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En este fracaso todos tienen que asumir su culpa

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14 de noviembre de 2017, 9:20 AM
14 de noviembre de 2017, 9:20 AM

Se cierra otro triste capítulo en la carrera deportiva de Eduardo Villegas. Cuando al torneo Clausura le faltan seis fechas para el final, el cochabambino dejó Oriente porque la dirigencia llegó a la conclusión de que era el momento, tras consumarse otro campeonato sin título y los hinchas destilando su bronca a través de las redes sociales exigiendo su cambio.

Villegas tiene culpa pero no es el único, los jugadores son parte ineludible de este fracaso y los dirigentes, también. Tendrían que ser hidalgos y asumir su parte.

La reingeniería de la que se hizo alarde el año pasado -dejando ir a varios experimentados para reducir gastos y dar cabida a los más jóvenes- sencillamente no funcionó, y el fracaso tiene que ser compartido en partes iguales.

Elegidos por la dirigencia llegaron jugadores –algunos lesionados y otros sin ritmo- que no estuvieron a la altura de las exigencias de un equipo acostumbrado a estar peleando los primeros lugares. Tristemente para los hinchas  tampoco pudo ser esta vez, como en los últimos años, pero probablemente un cambio de timón ahora sirva para enderezar el rumbo.

Villegas se terminó yendo porque el hincha no le perdona su estilo defensivo. No hace mucho el cochabambino había ilusionado a los seguidores del equipo el día del 5-1 a Bolívar; sin embargo, ese resultado resultó ser solo un espejismo porque el empate sobre la hora en el clásico y la reciente derrota ante San José, el domingo, terminaron acelerando la salida del DT.

Retornó a Oriente con una asignatura pendiente tras su primer ciclo en 2014, donde rozó la gloria, pero infelizmente los números tampoco lo acompañaron esta vez y se marcha sin pena ni gloria.

De las críticas en el equipo se salvan pocos, José Alí Meza y solo un puñado más de jugadores, otros ni siquiera merecen estar.