los de la prensa, porque lo único que hacen es reflejar una realidad. Lo que pasa es que la opinión pública confunde una noticia. Como antes había salido que el 8 de enero de 2018 comienza el juicio, y eso a mí me parece fantástico para que de una vez se revele esta pantomima, que está armada. Lo que quería era aguantar hasta que comience el juicio en Sucre, pues primero tuve problemas gastrointestinales. Eran unos dolores tremendos durante más de un mes que no me dejaban ni almorzar ni comer bien (en la Incor le extirparon un pólipo del intestino grueso). Luego se me pasó al nervio ciático, que también era un dolor insoportable, como si fuera un parto prácticamente. Después de 15 días se bajó a la parte de mi tobillo, que se me hinchó, y ahora es en toda la pierna izquierda (caminaba con dificultad). Por estos males no dormí durante siete noches, en las que veía amanecer.

¿No decir nada del dolor en los siete días fue peligroso para su salud?
Yo pensé que con un producto americano para hacer un lavaje iba a pasar todo, pues creía que solo era el tema de mi intestino grueso que estaba muy obstruido. Pero no pasó y durante seis o siete días seguía igual, y ya llegó un día sábado que fue imposible aguantar, y salí de emergencia al hospital San Juan de Dios. Me hicieron los exámenes respectivos, pero volví en la noche al penal, y fue lo mismo. Y al día siguiente me internaron en la Incor. Ahí me quedé porque era grave lo que tenía.

¿Nunca antes había tenido problemas de salud?
No, lo que sí tuve fueron inconvenientes de hipertensión. De eso hace más de 30 años. Recuerdo que en esta misma clínica me hicieron un tratamiento para controlar la presión muy alta, pero luego no tuve ningún problema de salud. Lo único era que cuando subía a La Paz en la época de presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, y por el inconveniente de la presión, trataba de no estar mucho tiempo en la altura.

¿Cuándo se entera que tiene cáncer?
Justamente cuando salgo del penal de Palmasola y me internan. Primero me hacen una endoscopia, ecografía computarizada, tomografías y una serie de chequeos de sangre a nivel general. Y ahí se fueron dando los primeros resultados de las  posibilidades por los ganglios que tenía en la ingle. Luego me operan un ganglio donde se identificaron los primeros rasgos de posibles indicadores de cáncer.

¿Qué se le vino a la cabeza?
(Casi se quiebra, pero luego sigue hablando) La familia. Tengo la certeza de que vamos a hacer lo imposible para superar este cáncer y tengo la fortaleza de que estos inconvenientes de salud los voy a pasar. Tengo el convencimiento, por mi mismo carácter, que estos resabios de la injusticias lo voy a superar, y esta injusticia no se va a poder quedar así. Tengo un convencimiento y una firmeza infranqueable que todos estos dos años y cinco meses que hemos vivido (detenidos) nosotros no van a ser gratis. Toda esta emboscada que se me ha hecho no puede quedar así a la deriva y se tiene que saber la verdad.

¿Estaba con su familia  cuando los especialistas le dan la mala noticia?
Sí. Me dijeron que era una posibilidad, y faltaban algunas pruebas que llevan su tiempo, un par de días más. Ese momento fue duro, pero es algo que yo tengo que superar por todo lo que he luchado en mi vida.
Se lo nota motivado para superar este duro momento...
Voy a superar este cáncer, aunque es duro. Decir tengo cáncer es afirmar que yo estoy muerto. Creo que el tener cáncer no es la muerte, sino saber hacerle lance a la vida. Ahí es cuando se ve al ser humano, cuando tiene los deseos, las ganas y, sobre todo, la fe. Antes de que pase todo esto de la detención en el penal de Palmasola yo era muy tibio con la religión, con Dios, y eso no es bueno para el ser humano. El compromiso que tuve con Dios se dio cuando me metieron preso injustamente, ahí fue cuando el supremo me liberó de mi vieja vida.

¿Qué le enseñaron este par de años en Palmasola?
Me enseñaron muchas cosas para comenzar este nuevo hombre, este nuevo corazón, esta nueva vida que me dio Dios. Lo tengo claro, o son las tinieblas o es la luz.

