En los Óscar más diversos de la historia, con películas sobre minorías, ganó Green Book, una cinta sobre tensiones raciales desde el punto de vista blanco

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2 de marzo de 2019, 4:00 AM
2 de marzo de 2019, 4:00 AM

Cuando Julia Roberts leyó el título de Green Book como mejor película del año este domingo, Spike Lee se levantó del asiento claramente enfadado y amenazó con marcharse del teatro Dolby. Le tuvieron que parar, según testigos dentro de la ceremonia de los Óscar. No era solo que hubiera perdido su película, Infiltrado en el Klan. Era algo más.

Este año será recordado por películas de mucha calidad que por sí mismas son una poderosa llamada de atención sobre el racismo. Y la Academia de Cine decidió, en efecto, premiar una película sobre tensiones raciales, pero en su versión más hollywoodiense, en el peor sentido. “Me sentí como si estuviera en la cancha de los Knicks y el árbitro se hubiera equivocado”, dijo Lee. La edición 91º de los Óscar dejó el plantel de ganadores más diverso de la historia de los premios.

Un total de siete afroamericanos recogieron premios. Por primera vez un actor negro, Mahershala Ali, ganó un segundo Óscar al mejor actor secundario. Spike Lee ganó el primer Óscar de su carrera por el guion de Klan, junto con Kevin Wilmott. Dos mujeres negras fueron las primeras premiadas de la historia en sus categorías, Ruth E. Carter por el vestuario de Black Panther y Hannah Bleacher por el diseño de producción. Peter Ramsey fue el primer negro en ganar por una película animada, Spiderman: Un nuevo universo.

Roma fue la primera cinta en español nominada a mejor película y Yalitza Aparicio, la primera nativa americana nominada a mejor actriz. Los mejores actores del año se llaman Ali y Malek. Para mejor película, la Academia tenía para elegir. Después de una década marcada por el cine de superhéroes, Black Panther, la primera película de superhéroes con un diseño y personajes 100% afroamericanos, se reveló como un éxito asombroso. Es la película más taquillera del año con 1.300 millones de dólares recaudados en todo el mundo.

Su temática no es el racismo, pero por sí misma es un mensaje de que Hollywood ha estado ignorando mucho tiempo un público y unos personajes que merecen un espacio. Ganó tres Óscar. Roma, la obra personalísima de Alfonso Cuarón y seguramente la película que se recordará este año, es una historia contada desde el punto de vista de una trabajadora doméstica indígena en México. “Lo más gratificante es la conversación sobre racismo que ha generado en México”, dijo el director.

El premio a Roma, que ganó tres Óscar, habría lanzado otro mensaje contra el racismo en otro nivel, en un momento en que los mexicanos están siendo atacados desde el máximo nivel institucional de EEUU. Por último, Infiltrado en el Klan, una de las mejores pelí- culas de Spike Lee, un alegato antirracista que dispara sin sutilezas contra Trump. De todas las cosas opinables de la ceremonia, el presidente de EEUU decidió protestar solo sobre el discurso de Spike Lee, como para poner el epílogo perfecto. En ese contexto, la victoria de Green Book sentó como un premio del Hollywood blanco a sí mismo.

A esa película de concordia, en la que el protagonista blanco aprende algo de su amistad con un negro y a su vez le salva. Recordó a otras parecidas como Conduciendo a Miss Daisy, Crash o Historias cruzadas. Llegada la oportunidad, Hollywood optó por una película entretenida y correcta, pero es la única en la que el racismo tiene el punto de vista de un héroe blanco y las minorías tienen que poner de su parte para que haya concordia.

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