¿Le tiene miedo a la muerte?
Sí. Si no tenemos miedo creo que nos equivocamos. El ser humano siempre debe tener miedo, pues te da prudencia y más inteligencia. Quién no tiene miedo es el imprudente, el irresponsable y el irracional

¿Quiere llegar con todo al juicio del 8 de enero, para demostrar su inocencia?
Claro que sí, porque tengo todo para demostrar mi inocencia en Bolivia y fuera del país. Mire lo que se está hablando y saliendo en Estados Unidos, como los falsos testigos que aparecen ahora, uno de ellos es el señor Alejandro Burzaco (acusado de sobornos y otros delitos por la Fiscalía General de Estados Unidos). Le prometieron que en vez de darle 20 años de cárcel le iban a dar 15 meses si miente. Así, cualquiera lo hace. Una cosa es que la Fiscalía le prometa eso al falso testigo protegido y otra cosa que esta persona demuestre realmente lo que está diciendo. ¿A quién le dio esa plata? ¿Cómo la dio? ¿Qué de nombres y apellidos? Él habla de seis países, más uno que se acopló, que fue Chile. Evidentemente eso hubo, yo se lo conté a la prensa. 
El fin no era para la coima y el soborno, el fin era para romper esa hegemonía de los 10 países, para romper la vieja guardia y para tener mejores contratos para el fútbol nacional. Antes que llegue a la FBF, cuando yo era titular de Oriente Petrolero, para participar en una Libertadores era a buscarse patrocinadores y que nos toque un equipo bueno como Boca Jrs. para agarrar un contrato de $us 30.000 con la TV. Y para los tres partidos de local, si sumábamos $us 100.000 era a tirar cohetes. Nosotros mejoramos eso y por la primera fase ya conseguimos $us 400.000, entonces estar en una copa Libertadores ya era negocio. Luego ya lo subimos a $us 1.200.000 y después pasó a $us 1.800.000 el pase a la fase de grupo. Eso es lo que hicimos nosotros rompiendo esa hegemonía de la vieja guardia. Pero de ahí a que mientan con sobornos, que den nombres. Manejarse con el discurso de que yo te doy a vos 400.000 dólares y a otro 600.000. Y que se diga que a un Julio Grondona (expresidente de la Asociación de Fútbol Argentina y vicepresidente de la FIFA), que ya está muerto, le di $us 4.000.0000 para que reparta a otros. Bonito es mentir. Lo importante es que en eso no tengo ningún temor de nada, porque mi conciencia está tranquila. Y acá en Bolivia que me demuestren dónde está la plata guardada.

¿Se arrepiente de no haberse declarado culpable en su momento?
¿Que me declare culpable de qué? Otros lo hicieron por muchas necesidades, pues estar dos años y cinco meses cero ingresos, puro gastos y pago de abogados, cuesta plata y uno tiene familia. Y mire lo de nosotros, no es para cualquiera, se sufre porque está el chantaje de por medio. Otra cosa es vivirla, y no hacer la pregunta, ¿usted lo haría o no lo haría? ¿Usted viviría dos años así, sin ningún derecho y preso, gastando su plata por algo que no hizo? Son preguntas muy difíciles de responder.

¿En estos momentos aparecieron o desaparecieron los amigos?
Me sorprendió que muchos amigos que no fueron a Palmasola hayan venido a acá a la Incor. Increíble la cantidad que me han visitado, y a varios de ellos no los pude recibir por la negativa de los médicos. Estos amigos son del fútbol y de la vida.
Y su familia...
Su apoyo es incondicional. Y lo que más duele es ver cómo les van entrando los años, por el sufrimiento a mis hijos, a mi madre y a mi esposa. También es duro ver  la impotencia de los hijos de no poder hacer nada con su padre que la está luchando. Ellos saben que yo voy a salir de esta, y eso es muy importante.

¿Qué le dice al Ministerio Público, que es el que lo acusa?
No entiendo la rabia, el odio, la envidia y la ira que embarga a esta gente. No conozco la niñez ni la juventud por la que han pasado esos señores para tener semejante odio y fantasía. 
Saliendo de este momento difícil, ¿que es lo primero que hará usted?
Primero vamos a encarar un proceso de rehabilitación. Me van a hacer un tratamiento, estamos esperando el informe de los médicos tanto de acá como del exterior (hicieron algunos análisis en Chile) para ver los tratamientos a seguir, que me imagino que no deben ser tan placenteros, pero lo vamos a encarar con toda responsabilidad. Todo lo vamos a cumplir con la fortaleza y la fe de siempre.  

¿Qué opina del fútbol boliviano?
Siempre sigo el fútbol nacional, nunca lo dejé de lado. Uno siente pena por la improvisación, el caos y la anarquía que impera en el fútbol boliviano, y la falta de respeto y valores que se han perdido en el nivel profesional y en el amateur. Creo que hay que recuperarlo.

¿Está peor que antes?
Mucho peor. 

Fue la última pregunta y su respuesta fue clara. Luego los médicos pidieron que se acabe la entrevista, de casi 20 minutos, ya que Carlos Chávez debía descansar para seguir recuperando fuerzas para resistir los tratamientos con quimioterapia. Fue en el momento en que el expresidente de la FBF se había motivado y quería seguir hablando. Afuera lo esperaban varias personas para visitarlo, pero a ellos ya los recibiría desde la cama, desde donde hizo un gran esfuerzo para levantarse y sentarse para dar la entrevista a DIEZ.